Nicaragua
  
  
    
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            “Parmalat nos asfixia” 
            
            
            
            Todo un barrio recurre a Procuraduría del Medio Ambiente 
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  Humos nocivos de las chimeneas los 
  invade en la madrugada, mientras el cauce vecino se llena de aguas servidas y 
  hediondas 
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  Gerente tecnológico promete una 
  solución en noviembre y alega que todas las operaciones cuentan con permiso 
  ambiental 
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  Lo irremediable: Les cierran toda 
  la calle a los habitantes “por razones de seguridad” 
  
    
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          Blanca del Carmen García, dijo que ya 
          no soportan el hedor y las moscas que provocan los residuos de leche 
          en este cauce de aguas pluviales. 
          
          (Foto/ Oscar Cantarero)   |  | 
  
 
 
Los vecinos de 
los Barrios Selim Shible y Santa Clara de Managua, mantienen una lucha cerrada 
contra un grupo poderoso. El gigante lácteo 
 
Parmalat estaría afectando un 
cauce cercano a la zona residencial, mientras los habitantes esperan una 
respuesta del Ministerio del Ambiente (Marena) y de Salud (Minsa) por una 
denuncia enviada a la Procuraduría del Medio Ambiente. De acuerdo con los 
vecinos, el humo de las chimeneas es denso y oscuro e invade sus viviendas, 
provocándoles no sólo afectaciones e irritación en ojos y garganta, sino también 
asfixia a los niños y niñas. Pero no es la única afectación. Cada tres años, los 
vecinos deben cambiar las láminas de zinc de sus techos porque se corroen.
 
“Más de una vez 
hemos tenido que salir de nuestras casas para evitar asfixiarnos, pues el humo 
lo dejan salir por lo general en las madrugadas cuando dormimos y los fines de 
semana. Especialmente los sábados y madrugadas del domingo, aquí parece como 
niebla la que cubre la carretera, y es el humo que ellos liberan”, afirmó el 
señor Augusto Canales Aguilar, quien tiene como prueba una cinta de video.
 
 
RÍO DE 
LECHE
 
Los vecinos del 
barrio Santa Clara, por su parte, dicen estar cansados de soportar el hedor de 
las aguas blancas con residuos de leche, que colman un cauce de aguas pluviales 
durante todo el año. “El hedor es insoportable aunque es menor durante el 
invierno, porque la lluvia se encarga de arrastrar las aguas podridas hasta el 
lago, pero en verano es insoportable. Las moscas son las invitadas número uno 
del barrio”, asegura la señora Blanca del Carmen García, habitante del sector.
 
CONVIVENCIA EN ARMONÍA
 
Según los 
vecinos, hace algún tiempo, se enviaron cartas a la gerencia de la empresa 
solicitando una reunión, tras una respuesta a los problemas que los aquejan. 
Pero cuando lo consiguieron, la reunión duró apenas diez minutos y la conclusión 
del empresario que los atendió, fue que sí la empresa les causaba tanta 
molestia, “que cambiaran de vecindario”. También, aseguran, les dijo que eran 
inversionistas que dejaban millones de dólares a Nicaragua. “Nuestras familias 
tienen más de 30 años de ser propietarios de estas casas y lo que esperamos es 
por lo menos convivencia en armonía, que se respeten nuestros derechos a un 
ambiente sano y a nuestras propiedades mientras ellos trabajan y continúan 
invirtiendo”, expresó la señora Claudia Gutiérrez.
 
UNA 
DENUNCIA QUE NO CAMINA
 
Hace más de 20 
días, los vecinos decidieron demandar ante la Procuraduría Ambiental a la 
empresa. Emplazaron a los ministerios de Ambiente y Salud, para que hicieran una 
revisión que les garantizara que las aguas y el humo no son dañinos para su 
salud y las de sus familiares. “Nosotros hicimos el trámite, pero la denuncia se 
ha quedado en la Procuraduría, donde de acuerdo a la ley es recepcionada y 
remitida posteriormente a las entidades correspondientes, pero no ha caminado, 
pues en ninguno de los ministerios tienen conocimiento sobre el tema”, expresó 
Violeta Barberena del área jurídica del Centro de Derecho Ambiental y Promoción 
para el Desarrollo (Cedaprode).
 
El caso se 
encuentra en manos del procurador auxiliar José Luis García, quien prometió a 
Cedaprode una inspección cerrada, es decir, sin la presencia de los pobladores 
ni instituciones o de cualquier representante de la sociedad civil.
 
UN PLAN EN 
MARCHA
 
Heinz Liechti, 
gerente tecnológico de Parmalat, dijo a EL NUEVO DIARIO que la empresa está 
impulsando -con el apoyo de Marena, Enacal y la Alcaldía de Managua- un Plan 
Gradual Integral de Reducción de la Contaminación Ambiental de la Industria 
Láctea. “Cuando nosotros tomamos posesión de la empresa, ésta no cumplía con 
ninguna regulación. Sabemos que hay problemas, pero estamos en la aplicación del 
plan y sabemos de acuerdo al Marena que somos una de las pocas empresas de 
Nicaragua que está cumpliendo con las debidas regulaciones ambientales, pues es 
parte de la visión de la empresa a nivel mundial”, afirmó Liechti.
 
Respecto al 
humo, el doctor Liecthti señalo, que esta emanación sólo ocurre en las mañanas, 
cuando se echan a andar las calderas y tiene una duración de apenas cinco 
minutos. “Es como cuando encendemos el motor de un automóvil, sólo al inicio 
libera humo y estamos por debajo de la normativa. Como químico puedo decirle que 
el humo de las calderas no provoca corrosión, puesto que no liberamos ácidos que 
sean catalizadores de la misma, como pasa en las cercanías del volcán Masaya, a 
causa del ácido clorhídrico y sulfúrico o cerca del mar por el salitre”, dijo el 
gerente tecnológico.
 
EN 
NOVIEMBRE
 
Respecto a los 
residuos de leche que llegan al cauce en el Barrio Santa Clara, Liechti dijo que 
Parmalat le paga a Enacal la colocación de una tubería conectada a las aguas 
negras para acabar con el problema, a más tardar a finales de noviembre. “Todas 
las aguas de la empresa son tratadas por Enacal y van a una tubería que la 
introduce a una caja de aguas negras, pero reconocemos que esa agua proviene del 
lavado y se escurre por el cauce de aguas pluviales. Sabemos que huele mal y por 
eso se realizará el trabajo para evitar molestias, pero podemos garantizar que 
no son tóxicas”, añadió.
 
EL PARQUEO
 
Otra queja de 
los vecinos de Parmalat, es que la empresa “se ha adueñado” de la calle, 
ubicando letreros que prohíben parquearse frente a sus casas. “Más de una vez 
nos ha tocado llamar a la Policía para que controlen a los vigilantes que le 
caen a uno como gavilanes, cuando mueve los letreros para parquearse frente a su 
casa”, dijo la señora Claudia Gutiérrez.
 
Los vecinos 
dijeron también que sus visitas deben parquear los carros lejos de las casas, 
para evitar pasar un mal rato con los vigilantes que nunca les han dicho nada a 
los conductores de camiones de la empresa que dejan sus carros frente a las 
casas de los vecinos, cortándoles el acceso a sacar sus carros de los garajes, y 
hacen escándalos en la madrugada. “La calle no les pertenece. Si son una empresa 
seria, deberían construirle un parqueo y una plazoleta a sus trabajadores que 
hacen ruido y se orinan a la orilla de nuestras puertas”, externaron.
 
La gerente de 
recursos humanos de Parmalat, Norma Medina argumentó que la prohibición a los 
vecinos es por razones de seguridad, y que dicha disposición fue tomada con 
autorización de la Alcaldía de Managua y la Policía Nacional. EL NUEVO DIARIO se 
comunicó con la encargada del departamento de urbanismo del Distrito Cuatro, 
María Teresa Rocha, quien dijo desconocer esa situación y se comprometió a 
enviar inspectores.
 
En la delegación 
policial del mismo distrito, negaron la existencia de algún permiso de este tipo 
para dicha empresa, y a su vez conmino a los vecinos perjudicados a enviar 
cartas al distrito para tomar medidas.
 
 
Maria 
Haydee Brenes Flores
EL NUEVO DIARIO
www.elnuevodiario.com.ni/
pubicado el 17 de 
octubre de 2003
Managua
 
 
5 de noviembre 
de 2003