El futuro depara alimentos que enferman y leños más

contaminantes que el carbón mineral

Imponen un forzado mercado mundial para productos con modificaciones genéticas

El gobierno de Bush, en nombre de la industria 'biotech' [biotecnología] o transgénica de Estados Unidos, se propone forzar a la Unión Europea (UE) a derribar las barreras [comerciales] contra los organismos modificados genéticamente (OGM). Su exigencia argumenta que se trata de una simple barrera comercial -e ilegal para las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC)- y que la globalización de los OGM es una tarea indispensable en la campaña para terminar con el hambre en el mundo.

               Ilustración:   CODEFF - Amigos de la Tierra

 

Sin embargo, la razón oculta detrás del apoyo gubernamental de EEUU a los OGM podría tener más que ver con el lobby de peso pesado, las contribuciones a las campaña y las relaciones cercanas entre las agencias gubernamentales y las corporaciones de 'biotech', que con la ciencia actual y la guerra contra el hambre. La industria estadounidense deja de percibir unos 300 millones de dólares anuales en posibles exportaciones de OGM fabricados por promotores de la biotecnología como Monsanto, mientras las corporaciones del negocio agrícola cabildean vigorosamente ante el gobierno para levantar un caso formal en la OMC contra la Unión Europea, a la vez que misteriosamente desaparecen los estudios que demuestran que los transgénciso podrían tener efectos nocivos para la salud y el medio ambiente.

Las conexiones entre las compañías de 'biotech' y las agencias reguladoras de EEUU son profundas. Según Globalinfo.org, Ann Veneman, secretaria [ministra] del departamento de Agricultura, prestó servicios en el consejo de Calgene, la compañía que introdujo el tomate transgénico. Esta señora también dirigió Agracetus, una subsidiaria de Monsanto. En otro ejemplo de la 'puerta giratoria' entre las compañías de 'biotech' y las agencias reguladoras, la persona que escribió las regulaciones de OGM para la Administración Federal de Alimentos y Drogas (FDA, en inglés) fue un abogado que 'previamente' representó a Monsanto. Después de redactar la legislación de la FDA, el abogado volvió a trabajar con Monsanto.

Otro factor de poderosa influencia en el crecimiento de la industria de los OGM a través del mundo, fue el acoplamiento entre las organizaciones internacionales del desarrollo -principalmente el Banco Mundial- y la industria biotecnológica. Desde la aprobación de un programa de 'intercambio de equipos', funcionarios del Banco Mundial se intercambiaron con empleados de compañías como Dow, ARD y Aventis. También hubo intercambios con instituciones académicas, agencias gubernamentales y agencias de desarrollo de la ONU.

Un ejemplo emblemático involucra a Eija Pehu, científico 'senior' del ministerio de Agricultura, del Banco Mundial, del desarrollo rural y ex presidente de una compañía Finesa de 'biotech', además de haber sido miembro del consejo del International Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications (ISAAA), una influyente empresa de lobby cuyo financiamiento proviene de compañías como Monsanto, Syngenta y Bayer. El objetivo del ISAAA es 'la transferencia y entrega de aplicaciones apropiadas de biotecnología para los países en vías de desarrollo'. Han tenido éxito con proyectos de este programa en por lo menos 12 países 'en desarrollo'.

EEUU tiene toda una historia en procurar imponer a los OGM en los países 'en desarrollo' a través de las 'ayudas en alimentos'. Sin embargo, a pesar de las enormes presiones y campañas de relaciones públicas de Washington, Zambia, Zimbabwe y Mozambique mandaron de vuelta los embarques de
OGM enviados como ayuda de EEUU, por razones de salud y preocupaciones ambientales. Ronnie Cummins, director nacional de Consumidores Orgánicos, dijo que la verdadera intención de Estados Unidos apunta a obtener que los países pobres 'en desarrollo' abran sus mercados a los productos polémicos.

Pero mientras las compañías de OGM continúan abriendo nuevos mercados en el extranjero, no existe un juicio certero de que esos productos proporcionen algún beneficio real. La controversia y el escándalo rodean a la industria biotecnológica, en medio de acusaciones de manipulación de los resultados de las investigaciones realizadas sobre los transgénicos. Las compañías de 'biotech' crean relaciones con las universidades para inducir la investigación sobre sus productos, proporcionando los financiamientos que más necesitan los departamentos de investigación de las casas de estudios. (Durante las tres décadas pasadas, el financiamiento proporcionado a las universidades de EEUU por el sector industrial creció más rápidamente que cualquier otra fuente.)

Los investigadores que han exhibido evidencia demostrando que los OGM pueden ser dañinos, han recibido presiones de la alianza entre la industria y la investigación universitaria para alterar los resultados. Algunos afirman que las prioridades de la influencia de los patrocinadores privados no garantizan resultados imparciales. Un investigador que encontró resultados menos que deseables, y los discutió en público, tuvo la desgracia de ser puesto en lista negra y fue blanco de una poderosa campaña de relaciones públicas de los OGM para desacreditar su trabajo. En 1998, Arpad Pusztai, un científico del Instituto de Investigación Rowett, en Aberdeen, Escocia, descubrió que las papas modificadas genéticamente causaron inflamaciones y tumores en los tejidos del estómago de los roedores del laboratorio. Después de publicar su historia, su hogar fue saqueado, robaron su investigación, perdió su trabajo en Rowett después de 30 años de empleo y la Real Sociedad Médica lo calumnió, después que su investigación fue publicada en el reputado periódico científico Lancet. Esta fue la historia Nº 7 de Proyecto Censurado 2001.

La Unión Europea niega que haya decretado una moratoria comercial y dice que simplemente necesita más tiempo para desarrollar sistemas de trazado y etiquetado de los productos genéticamente modificados destinados a la alimentación. Sin embargo, aunque la UE se sometiera a las reglas de la OMC, 'este no es un camino que pueda forzar a los consumidores europeos, supermercados o granjeros a almacenar cosechas corrompidas de OGM', dijo Ronnie Cummins.

Mientras tanto, el movimiento anti-OGM está generando rápidamente vapor en Estados Unidos. En marzo de 2004, el condado de Mendocino, California, fue el primero de EEUU en prohibir las siembras y crianzas de animales modificados genéticamente.


Actualización de Katherine Stapp

Con la preocupación pública sobre los alimentos genéticamente modificados, intensificada durante este año, la industria agrícola de la biotecnología parece enfocarse con más atención en los países 'en vías de desarrollo', donde las regulaciones gubernamentales generalmente son más débiles.

En abril, la Unión Europea anunció los requisitos de etiquetado más resistidos para los productos genéticamente modificados. En mayo, el gigante agrícola Monsanto dijo que abandonaba sus planes para comercializar una variedad de trigo transgénico en Estados Unidos y Canadá debido a la oposición de consumidores y granjeros.

Por el contrario, el Proyecto Nacional de Tecnología de la India, que cuenta con 200 millones de dólares financiados en parte por el Banco Mundial, ha intensificado la experimentación con algodón transgénico, arroz, zahína, cacahuete y guisantes de garbanzo y paloma. Según informes de la Red de Acción y Alternativas a los Pesticidas (PAN, en inglés), hay docenas de proyectos financiados por el Banco a través del mundo que promueven explícitamente la biotecnología agrícola en Brasil, Indonesia, India, Perú, Rumania, Etiopía, Mozambique y Kenia.

En un desarrollo relacionado -puesto que muchas de las mismas compañías implicadas en 'biotech' también fabrican los agrotóxicos-, PAN atribuyó al Banco un grado de falla en prácticas agrícolas sustentables. Su revisión de 100 proyectos del Banco determinó que sólo en el 9% existe un compromiso para reducir el uso de pesticidas en sus proyectos agrícolas.

El crecimiento que separa al norte del sur es ilustrado por estimaciones de grupos de la industria como la mencionada la ISAAA, que define la extensión de las siembras de OGM. En enero, la ISAAA anunció que '7 millones de granjeros de 18 países -con 85% de cultivadores del mundo 'en desarrollo', pobres en recursos- ahora plantan transgéncios, contra 6 millones en 16 países en 2002'. Lo interesante es que después que la agencia de noticias Inter Press Service (IPS) hizo públicas sus investigaciones, el científico Eija Pehu, de la corporación ARD, no apareció más mencionado como miembro de su junta directiva en la página web del ISAAA (aunque Gabrielle Persley, consejero del Banco por largo tiempo, todavía está allí).

Los activistas también están concentrándose en los financiamientos que otorga el Banco Mundial para árboles transgénicos a través de su Fondo de Carbón Prototipo, que facilita emisiones industriales no compatibles con el Protocolo de Kyoto sobre gases invernadero. Temen que la difusión del polen de esos 'basureros de carbón' genéticamente modificados puedan contaminar las especies nativas y también abrir la puerta para plantar intensivamente árboles transgénicos en países 'en vías de desarrollo'.

La Falta de transparencia del Banco Mundial con los gobiernos o la sociedad civil está en el meollo de muchas quejas sobre sus actividades, subrayando la importancia de los medios independientes al exponer sus abusos. Respecto a eventuales repercusiones en la gran prensa de la historia de IPS, no estoy enterada de que exista una sola.

Más información se puede encontrar en las página web de PAN (www.panna.org), del Proyecto Justicia Ecológica Global (www.globaljusticeecology.org), el sitio del Bank's Staff Exchange (www.staffexchange.org), con listados de sus 'socios corporativos', y un nuevo libro titulado 'Gene Traders: Biotechnology, World Trade and the Globalization of Hunger' (Comerciantes Genéticos: Biotecnología, Comercio Mundial y Globalizacion del Hambre', de Brian Tokar (Toward Freedom press 2004).


 

Katherine Stapp - Emad Mekay - Liane Casten - Alison Pierce (PROYECTO CENSURADO)
Traducción: Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info
)

ARGENPRESS

 

 


* Proyecto Censurado 2005 de la Universidad Sonoma State, California, ofrece un informe sobre los 25 grandes temas más ignorados por la gran prensa de Estados Unidos durante el último año, publicados como libro por Editorial Seven Stories de Nueva York.
Ver http://www.projectcensored.org/publications/index.html

Fuentes:
Inter Press Service (www.ipsnews.net), 12 de marzo 2003
Titulo: 'Agriculture: 'biotech' Boom Linked to Development Dollars - Critics'
Autora: Katherine Stapp

Inter Press Service
(IPS) News Agency, 14 de mayo 2003
Title: 'U.S. WTO Dispute Could Bend Poor Nations to GMOs-Groups'
Autor: Emad Mekay

CMW Report, Verano 2003
Title: 'A Rebuttal to the Tribune'
Autora: Liane Casten

SF Weekly, 2-8 de junio 2004
Title: 'Bioscience Warfare'
Author: Alison Pierce

Evaluador de la Facultad:
Al Wahrhaftig Ph.D. y Eric McGuckin Ph.D.
 

Estudiante investigador: Larissa Heeren


Datos del autor: Proyecto Censurado, Universidad Sonoma State, California.


Información Adicional
 

Tema: Transgénicos

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