Los precios de los cereales

 no darán tregua

   

 A pesar de las buenas previsiones para la producción cerealera mundial de 2008, los precios siguen en alza en razón del aumento de la demanda, entre otros, para pienso de animales y agrocombustibles en Europa, y la suba de los precios de los fletes

 ¿El pan se convertirá en un producto de lujo?

 

 

El pasado 13 de febrero el semanario alemán de mayor circulación confirmó con números lo que la población está sintiendo hace meses en panaderías y supermercados: “Leche, huevos y aceites alimentarios: el aumento de los precios mayoristas de los comestibles de enero fue el mayor de los últimos 26 años”. Y agrega: “La suba de precios es extrema en el caso de los cereales: aumentaron más de 50 por ciento”.

 

Los precios de cereales, semillas y piensos registrados en enero de 2008 superaron en 54,6 por ciento a los del mismo período del año anterior, mientras el aumento medio de la leche, productos lácteos, huevos, aceites alimentarios y grasas llegaba a 25,8 por ciento, mientras el azúcar aumentó 9,2 por ciento. Y un dato no menor: combustibles sólidos y productos minerales se encarecieron en 19,9 por ciento.

 

Los datos estadísticos coinciden con las previsiones de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su nuevo portal de seguimiento del mercado. El organismo señala, por un lado, que en 2008 existe la posibilidad de un fuerte aumento de la producción mundial de cereales, y por el otro, que los precios internacionales se mantendrán altos o incluso se incrementarán fuertemente. En un contexto de disminución de las reservas internacionales de trigo se destaca la importancia de la “expansión de las plantaciones invernales de cereales” y el “buen tiempo” que ayudaría a los principales productores en Europa y Estados Unidos, pero también en otras regiones.

Los gobiernos locales continúan profundizando un modelo agroexportador que sistémicamente descuida el mercado doméstico y lo subordina a los vaivenes del consumo de los países más ricos.

 

Sin embargo, estas condiciones supuestamente favorables no han quitado la presión a los países importadores, cuyas facturas para la compra de cereales van en aumento. En consecuencia, el organismo internacional prevé que “las importaciones de cereales para todos los países de bajos ingresos con déficit alimentario en 2007/08 disminuyan en torno al 2 por ciento en volumen, pero como resultado de los precios internacionales al alza de los cereales y el incremento del precio de los fletes, el coste total de sus importaciones de cereales se incrementará en un 35 por ciento por segundo año consecutivo”. Se prevé un aumento aun más alto para África, con la consiguiente suba de los precios de los alimentos básicos y la imposibilidad de millones de personas de nutrirse adecuadamente.

 

El fuerte aumento de la demanda de cereales con el consiguiente incremento del comercio mundial se concentra en los llamados cereales secundarios (todos a excepción de arroz y trigo), utilizados especialmente para piensos de la Unión Europea, pero también para la producción de agrocombustibles. En la medida en que aumentan las exportaciones hacia los países y regiones de mayor consumo, algunos países exportadores intentan limitar la exportación de alimentos básicos mediante prohibiciones o tasas de exportación, para frenar la suba de los precios domésticos.

 

Esto no revierte la realidad de que, lejos de apostar a una política que priorice la soberanía y la seguridad alimentarias, los gobiernos locales continúan profundizando un modelo agroexportador que sistémicamente descuida el mercado doméstico –es decir la población del país– y lo subordina a los vaivenes del consumo de los países más ricos y de mayor crecimiento económico.

 

En este contexto, la FAO contabiliza actualmente 36 países con necesidad de recibir ayuda alimentaria externa, por sequías prolongadas o inundaciones (¿en el marco del cambio climático?) o como consecuencia de conflictos armados que, muchas veces, guardan relación con la lucha entre los centros industrializados por el acceso a las materias primas, especialmente en África. De los 36 países mencionados, 21 se encuentran en África, nueve en Asia, cuatro en América Latina (Bolivia, Haití, Nicaragua, República Dominicana) y dos en Europa (Moldavia y Chechenia). No sería una sorpresa que esta lista se hiciera cada vez más larga.

 

 

 

En Montevideo, Dieter Schonebohm
Rel-UITA
18 de febrero de 2008

Con información de FAO, Der Spiegel y fuentes propias

Fotocomposición: Rel-UITA

artículos relacionados

1-2-2008   Brasil
Fuerte aumento de exportaciones agrícolas
Más de 36 por ciento de las exportaciones brasileñas de 2007 correspondieron a los agronegocios

Rel-UITA |
Dieter Schonebohm

 

Volver a Portada

 

 

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905