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Está libre el 
joven dirigente del Movimiento Unificado de Campesinos del Aguán (MUCA) y 
directivo del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), Juan Ramón 
Chinchilla. Después de haber estado dos días secuestrado, Chinchilla logró 
escapar de sus captores y se encuentra en un lugar de Honduras que no será 
revelado para proteger su seguridad personal. 
  
“Juan 
Chinchilla está bien. Se encuentra en buen estado de salud, aunque muy 
desgastado por los golpes y las torturas que le aplicaron -contó a Sirel 
el dirigente popular y miembro del Comité Ejecutivo del FNRP, Wilfredo 
Paz-. 
  
Le quemaron el 
pelo y los brazos, lo golpearon, lo torturaron. Estamos responsabilizando a los 
terratenientes y productores palmeros de la zona, porque el secuestro de 
Chinchilla se da en el marco del conflicto agrario que hay en la región del 
Aguán”, sentenció Paz. 
  
En este 
momento, Juan Chinchilla se encuentra escondido en algún lugar de 
Honduras, donde llegó luego de haber escapado de sus secuestradores. 
  
“Logró 
desatarse y aprovechó que los secuestradores estaban dormidos para huir. Como a 
las 6 de la mañana pudo comunicarse con los compañeros del MUCA, quienes 
se movilizaron hacia su ubicación y lo ayudaron a esconderse en un lugar seguro. 
  
Estamos 
entrando en una nueva etapa de violencia en el Bajo Aguán -consideró el 
dirigente del FNRP- en la cual se pretende desmoralizar la acción de los 
movimientos campesinos.  
  
Ya tenemos la 
información de que los cuerpos represivos tienen fotografías de los dirigentes 
campesinos y del FNRP, y en esta nueva etapa se va a generalizar el 
sicariato, para secuestrar y asesinar a los dirigentes”, dijo Paz. 
  
Según un primer 
testimonio brindado a sus compañeros por Juan Chinchilla, entre sus 
captores habrían extranjeros.  
  
“El compañero 
confirmó que en el grupo de secuestradores había extranjeros. Algunos hablaban 
inglés, mientras que otros usaban un idioma que él no logró comprender. Eso 
implica que hay sicarios en la zona, pagados por los terratenientes, que no son 
hondureños y que cumplen con la tarea de secuestrar y asesinar a gente 
comprometida con la lucha. 
  
La vida de los 
dirigentes populares está en peligro -concluyó Paz- y es una respuesta a 
las continuas y persistentes movilizaciones del pueblo organizado”. 
  
En las próximas 
horas Sirel se comunicará directamente con Juan Chinchilla para 
conocer los pormenores de este nuevo acto de intimidación y represión contra las 
organizaciones campesinas y el pueblo hondureño. 
  
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