ALERTA INFORMATIVA
¿Competitividad basada
en el cholo barato?
Respuesta a los industriales peruanos 
 
Esta semana la Sociedad Nacional de 
Industrias (SNI) y otros sectores ligados a los 
intereses empresariales publicaron comunicados en medios 
alertando sobre los supuestos riesgos vinculados a la 
posible derogatoria de los Regímenes Especiales de 
Promoción a la Exportación No Tradicional (Ley N° 22342) 
y de Promoción del Sector Agrario (Ley N° 27360). Estos 
sectores argumentan que su eliminación supondría la 
pérdida de 300 mil empleos directos e indirectos, así 
como la interrupción del ritmo de crecimiento en el 
sector exportador. Cuestionan, además, la participación 
de organizaciones  extranjeras en la formulación de las 
negociaciones colectivas “con recomendaciones obsoletas, 
ajenas a nuestra realidad, que han fracaso y que son 
responsables de los altos niveles de desempleo en sus 
países”.
 
Cada una de estas afirmaciones merece una reflexión, 
pues soslayan la situación laboral de los trabajadores 
peruanos en ambos sectores, además de distorsionar las 
razones que explican el alto desempleo en otros países y 
regiones. 
 
1- 
Ambos regímenes fueron adoptados con 
carácter promocional y de manera provisional. Esto 
quiere decir que su aprobación tuvo por fin impulsar la 
actividad exportadora de productos no tradicionales en 
momentos en los que el sector no estaba plenamente 
desarrollado. Sin embargo, el carácter temporal de ambas 
leyes devino en permanente, al llevar –en el caso de la 
Ley N° 22342, aprobada en 1977 bajo la dictadura militar 
de Morales Bermúdez– más de treinta años de vigencia, a 
pesar del significativo crecimiento y consolidación de 
las exportaciones no tradicionales durante la última 
década y media (ver cuadro).  
 
 
 
 Fuente: 
BCP (2010). 
2-  
Ambas leyes se caracterizan por establecer un régimen 
disminuido de derechos y beneficios sociales para los 
trabajadores y trabajadoras bajo ambas leyes. Esta 
situación ha generado que las condiciones laborales de 
los trabajadores de la exportación no tradicional 
muestren una altísima precariedad  respecto de otros 
sectores laborales, aspecto no mencionado por la SNI. A 
pesar del contexto de crecimiento del 8% de la economía, 
del 5% del empleo y 12% PBI industrial al que alude su 
comunicado, las remuneraciones promedio de los 
trabajadores comprendidos por ambos regímenes son las 
más bajas del medio. A más flexibilidad laboral, menor 
protección social y menor capacidad para acceder a un 
salario digno. 
 

Fuente: MTPE. Anuarios 
estadísticos, 2008. Lima: MTPE, pág. 127.
 
3-  
Ambos regímenes especiales posibilitan la contratación 
indefinida de personal con contratos de trabajo 
temporales, con el argumento que esto promueve la 
creación de nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, la 
realidad muestra que la mayor parte de los contratos 
firmados en ambos sectores son de “renovación”; esto es, 
se contrata mayoritariamente a los mismos trabajadores, 
bajo las mismas condiciones laborales, durante varios 
años consecutivos (ver Cuadro). Esta situación de 
inestabilidad laboral permanente explica –en gran 
medida– los bajos niveles de sindicalización que existen 
en el sector. 
 
Número de contratos de inicio y de 
renovación del régimen
laboral especial de promoción de 
exportación no tradicional
(Nivel nacional)

Fuente: MTPE. Anuarios 
estadísticos 2005, 2006, 2007, 2008. Lima.
 
4-  
La participación de sindicatos extranjeros a través de 
la cooperación internacional de España (AECID) tiene un 
objetivo claro y legítimo: apoyar el fortalecimiento de 
las organizaciones de trabajadores (sindicatos) y el 
desarrollo autónomo de propuestas de políticas públicas 
que favorezcan la situación de los trabajadores 
peruanos. Todo esto en la creencia que ciudadanos 
organizados, conscientes de sus derechos, aportaran 
mejor al desarrollo del Perú. Los sindicatos peruanos 
han llevado al Parlamento sus opiniones y propuestas de 
cambio de los regímenes laborales que consideran afectan 
los intereses de sus afiliados. Los sindicatos no han 
tomado fábricas, no han bloqueado carreteras o empresas, 
cuestionan con argumentos un régimen que ve disminuido 
sus derechos. Ante esto, los industriales prefieren 
desmerecer los argumentos basándose en falsos 
nacionalismos o soberanías que parecen reclamar 
prerrogativas para explotar a los nacionales sin ser 
cuestionados por extranjeros. 
 
5-  
El crecimiento del desempleo en otras regiones –como 
Estados Unidos y Europa– no responde a las políticas 
laborales, sino al impacto de la crisis financiera 
internacional en los sectores productivos, producto del 
exceso de desregulación y la falta de controles por 
parte de sus respectivos gobiernos. Mal hace la SNI en 
atribuir a la crisis del empleo en estos países a los 
derechos laborales y sociales que protegen a sus 
trabajadores. 
 
La competitividad, la inclusión y la 
equidad social han sido temas centrales en la última 
Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE). Nadie puede 
ocultar el  desbalance social que mantiene el 
crecimiento económico actual.  Se requiere reequilibrar 
la mesa con propuestas  vinculadas al fortalecimiento 
del mercado interno y la mejora de las niveles de la 
protección social.  Consideramos justo y necesario que 
los trabajadores peruanos empleados en el sector textil 
y la agroindustria accedan a los mismos derechos y 
beneficios sociales que los disfrutados por los 
trabajadores del régimen de la actividad privada. La SNI 
debería asumir la defensa de los intereses del país, que 
son los de su clase trabajadora, y no contribuir a su 
pauperización y a la precariedad de sus condiciones de 
trabajo.  Hay ejemplos en el mundo empresarial peruano 
que prueban que ese camino es posible. Existen hoy 
empresas peruanas con un alto grado de cumplimiento 
laboral, con actitud proactiva para mejorar el clima 
laboral entre sus trabajadores.