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El Comité Valenciano de Organismos Modificados 
Genéticamente, dependiente de la Conselleria de 
Agricultura, Pesca y Alimentació, ha rechazado 
recientemente que se cultive arroz transgénico 
en el municipio de Vinaròs.  
  
Podría ser este un pequeño paso hacia una 
política del "No" a los transgénicos, en cuyo 
caso, sería bienvenida por la Unió de Llauradors 
i Ramaders de la Comunitat Valenciana, que 
aplaude la decisión de negar esta plantación en 
Vinaròs.
 
"No queremos que nuestros productos resulten 
contaminados", explica Ramón Mampel, secretario 
de La Unió. En este sentido, el dirigente 
recordó que en 
Estados Unidos resultaron contaminados más de 
11.000 productos que se encontraban cerca de una 
plantación de transgénicos.  
  
"Nosotros defendemos los productos típicos. La 
Comunitat Valenciana cuenta con una amplia 
tradición en hortalizas que no debe 
desaparecer", añadió Mampel en declaraciones a 
Levante-EMV.
 
"Hace tiempo que los alimentos han dejado de 
oler a aquello que saben", lamentó el secretario 
de La Unió. 
 
Respecto a la plantación de Vinaròs, la Comisión 
Nacional de Bioseguridad, organismo dependiente 
del Ministerio de Medio Ambiente, dio 
recientemente su visto bueno al cultivo en la 
localidad castellonense, pero la Secretaría 
Autonómica de Agricultura no dio su aprobación 
final.  
  
Según fuentes de Agricultura, se requirió a la 
empresa italiana Transactiva (la que 
pretendía plantar el cultivo transgénico) una 
documentación específica que evaluara los daños 
colaterales de esta plantación, pero la empresa 
no la entregó, de modo que el Comité se vio 
obligado a no autorizar el cultivo. Fuentes 
oficiales de la Secretaría explicaron que se 
trata de un caso aislado, relacionado con 
burocracia, y no de una posición rotunda en 
contra de los transgénicos. 
 Zona libre de transgénicos
 
 
Por su parte, La Unió va más allá y pretende que 
las Corts declaren a la Comunitat Valenciana 
zona libre de productos transgénicos. "Para 
nosotros sería una garantía. No es sólo un 
problema económico, sino social", explica Mampel.
 
  
El alto riesgo de contaminar zonas altamente 
ricas en plantación de arroz y otros productos 
naturales como el Delta del Ebro o la Albufera, 
es uno de los temores de los productores 
valencianos. En la Comunitat 14.349,95 hectáreas 
de arrozal, la mayoría en La Albufera, reciben 
ayudas estatales. 
     
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