Los cultivos genéticamente modificados dividen Asia

 

Con los precios de los alimentos a niveles récord, Asia aún debe dilucidar si los cultivos Genéticamente Modificados (GM) son o no la clave de un futuro maná alimentario para el continente.

 

El gobierno de Filipinas acaba de aprobar los cultivos de maíz genéticamente modificado para uso comercial, pero muchos otros países de Asia parecen menos entusiastas con respecto a los cultivos GM.

 

“Hubo muchas discusiones sobre el hecho de que las cosechas pueden contribuir a la mejora del cambio climático usando semillas GM modificadas”, dijo Daniel Ocampo, de la organización ecologista Greenpeace.

 

Para Ocampo, sin embargo, la tecnología aún está muy lejos de “abordar esas necesidades”, si bien ello no frenó a las autoridades filipinas de financiar la producción de maíz GM.

 

Japón, por su parte, no tiene cosechas genéticamente modificadas porque los consumidores temen que no sean seguras, pero en cambio importa trigo GM que usa para fabricar productos como aceite para cocinar y comidas para animales.

 

Las empresas japonesas también son reacias a la introducción de comidas precocinadas que incluyan Organismos Genéticamente Modificados (OGM) debido a los requisitos de etiquetado y al temor de los consumidores por su seguridad.

 

En todo caso, Japón no prohibió las granjas de cultivos GM pero las estrictas leyes al respecto han frenado las inversiones en ese sector.

 

Sin embargo, ante los elevados precios de los alimentos que empiezan a asustar a un país que importa más de la mitad de lo que come, el gobierno japonés declaró que los cultivos GM pueden ser una forma para aliviar una posible escasez alimentaria y los problemas medio ambientales.

 

En Corea del Sur, una ley entrada en vigor el 1º de enero impuso reglas estrictas a la importación de semillas GM.

 

Un responsable del ministerio surcoreano de Agricultura que pidió el anonimato, indicó que la existencia de programas propios de semillas GM con fines experimentales pero no para uso comercial.

 

En Bangkok, la sede regional de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señaló no haber visto señales de que los gobiernos de Asia estén presionando por el cultivo o el uso de semillas GM.

 

“Con la tecnología moderna agrícola, los países deberían ser capaces de producir suficientes alimentos sin recurrir a las semillas GM”, dijo He Changchui, el representante regional de la FAO para Asia.

 

“No se necesitan. Intenten reemplazarlas con buenos fertilizantes y buen agua”, añadió.

En China, el Consejo de Estado, o sea, el consejo de ministros, dictó en 2001 normas detalladas respecto a la seguridad, el etiquetado y las licencias para producir, vender e importar productos GM.

 

Xie Yang, miembro del Centro de Investigación y Desarrollo, un comité de expertos que depende de Consejo de Estado, afirmó que “en China no está permitido el consumo de ningún cereal ni semilla genéticamente modificados”.

 

Según el experto, en China existe una exitosa investigación de arroz y maíz GM pero no una aplicación comercial.

 

De acuerdo con Ocampo, el experto de Greenpeace, Filipinas es el primer país del sureste asiático, y posiblemente de toda Asia, en contar con cultivos genéticamente modificados para uso comercial.

 

“El hecho es que Filipinas está tan cerca de Estados Unidos que cualquier política que adopten los estadounidenses en el campo de las cosechas GM, nosotros (los filipinos) las seguimos también”, explicó.

 

Tomado de Observa.com

7 de mayo de 2008

 

   

Fuente: AFP

 

Volver a Portada

 

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905