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Con Luis Alejandro Pedraza 
Hay una unidad y una voluntad  
inquebrantables 
  
Hace más 
de tres semanas que los corteros de caña de azúcar del 
Valle del Cauca se han levantado en huelga. Al principio 
tenían reivindicaciones salariales y referidas a las 
condiciones laborales, pero en el calor de la lucha 
comprendieron que el objetivo debe ser más ambicioso y 
estratégico: lograr el reconocimiento para la 
organización sindical y el fin de las Cooperativas de 
Trabajo Asociado (CTA), que somete a los trabajadores y 
trabajadoras a condiciones medievales de vida. Sirel 
dialogó al respecto con Luis Alejandro Pedraza, 
presidente de la Unión Nacional Agroalimentaria de 
Colombia (UNAC) e integrante del Comité Ejecutivo de la 
CUT. 
  
  
-¿Cuál es el contexto en el que se inició este 
conflicto? 
-Por iniciativa específica de los trabajadores corteros 
a través del Sindicato Nacional de Trabajadores Corteros 
de Caña (SINALCORTEROS), y con la asesoría y 
orientación de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), 
el conflicto empezó para exigirle a las CTA que 
operan en la región como intermediarias del empleo, 
mayores garantías en los aspectos económico, de salud y 
de riesgos profesionales.  
  
-Estamos hablando de una forma de tercerización laboral… 
-Sin duda, y el origen de esta huelga es el rechazo 
radical y vehemente al sistema de contratación por medio 
de estas mal llamadas cooperativas, cuya práctica está 
totalmente ligada a la filosofía que hace del empleo una 
mercancía. El objetivo inicial era exigirle al gobierno 
mayor responsabilidad con referencia a este sistema de 
contratación y a las condiciones económicas que aplica a 
los trabajadores y trabajadoras. Este conflicto 
involucra a unas 20 mil personas, y a los operarios de 
todos los ingenios que tienen Convenio, ya que no les 
llega caña de azúcar para procesar. 
  
-Eso fue al principio, ¿y qué pasó después? 
-En el camino se percibió que el objetivo es lograr la 
organización sindical más amplia y reclamar una 
negociación colectiva, y eso es lo que está sucediendo 
en estos momentos. El gobierno accedió a analizar al 
sistema de las CTA y ha planteado crear una 
veeduría con la OIT, pero los trabajadores y 
trabajadoras claman por el derecho a la libertad de 
organización y no aceptan que se mantenga este sistema 
denigrante de intermediación en el empleo. 
  
-Quiere decir que este conflicto ha dado un salto 
cualitativo en sus reivindicaciones… 
-Así es, y hay una unidad plena, una decisión 
inquebrantable de continuar hasta que se reconozca a la 
organización sindical y se obtenga una Convención 
Colectiva. El gobierno quiso estigmatizar el movimiento 
de los trabajadores diciendo que estaría influenciado 
por la guerrilla, pero esa infamia sólo ha cosechado 
rechazos a nivel nacional e internacional. Fue un 
intento por debilitar la lucha, pero sólo logró darle 
más fuerza. 
  
-¿Qué se está esperando en este momento? ¿Cuál será el 
siguiente paso? 
-El gobierno aceptó que se establezcan las mesas de 
negociación tripartita para analizar el sistema de 
contratación, pero los trabajadores plantean que las 
mesas deben servir para negociar una Convención 
Colectiva que incluya la contratación directa de todos 
trabajadores por parte de los ingenios, cuyos 
propietarios están agrupados en la Asociación Colombiana 
de Productores de Caña de Azúcar (ASOCAÑA). 
  
-¿Cuál es la situación económica y laboral de los 
corteros? 
-Ellos tienen que producir un mínimo de 6 a 7 toneladas 
en la jornada para generar un salario de 18 dólares al 
día. Pero con esta cantidad, después de todos los 
descuentos que les hacen, apenas llegan a sumar 120 
dólares al mes. Para aumentar un poco el ingreso deben 
someterse a un régimen de trabajo extenuante que a 
menudo alcanza las 70 horas semanales. Es una 
semiesclavitud. Este sector de trabajadores y 
trabajadoras ha sido muy marginado, y no es raro 
encontrar hombres y mujeres de 70 o 75 años cortando 
caña en los surcos porque no tienen acceso a una 
jubilación. 
  
-¿Cómo es su situación de salud? 
-Está muy comprometida porque estas cooperativas de 
trabajo muchas veces utilizan para otros fines el dinero 
que recaudan de los aportes de los obreros a la 
seguridad social, por lo que su atención sanitaria es 
muy precaria. La mayoría padece de Lesiones por 
Esfuerzos Repetitivos (LER). 
  
-¿Cuál es el papel que está cumpliendo la CUT en este 
conflicto? 
-La Central tiene un papel fundamental en el desarrollo 
y en el éxito de esta huelga, ya que SINALCORTEROS 
está afiliado a la CUT y ella se ha puesto al 
frente del movimiento. Estamos desarrollando también una 
campaña de afiliación de trabajadores y trabajadoras 
para protegerlos ante las Cooperativas de Trabajo 
Asociado. 
  
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