Morales, 30 de septiembre de 2007

Ante el dolor que embarga nuestros corazones por el asesinato de mi hermano Marco Tulio Ramírez Portela, secretario de Cultura y Deportes del Comité Ejecutivo Central y secretario general del Comité Sub Seccional de Finca Yuma del Sindicato de Trabajadores Bananeros de Izabal (SITRABI), quiero de manera especial expresar mi más sincero agradecimiento a todos y todas por las muestras de solidaridad con nuestra familia y nuestra organización sindical.

Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida, y el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”.  Confiados en estas palabras de Jesús, estamos seguros de que mi hermano no está muerto porque él vive en los corazones de cada uno de quienes lo amamos, y en cada uno de los sindicalistas que fueron sus compañeros y compañeras. Estoy seguro de que la sangre de mi hermano, derramada en la calle principal de Finca Yuma, propiedad de la transnacional Del Monte Fresh, será un semillero de nuevos sindicalistas que defenderán los derechos sociales, económicos y humanos de la clase trabajadora.

En el velatorio y en el sepelio de los restos mortales de mi hermano pude ver cómo cientos de trabajadores y trabajadoras que nos acompañaron derramaron su lágrimas por la pérdida de un compañero sindicalista, pero también nos comprometimos a seguir adelante con nuestra lucha, porque no nos van a callar, porque no estamos solos: tenemos a nuestros aliados a través del mundo.

Además de agradecerles, quiero pedirles que mantengamos la presión sobre el gobierno y demás autoridades guatemaltecas para que, de forma inmediata, investigue el asesinato de Marco Tulio para llegar a un pronto esclarecimiento y al castigo correspondiente a los ejecutores del crimen, a los autores intelectuales y a sus encubridores.

Fraternal y sindicalmente,

Noé Antonio Ramírez Portela

Secretario General