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                    La 
                    concertación es la figura más apropiada para dirimir los 
                    conflictos, especialmente en sociedades convencionadas o 
                    alteradas por fenómenos sociopolíticos o socioeconómicos. 
                    Esta figura de la concertación se constituyó en la 
                    herramienta más útil en una región que, como Urabá, se 
                    convirtió a lo largo de la historia en la región más fecunda 
                    de la violencia en todo el territorio nacional. Pero el 
                    proceso de concertación de Urabá generó espacios de 
                    participación importantes en su afanada búsqueda de la paz. 
                    
                    
                      
                    
                    Los mayores esfuerzos se concentraron en las relaciones 
                    laborales donde trabajadores y empresarios depusieron 
                    intereses mezquinos y, como un solo hombre, lograron elevar 
                    la productividad, posicionaron la fruta en los mercados 
                    internacionales, le cerraron el paso a los violentos y 
                    generaron valor agregado a la región y al país y en varias 
                    negociaciones conciliaron sus intereses, constituyéndose en 
                    ejemplo nacional e internacional, a tal punto que la 
                    Organización Internacional del Trabajo –OIT- ha mostrado el 
                    modelo de Colombia a todo el mundo, como un modelo exitoso y 
                    digno de ser imitado. 
                    
                      
                    
                    Pero en esta negociación los empresarios bananeros le 
                    pusieron dientes a la concertación. Se olvidaron que 
                    SINTRAINAGRO  en representación de los trabajadores 
                    bananeros ha sido el mejor y más digno aliado para enfrentar 
                    los momentos de crisis y ha decidido como política 
                    erosionarlo, trayendo nuevos y débiles actores –como 
                    cooperativas, asociaciones de trabajo, entre otras- para 
                    sustituir a quienes por varios años, con todo y sus 
                    diferencias han tratado de “coger el paso” para que el baile 
                    salga bien. 
                    
                      
                    
                    Entonces, lo que hay que decir sin temor a equivocarse es 
                    que los empresarios bananeros más allá de los sistemas de 
                    contratación, lo que buscan es debilitar a SINTRAINAGRO para 
                    sacarlo del escenario político, recortándole su accionar 
                    social a favor de los trabajadores, sus familias y la 
                    comunidad urabaense que en este conflicto laboral ha 
                    mostrado, con creces, sus afectos hacia SINTRAINAGRO como 
                    empresa social de los trabajadores. 
                    
                      
                    
                    Pero no es aventurado vaticinar que muy pronto se derrumbará 
                    esta iniciativa nacida de las entrañas de lo más 
                    recalcitrante del empresariado bananero, porque quienes 
                    conocen la verdadera historia de Urabá, saben perfectamente 
                    que este es el momento menos indicado para lanzarse a 
                    “aventuras” y a experimentar modelos que quizás han 
                    funcionado en otras latitudes. 
                    
                      
                    
                    Es bueno advertir que el tejido social hasta ahora 
                    construido en la zona ha tenido unos altos costos para todos 
                    los urubaenses, perderlo y perder la confianza en él es 
                    malograr los esfuerzos de muchos... volver a reconstruirlo 
                    puede costar mucho más que los resultados mezquinos de 
                    reducir al sindicato. ¡ES BUENO QUE LO MEDITEN! 
                    
                    
                      
                    
                      
                            
                            SINTRAINAGRO 
                            Mayo 
                            de 2004      |