Entre los puntos a tratar entre el Sindicato de 
Trabajadores de Coca Cola (STCC) y 
Montevideo Refrescos se encuentra un episodio 
ocurrido hace unos días, cuando después de expresar su 
intención de afiliarse al Sindicato varias trabajadoras 
fueron sutilmente presionadas. Asimismo, en audiencia 
ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 
se busca acordar la dotación de los camiones de 
distribución. 
 
-En este momento tienen una situación conflictiva con el 
sector de Pre-venta. ¿Cuál es el tema en discusión?
-La pasada semana cinco compañeras del servicio 
telefónico de Pre-venta solicitaron una reunión con el 
Sindicato para conversar sobre su afiliación, 
acordándose un encuentro para el pasado sábado 2. La 
información se filtró y el supervisor del sector, que 
nunca trabaja los sábados, las citó a una reunión ese 
día a la misma hora que la marcada con nosotros. 
 
Las compañeras 
salieron de allí preocupadas, nerviosas e indignadas. Si 
bien el supervisor se cuidó de no hablar contra el 
Sindicato, insistió en decirles que 
"piensen 
bien lo que van a hacer", "hay campo fértil para 
crecer", 
y otras frases intimidatorias que atentan contra la 
libertad de sindicalizarse. Ellas igual mantuvieron la 
reunión con el Sindicato. 
 
El lunes 4 hubo una Asamblea a las 10 de la mañana para 
informar sobre todo a los compañeros de la Pre-venta que 
trabajan fuera de la planta. En la Asamblea, que se 
prolongó hasta las 17 horas con paro y piquete en la 
entrada de la fábrica, se resolvió enviar una carta de 
repudio a las presiones patronales, que fue entregada al 
gerente de Recursos Humanos. Como las medidas que 
implementamos incluyeron un paro, la situación derivó 
hacia el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
 
-También hay un incumplimiento de otro acuerdo por parte 
de la empresa…
-Hay 
un sistema de distribución interna por el cual se 
diferencian dos categorías: choferes y ayudantes. La 
dotación de un camión de distribución está normalmente 
compuesta por un chofer y dos ayudantes. Si bien en el 
acuerdo escrito no dice expresamente que una dotación 
está integrada de ese modo, la empresa lo ha aceptado 
así siempre. Sin embargo, ahora llamó a cinco choferes y 
sólo cinco ayudantes. En definitiva, esta situación 
también desembocó en otras medidas por parte nuestra y 
en la mediación del Ministerio de Trabajo.
 
-¿Qué ocurrió entonces?
-Con 
respecto a la postura antisindical del jefe de Pre-venta, 
la solución negociada es que la empresa enviará una 
circular que estará colocada en todas las carteleras, 
donde se exprese claramente que Coca Cola no 
tiene una política antisindical. Está carta debe ser 
firmada por la gerencia y por el gerente de Recursos 
Humanos. La redacción está a cargo de los abogados de 
las dos partes.
 
Con respecto a la distribución, hoy hay una reunión en 
el Ministerio para considerar la propuesta de la empresa 
de prescindir de uno de los cinco choferes que fueron 
citados. El Sindicato propone que se llame a los cinco 
choferes y por ahora a ocho ayudantes, y escalonar los 
próximos ingresos durante los meses que vienen, según 
las necesidades que vaya presentando esta temporada.
 
-Por otra parte, acaban de realizar un Congreso de 
Delegados.
-Sí, 
el Congreso de Delegados mandató al Sindicato a resolver 
varios asuntos que ya tienen cuatro meses sobre la mesa. 
Está claro que la postura dilatoria de la empresa está 
dirigida a desgastar al Sindicato. Sin embargo, el 
Congreso ha planteado que debemos solucionar once puntos 
pendientes de resolución y un tema económico sobre el 
cual están trabajando nuestros asesores. En general, los 
grandes cambios suelen ser propuestos por la empresa en 
temporada baja, cuando hay existencias suficientes en 
los depósitos. Pero el Congreso resolvió que estemos en 
estado de alerta para resolver todos los temas 
pendientes antes del comienzo de la temporada alta.
 
-Hay además preocupación por los niveles de producción.
-Así 
es. En octubre de 2009 hubo conflicto por la 
introducción en la planta de una sopladora de envases 
PET, equipo que hasta ahora no ha dado sus frutos. 
La sopladora está intacta, da para hacer millones de 
envases, pero no trabaja a plena capacidad porque las 
líneas no producen la cantidad de bebida que se debería.
Es 
increíble que hayamos tenido un conflicto por la 
inclusión de esta máquina dentro de la planta, y que 
ahora no funcione porque las líneas no producen lo 
suficiente. 
 
El Sindicato ha cedido en muchas cosas para proteger la 
fuente de trabajo, pero la forma en que se gestiona la 
producción atenta contra ese objetivo. Muchas veces se 
intenta responsabilizar al Sindicato y a nuestras 
paralizaciones por el bajo rendimiento de la planta, sin 
embargo, el problema radica en las jefaturas de 
producción y de mantenimiento que fallan en su 
planificación y gestión.