Los trabajadores de la distribuidora de FEMSA del municipio de  Cosmópolis, se movilizaron recientemente porque la compañía pretendía mantener el banco de horas*, es decir, un acuerdo diferente al suscrito en la planta embotelladora de Jundiaí, donde fue eliminado. Sirel conversó con Artur Bueno de Camargo, presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Alimentación y Afines (CNTA), para conocer los detalles del acuerdo.

-¿Cómo quedó la situación en Cosmópolis en relación al banco de horas?

-Entre sus plantas embotelladoras, FEMSA tiene una en Jundiaí en São Paulo. Allí la principal reivindicación del sindicato era poner fin al banco de horas. 

-¿Por qué?

-¡Es un sistema totalmente perjudicial para los trabajadores! Así de sencillo.  

Pero este año se logró su eliminación en Jundiaí y en agosto último los trabajadores de Cosmópolis -nucleados en el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Limeira- se movilizaron para extender el acuerdo a ese centro de distribución.

-¿Cuál fue la respuesta de FEMSA?

-A nivel local mostró mucha resistencia, por lo cual solicitamos la intervención de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de Coca Cola (FELATRAC). A finales de agosto Pablo Quiroga, vicepresidente de la Federación y Gerardo Iglesias, secretario regional de la UITA, se reunieron en Buenos Aires con Virgilio Mena y Eulalio Cerda del Grupo FEMSA. Hoy evaluamos que este encuentro fue fundamental para que la distribuidora de Cosmópolis dejara de aplicar el banco de horas.

-¿Satisfecho?

-Este hecho es muy importante: deja sentadas las bases para que en negociaciones futuras el movimiento sindical logre la eliminación total del banco de horas. En este sentido estamos organizando una reunión con los representantes de los diversos sindicatos de FEMSA a nivel nacional para implementar un plan estratégico de movilización.