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Trabajadores realizaron 
plantón frente al local de Kraft Foods Perú  
para expresar 
desacuerdo con propuestas de la compañía 
  
La 
etapa de conciliación culminó sin acuerdo. Los representantes de 
Kraft Foods Perú SA insistieron en que el Convenio fuera por 
tres años con un aumento insuficiente, mientras que los trabajadores 
demandan que la vigencia sea de un año, como lo establece la ley. 
Reclaman también un incremento superior a 1,07 dólares diarios, 
aumento que históricamente la empresa nunca superó, así como el cese 
del trato diferenciado hacia los trabajadores que tienen menos 
remuneración básica. 
  
Carlos Guerra, 
secretario general del Sindicato de Trabajadores Kraft Foods Perú SA 
- Planta Lima, dijo a Sirel que la empresa impulsa una 
campaña de amedrentamiento contra los trabajadores a fin de que no 
acaten las medidas de lucha acordadas en la Asamblea General del 
pasado 30 de octubre. 
  
“La 
empresa ha emprendido una política de infundir terror a través de 
una campaña de desinformación y está amenazando a los trabajadores 
corriendo la voz de que si se produce alguna paralización como 
medida de fuerza, se verán obligados a cerrar la planta e irse a 
otro país, medida que ‘lamentablemente’ afectara a la familia de los 
trabajadores quienes pasarán unas tristes fiestas de fin de año”, 
denunció.  
  
El 
dirigente sindical explicó que en las reuniones de negociación, así 
como en las de conciliación, “Hemos tratado de sincerar el pliego 
intentando conciliar los montos solicitados. Sin embargo, ellos no 
quieren negociar e insisten en el plazo de duración del Convenio de 
tres años y en el aumento general de 1,07 dólares diarios, el mismo 
que viene otorgando desde hace nueve años”. 
  
Al 
referirse a la diferencia de sueldo que existe entre trabajadores 
que realizan el mismo trabajo, Guerra señaló que la empresa 
justifica esta política salarial porque la asocia con el tiempo de 
servicio: “No toma en cuenta        que si dos personas hacen el 
mismo trabajo deben recibir el mismo sueldo. Creemos que sí debe 
haber diferencia por antigüedad, pero esta no tendría que ser tan 
abismal. Hay compañeros que tienen un sueldo de 7,21 dólares 
diarios, mientras otros que realizan el mismo trabajo ganan el doble 
y en algunos casos el triple”. 
  
“A los 
representantes de la empresa les hemos explicado que no ganamos los 
beneficios que reciben los directivos, y en cambio trabajamos los 
365 días del año, de lunes a domingo, en turno amanecida, de 11 de 
la noche a 7 de la mañana. A veces de 7 de la noche a 7 de la mañana 
sin recibir ningún tipo de reconocimiento de parte de la empresa. 
Una vez invitamos a uno de los gerentes para que viera cómo es el 
turno de amanecida, pero se negó”, recordó.  
  
El 
dirigente sindical afirmó que la invitación que le hicieron al 
directivo de la empresa tenía la intención de que experimentará lo 
que “siente el trabajador en ese turno, el calor en el ambiente que 
debe enfrentar; nadie puede hacerse una idea de cómo es si no lo 
vive, pero parece que eso no les interesa a los directivos de 
Kraft”.  
  
Por su 
parte, Fernando Cobian González, secretario de Organización 
del Sindicato de Trabajadores de Kraft, indicó que actualmente se 
cuenta con 438 afiliados de los cuales el 42 por ciento gana 216,4 
dólares mensuales.  
  
“Es 
casi el mínimo vital, por eso insistimos en la homologación. Desde 
hace muchos años hemos conversado con el empleador a fin de que se 
adopte una categorización que permita ordenar la escala salarial, 
pero la política de Kraft es precarizar los salarios de los 
trabajadores de planta, porque los directivos ganan muy bien. Un 
ejemplo es Irene Rosenfeld, presidenta ejecutiva de la 
transnacional Kraft Foods que el año pasado, en plena crisis 
económica mundial, fue declarada la ejecutiva mejora pagada del año 
al casi triplicar su salario, hasta los 16,7 millones de dólares al 
año”, advirtió. 
  
Para
Cobian, la empresa está en condiciones de aceptar sus 
demandas porque en los últimos cinco años ha tenido un crecimiento 
continuo superior al 7 ciento y su tendencia en los próximos años es 
crecer hasta el 15 por ciento gracias a la diversificación de 
productos, así como a la introducción de nuevas maquinarias y 
ampliación de su capacidad instalada.  
  
Julio 
Mirabal Leandro, secretario adjunto de Organización, denunció el incumplimiento de un 
pacto de caballeros mediante el cual los representantes de la 
empresa se comprometieron a pagar como mínimo 8,9 dólares diarios a 
los trabajadores afiliados al Sindicato. “Cumplieron hasta que hubo 
el cambio de Directiva y en la gerencia de Recursos Humanos, y como 
ese acuerdo no estaba escrito lo desconocieron. Muchos compañeros 
que han ingresado en los últimos años estaban ganando 6,4 dólares 
diarios, pero gracias a nuestros reclamos les subieron a $7,2 
dólares”. 
  
Mirabal 
recordó que “Años atrás la producción no era cómo la de hoy, se 
producía menos, la fuente de energía era el petróleo, ganábamos el 
100 por ciento por amanecida, contábamos con un Convenio que 
reconocía nuestros derechos y la empresa nunca se fue a la quiebra. 
Ahora la productividad ha aumentado casi al doble y los costos se 
han reducido desde que se usa el gas natural reemplazando el 
petróleo, las ventas anuales han crecido en 7 por ciento, pero 
nosotros estamos peor”.  
  
Los 
dirigentes coincidieron en señalar que defenderán sus derechos y el 
de sus compañeros a disfrutar de una vida con calidad para ellos y 
sus familias, que no estarán dispuestos a recibir “propinas”, y que 
en esta lucha no estaban solos pues cuentan con el apoyo de la 
Federación Nacional de Trabajadores, Sector Alimentos, Bebidas y 
Afines (FNT-CGTP-ABA). 
  
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