De esta forma estaría más cerca la fusión Soprole-Nestlé, aunque

todavía las versiones son confusas

Fonterra pagó  202 millones de dólares por el 43 por ciento de Soprole, de esa forma logró el 99,44 por ciento del control accionario de la compañía láctea chilena. Paralelamente Fonterra tendrá el 86,19 por ciento de la filial de Soprole Prolesur, propietaria de las plantas procesadoras de leche ubicadas en Temuco, Los Lagos y Osorno.

La compañía neozelandesa precisó al diario El Mercurio que "si bien las partes habían alcanzado un compromiso inicial en octubre del año pasado, el mismo estaba sujeto a la aprobación de ciertas instancias, la última de las cuales se terminó de cumplir recientemente". Una de las instancias más importantes, tal como lo comentamos en un artículo anterior (El yogurt del Papa) era el visto bueno de la Iglesia Católica en Roma.

 “La alianza con Nestlé no está en los planes de Fonterra”¹, dijo Eduardo Teisaire, representante de Fonterra en Chile, refiriéndose a la propuesta de alianza presentada por Nestlé a Soprole en mayo de 2006. “Tras la adquisición accionaria, nuestro objetivo es diseñar el mejor  camino para continuar con el crecimiento de Soprole y fortalecer su potencial exportador. En los últimos años el mercado se ha transformado y la empresa también, encontrándonos frente a un escenario muy distinto al de 2006”, explicó Teisaire. El ejecutivo ratificó el compromiso de Soprole con los productores, señalando que “hemos desarrollado una excelente relación de confianza mutua en los últimos cuatro años, y seguiremos trabajando en forma conjunta en el desarrollo exportador de la industria láctea chilena”.

Pero los productores lecheros, agrupados en Fedeleche, no ven con buenos ojos la operación, ya que consideran que abriría la puerta para que Soprole y Nestlé concreten su intención de crear una nueva empresa conjunta. Con ese objetivo, presentaron hace casi dos años una consulta al Tribunal de la Competencia, la cual fue retirada a los pocos meses. El presidente de Fedeleche, Enrique Figueroa, afirmó que “el pasado de esta compañía en la relación con sus proveedores, sumado al riesgo aún latente de una eventual alianza con Nestlé, nos hace mirar con cierto temor los cambios que se producen y por lo tanto estar atentos al desarrollo de los acontecimientos”.

Para el gerente general de la Asociación de Productores de Leche (Aproleche), Michel Junod, la compra los deja “muy expectantes de las nuevas determinaciones”. Sobre la posible reactivación de la fusión con Nestlé, el ejecutivo reiteró su rechazo tajante a “cualquier intento de juntar operaciones, aunque sean parciales”.

De acuerdo a cifras de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) la recepción de leche en el año 2007 llegó a 1.871 millones de litros, siendo los principales compradores:

Una fusión entre Soprole y Nestlé convertiría a la nueva compañía en compradora de 834 millones 730 mil litros anuales, es decir, 44,6 por ciento del total. A esta situación se le suma que Nestlé optó por la zona de Osorno para levantar una torre de secado de leche que le permitirá aumentar la producción en 20 mil toneladas. Las obras requerirán una inversión de 25 millones de dólares y comenzarían a fines del año en curso.

 Mientras tanto, los trabajadores de ambas empresas, así como las organizaciones que los representan, deberán permanecer alertas.  En Colombia, en el año 2003, CICOLAC (una subsidiaria de Nestlé) despidió a sus trabajadores y desapareció como empresa industrial procesadora de  leche en polvo, sustituyéndola apareció la Sociedad DPA Ltda.

Con el fin desconocer la existencia de una sustitución patronal, DPA Ltda. aparece en los papeles adquiriendo solamente los activos (maquinaria, bienes muebles e inmuebles, etc.) y no la empresa como unidad productiva. Al mismo tiempo contrata nuevos trabajadores mediante acuerdos con las denominadas “cooperativas de trabajo asociado” (previstas en la ley y de las cuales  existen actualmente en Colombia más de 2.600). De esta forma evitó la continuidad del contrato o convención colectiva de trabajo, comprometiendo incluso la existencia de la organización sindical.

Lo curioso es que DPA Ltda.  fue anunciada por Nestlé como una alianza estratégica con Fonterra para la continuación del proceso productivo de lácteos en Colombia y sin embargo, en ningún documento de la Cámara de Comercio colombiana aparecía Nestlé como socia.

Con estos antecedentes las prevenciones y argumentos de Fedeleche parecen justificarse plenamente.