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  Perú

El "gen Brahma" explica

el estilo AmBev

 

 

 

Desde que fue constituida hace ocho años, los directivos de la Compañía de Bebidas de las Américas (AmBev) procuran cada día superarse a sí mismos en su condición de pésimos empleadores y paradigmas de la prepotencia, el cinismo y la carencia de ética. Ahora el turno le llegó a Perú. Veamos los hechos más relevantes de esta nada edificante historia.

 

 

AmBev nació en 1999 como resultado de la fusión de las brasileñas Brahma y Antarctica, fabricantes de gaseosas y cervezas. Más que una fusión, se trató de la absorción por parte de Brahma de su antigua competidora que desde hacía tiempo venía experimentando problemas. Simultáneamente, se produjo un escándalo provocado por la sospecha de que se había filtrado información anticipada sobre la fusión, infidencia que habría beneficiado a tres grandes accionistas. La gravedad del caso hizo que interviniera la Comisión de Valores Mobiliarios y que tres años después la investigación fuera cerrada luego que los involucrados pagaran el equivalente a 115 mil dólares y se comprometieran a publicar, con el patrocinio de AmBev, un manual de buenas prácticas corporativas.

 

Según la experiencia de los sindicatos brasileños, resultaba relativamente fácil negociar con Antarctica, mientras que con Brahma la negociación se convertía en un diálogo frustrante: “ella no se negaba a negociar, pero nunca resolvía ni cedía nada” cuentan los compañeros. Tras la fusión, AmBev heredó el maligno gen de Brahma que, entre otras cosas, afecta negativamente la política de relaciones laborales.

 

AmBev siguió creciendo y expandiéndose por América Latina y en la medida en que se desarrollaba iba cerrando fábricas y despidiendo trabajadores. Hasta que llega 2004 y fusiona con la belga Interbrew, dando nacimiento a InBev, el mayor fabricante mundial de cervezas. Y otra vez los mismos tres accionistas de 1999 aparecen involucrados en maniobras no muy claras destinadas a su beneficio, pero que perjudicaron a los accionistas minoritarios en aproximadamente 448 millones de dólares. En 20 meses, el gen de Brahma había convertido aquel manual de buenas prácticas corporativas en papel mojado.

 

El acuerdo entre AmBev e Interbrew para crear InBev fue complejo, pero  finalmente la belga quedó con el control de la nueva compañía. Pese a ello, el gen de Brahma y el estilo AmBev de despidos, cierres de plantas, desconocimiento de los sindicatos y violación de los acuerdos, contaminó a la nueva compañía y muy pronto los comenzaron a padecer los sindicatos de europeos, incluyendo los belgas.

 

En mayo de 2003 AmBev había ingresado al Perú como Compañía AmBev-Perú a través de una fábrica de refrescos. En 2005 inaugura con la presencia del embajador de Brasil –mezclando, como tanto le agrada, patrioterismo con negocios- su planta cervecera en la zona industrial de Huachipa con capacidad para producir un millón de hectolitros de cerveza al año y lanza al mercado la cerveza Brahma, la que actualmente capta más del 18 por ciento del mercado limeño.

 

En marzo del año pasado, el Grupo Romero -conglomerado peruano que incluye el Banco de Crédito e inversiones en los sectores de alimentos y logística, además de  30.000 hectáreas de palma africana en las cuales se taló el bosque tropical autóctono- adquirió 25 por ciento del capital de AmBev-Perú. Un comunicado de la compañía se encargó de informar que esta operación le “permitirá a AmBev contar con el know-how de un socio estratégico local fortaleciendo así las operaciones en el Perú”. Sin embargo, como veremos más adelante, este “saber hacer” de los socios locales, no será tomado en cuenta al momento de negociar con el sindicato.

 

Entre el 1º y el 31 de agosto de 2006 fue el plazo para inscribirse en el Trainee AmBev 2007. Este Programa para jóvenes profesionales incluye a todas las subsidiarias de AmBev y se inició en 1990. En 2005, 17 mil brasileños y 4 mil jóvenes de otros países de América Latina se inscribieron para ser seleccionados. En 2004 se inscribieron en el Programa 9.500 peruanos, de los cuales fueron seleccionados solamente cuatro. Los seleccionados, luego de 5 meses de entrenamiento en Brasil, asumen una función específica en la compañía, ya sea en Perú o en otro país.

 

El entrenamiento en Brasil se realiza en la ya tristemente célebre Universidad AmBev, responsable de transmitir la cultura de la Compañía, que según su página Web tiene su enfoque en  los “resultados y la meritocracia”. Veamos solamente un ejemplo de lo que ahí se enseña. El pasado diciembre, el Tribunal Superior del Trabajo de Brasil -máxima instancia de la justicia del trabajo- estableció que un trabajador de AmBev sometido diariamente a humillaciones y malos tratos debía recibir una indemnización de 70 mil reales (aproximadamente 33 mil dólares). El trabajador había ingresado a la compañía en 1998, desempeñándose como auxiliar de promoción de ventas y supervisor de comunicación, siendo despedido en 2004. En su denuncia, narra que todos los días los empleados eran evaluados en dos reuniones -denominadas motivacionales en la jerga de la empresa- una matinal y otra vespertina. Esta segunda reunión era destinada a la aplicación de castigos a quienes no alcanzaban las metas. Los castigos consistían en realizar flexiones, sentadillas y otros ejercicios hasta el agotamiento. El denunciante llegó a verse obligado a realizar flexiones con su jefe pisándole la espalda. Otro de los castigos consistía en que los empleados sancionados eran fotografiados con premios en forma de excrementos humanos y la foto era exhibida en la cartelera de la empresa durante un mes. En su alegato frente al Tribunal AmBev -influenciada por el gen Brahma- argumentó que “el valor de la indemnización se encontraba por encima de los límites de la racionabilidad y proporcionalidad”, como si los abusos a que sometía a sus empleados sí resultaran racionales y proporcionales.

 

AmBev-Perú acaba de dar inicio -con una importante inversión económica-  a su campaña de verano 2007 que denominó “Tú mismo eres”,  donde se promociona la nueva cerveza Brahma Beat. La propaganda destaca su mayor graduación alcohólica (5,2 por ciento) violando lo que establece el Código de Comunicaciones Comerciales de su matriz InBev -obligatorio para todas las filiales- que prohíbe exhibir en las campañas publicitarias cualquier referencia al grado alcohólico de sus marcas pero ya sabemos que al gen Brahma no hay código que lo inhiba.

 

A todo esto, el 07 de mayo del año pasado los trabajadores de AmBev-Perú constituyeron el Sindicato Único de la Compañía Cervecera AmBev-Perú S.A.C. (SUTAMBEV) y desde el momento mismo de su fundación la empresa comenzó a hostilizar a los trabajadores procurando desestabilizar al sindicato. En julio, de acuerdo a la legislación vigente, el sindicato presentó un pliego de reclamos a los efectos de acordar un convenio colectivo para el período 2006/2007. Como es característico en el gen Brahma, la empresa asumió la postura de ignorar al sindicato y su reclamo, lo que motivó un paro de tareas de 48 horas los días 14 y 15 de noviembre.

 

Finalmente, el 11 de enero de 2007 el sindicato, la empresa y un representante de AmBev Brasil se reunieron para discutir el pliego de reclamos, especialmente lo relacionado con los salarios. La empresa ofreció un incremento de tres por ciento en las remuneraciones y un bono de 500 soles (156,64 dólares) por el cierre del pliego. El sindicato propuso un bono de 3.000 soles a ser abonado en enero y junio. La empresa realizó una contraoferta de 1.000 soles y, finalmente, su última propuesta fue un bono de 1.400 soles a ser abonado en febrero y octubre y una vigencia de dos años para el convenio colectivo, frente a ello, la delegación sindical se levantó de la reunión. El representante de AmBev regresó a Brasil, desde donde le envió un ultimátum al sindicato reiterándole la última oferta, advirtiendo que en caso que ésta no fuera aceptada, se verían en la obligación de cerrar la empresa. Pocas horas más tarde, directivos de AmBev-Perú le comunican al sindicato que si quieren conservar sus puestos de trabajo deben actuar en concordancia, ya que la empresa no cuenta con un presupuesto para hacer frente a las demandas de los trabajadores y existe la posibilidad de cerrar la planta.

 

Por supuesto que el gen Brahma puede ser combatido y modificar su influencia en la conducta empresarial. Los sindicatos han entendido que los instrumentos idóneos para esa tarea son la unidad y la organización, por ello es que las organizaciones sindicales afiliadas a la UITA acaban de constituir la Federación Latinoamericana de Trabajadores de AmBev y pese a que el SUTAMBEV todavía no es afiliado a la UITA, su caso está siendo asumido por la Federación.

En Montevideo, Enildo Iglesias

© Rel-UITA

26 de enero de 2007

Enildo Iglesias

 

 

 

Ilustración: Fotocomposición Rel-UITA

 

 

 

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