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     Paraguay - Estados Unidos

 

¿Quiénes pagan el precio del éxito?

 

Ganancias multimillonarias, un puerto que pondría en peligro

 la salud de la población de Asunción, una huelga en Iowa: 

tres realidades de una transnacional sin frenos.

 

 

El pasado 21 de agosto la transnacional Cargill publicó los resultados del año fiscal 2007 que concluyó el 31 de mayo de este año. Por quinta vez consecutiva las ventas y las ganancias aumentaron fuertemente. Así, las ventas anuales mundiales se incrementaron de 75.208 millones de dólares, en 2006 a 88.266 millones en 2007 (una diferencia de 17 por ciento). En el mismo plazo las ganancias netas pasaron de 1.537 millones en 2006 a 2.343 millones en 2007, una diferencia de 52 por ciento.

 

Cargill emplea 158.000 personas y opera en 66 países. Sus negocios están  organizados en cinco secciones principales: Agricultura y Piensos, Alimentación, Salud y Farmacéutica, Industria, y Gestión Financiera y de Riesgos. Salvo en la sección Agricultura, se registraron aumentos en todas las actividades.

 

Explica la empresa en su presentación corporativa, entre otras cosas, que “todos los años estamos midiendo los cambios de percepción entre los clientes y posibles clientes”, se congratula por los avances logrados en cuanto a coherencia percibida, constata que todavía tiene un camino importante a recorrer y promete formar el equipo de Cargill “para que, a partir de la cooperación, el conocimiento y el compromiso con los clientes, convierta la marca en un éxito”. No habla del compromiso con los lugares de ubicación de sus instalaciones ni del respeto por sus trabajadores.

 

A continuación, apenas dos ejemplos para ilustrar este aspecto del comportamiento de la empresa. 

 

Ayer, martes 9, la Comisión de Recursos Naturales de la Junta Municipal de Asunción está realizando una audiencia pública para tratar la construcción del puerto Unión en Ceballos Cué, cerca de la capital paraguaya, Asunción. Este proyecto de Cargill, con un valor inicial de aproximadamente 25 millones de dólares, está destinado a la exportación de productos agrícolas y la importación de fertilizantes, y forma parte de un programa de inversiones en Paraguay que ascenderían a 180 millones de dólares en los próximos años. El puerto se ubicaría a unos 500 metros de la toma de agua de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP), lo que implicaría un riesgo para la salud de miles de personas, como explica Luis Diarte, director de la Comisión Salud, Agua y Saneamiento de la Asociación de Usuarios y Consumidores del Paraguay (Asucop), que está estudiando la posibilidad de presentar un recurso de amparo ambiental ante la justicia con la intención de frenar la construcción del nuevo puerto.

 

Simultáneamente, la compañía debe enfrentar una huelga en su país de origen. En el estado de Iowa, Estados Unidos, los empleados de la planta de almidón de maíz están en huelga desde este lunes, manifestándose contra lo que ellos han bautizado como “contratos basura”. Se trata de un intento de la compañía de despedir a 18 trabajadores sindicalizados de su planta en ese estado federado para sustituirlos con otros no organizados y subcontratados.

En Montevideo, Dieter Schonebohm
© Rel-UITA
10 de octubre de 2007

 

Con información de Agrodiario y La Nación de Paraguay

 

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