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 Colombia

Coca Cola Carepa, con sed antisindical

La empresa está ubicada en el norte profundo colombiano, en la región bananera de Urabá. En medio del desierto verde, la fábrica. Allí embotellan Coca Cola. En la negociación colectiva, la empresa quiere embotellar al sindicato.

 

Coca Cola y sus dos cajas contables

 

El 24 de febrero se inició formalmente la primera etapa del proceso de negociación del convenio colectivo entre empresa y trabajadores. Desde el vamos, la compañía ha mostrado números, estadísticas, gráficas que hablan de lo mal que están los negocios. Cuando los trabajadores mencionan sus pretensiones de incremento salarial, los voceros patronales responden con tantos quejidos y lloradera que algún desprevenido se puede llegar a confundir. Sin embargo, esa tal iliquidez no aparece cuando de contratar abogados se trata. Primero fue un connotado profesional de Medellín., que se ufanaba de haber salido airoso en la disputa con los más berracos sindicalistas. Su autobombo era tan estridente como los lamentos economicistas de la empresa. Sin embargo, un día llegó borracho a la mesa de negociación y apoyado en la mesa prosiguió bebiendo, mientras anunciaba la derrota del sindicato. No tuvieron otra, lo echaron, y salieron en desesperada búsqueda. Evitando un nuevo affaire y considerando que en Medellín tal vez todos los abogados son alcohólicos, llegaron a la propia capital. En Bogotá contrataron por lo alto, con seguridad uno de los mejores buffet de abogados del país, que tiene mucha seriedad y de barato nada.

 

La crisis de la empresa aparece y desaparece por arte de magia.

 

Un matrimonio que se las trae

 

El dueño de la franquicia de Coca Cola Carepa reside en Estados Unidos. La empresa está regenteada por la doctora Silvia Enciso de Sáenz. Su esposo, Humberto Sáenz, trabaja en el cuidado de los jardines de la empresa. Pero en los últimos tiempos, mientras pasea en procura de malas hierbas, se dedica a una tarea extra: fumigar veneno contra el sindicato.

 

La empresa, durante la segunda etapa de arreglo directo de la negociación, manifestó su intención de dar solución a la parte económica. Eso sí, siempre y cuando fueran modificados los artículos normativos en la convención, que otorgan derechos sobre la representación sindical, la estabilidad laboral y establece el procedimiento a seguir en la investigación de faltas por parte de los trabajadores y la eventual aplicación de sanciones. Por supuesto, lo anterior no fue aceptado.

 

Durante la pasada semana la empresa pretendió reunir a los trabajadores para dar información sobre la negociación y la "intransigencia" del sindicato. Como no lo lograron, la señora Sáenz recurrió a los servicios de fumigación sindical a cargo de su cónyuge y su "radio bemba".

 

Cuando la gente dice basta

 

Los trabajadores de Coca Cola Carepa aprobaron por unanimidad ir a la huelga. La asamblea general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de las Bebidas evaluó positivamente, el viernes 2, lo actuado por la comisión negociadora y conformó el comité de huelga. Según la ley colombiana el sindicato cuenta con 10 días hábiles para efectivizar la medida. A pesar de la fumigación de la compañía, la lucha continúa.

 

 

Gerardo Iglesias

© Rel-UITA

5 de abril de 2004

 

 

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