-¿Por qué te parece que han 
cerrado esta planta y de esta manera?
-Fue un atropello a la clase obrera, porque nosotros salimos 
de la fábrica un miércoles a las 3 de la tarde y todo estaba perfecto, y al 
otro día regresamos a las 5 de la mañana para enterarnos de que la planta 
estaba cerrada. Veníamos incluso haciendo horas extras. Ellos se estaban 
preparando y llenaron todas las naves de las cámaras. Nos dieron un golpe de 
muerte. 
 
¿Por qué no nos dieron alguna información 
previa? ¿Cuál es la ética de esta empresa que no tiene empacho en despedir 
de esta manera a gente enferma, mujeres embarazadas, personas con licencia 
anual, padres y madres de familia? Esto ha sido un profundo shock psicológico para todos 
y estamos sufriendo las secuelas de esa situación. Tenemos compañeros de 
edad avanzada que no conseguirán otro empleo. Ese día había Policía 
Secreta, ambulancias, paramédicos… ¡y eran las 5 de la mañana! Lo tenían 
todo planificado. Nos trataron como si fuésemos ladrones.
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¿Cuál es la ética de esta 
empresa que no tiene empacho en despedir de esta manera a gente 
enferma, mujeres embarazadas, personas con licencia anual, 
padres y madres de familia?  | 
 
 
 
-¿A cuántos trabajadores y 
trabajadoras reubicaron?
-Ellos le dijeron al gobierno que reinstalaron al 25 por 
ciento del personal, pero es mentira. Sólo relocalizaron a los empleados 
administrativos, a la clase obrera la dejaron afuera. Eso nos causó pánico. 
A Nestlé 
no le interesa sus trabajadores ni sus trabajadoras, sólo sus productos.
 
-¿Hay muchos que están 
deprimidos?
-Muchos, muy deprimidos. Hemos ido a los médicos porque 
supuestamente continuarían pagando el seguro durante seis meses, pero cuando 
vamos a los hospitales y a las clínicas no nos atienden porque 
Nestlé 
no paga ya por nosotros. Esta es otra mentira, como también lo es que nos 
hayan dado seis meses de salario como compensación. La llegada de Ana 
Isabel a la gerencia de Recursos Humanos transformó todo en un caos. 
Ella instaló un clima de tensión y de intimidación. Nos prometían muchas 
cosas en las reuniones entre empresa y sindicato, pero después no cumplían 
ninguna. 
 
-Seguramente esta gerente 
recibía todo el apoyo de la compañía…
-Sin duda, y tengo entendido que ha sido la política de
Nestlé 
en otras partes, porque esta empresa no tiene buenas relaciones con la clase 
obrera. Por mi experiencia en el sindicato pude darme cuenta de que 
Nestlé
abusa de los trabajadores y trabajadoras.
 
-¿Cuántos años tienes?
-Tengo 43 años, y llevaba diez años dentro de la empresa. En 
el sindicato participé desde su creación y ocupé diversos cargos.
 
-¿Ustedes continúan 
reuniéndose?
-La Directiva del sindicato aún se reúne. Justamente, lo 
haremos este próximo viernes. Seguimos manteniendo el contacto con los 
compañeros y las compañeras, tratando de saber de ellos, de ayudarlos en lo 
que se pueda, organizándonos en esta nueva etapa. Muchos tienen padre o 
madre a cargo, casi todos con préstamos y créditos que pagar. Ha sido un 
desastre en la vida de todos. Y eso no se cura de un día para el otro. Casi 
todos teníamos más de diez años de trabajo en la empresa. Mentalmente 
estamos muy afectados. 
 
-¿Hay un rumor de que la 
empresa no cerrará definitivamente?
-Corre esa voz, y cada día más firmemente. Parecería que 
quedará como distribuidora. Todavía permanecen algunos pocos trabajando 
allí, choferes, pero ninguno está sindicalizado. La idea sería importar 
helados de las plantas de Cuba o Puerto Rico. En el documento 
que le entregaron a la directiva del sindicato el día del cierre, sin 
embargo, dice claramente que se cerrará en forma definitiva el negocio de 
los helados Nestlé 
en el país, que no habrá exportado ni importado. Prácticamente que iban a 
desbaratar la empresa. Es probable que haya sido otra de las mentiras que 
nos dijeron. Ellos dicen que no tenían la rentabilidad que precisaban, pero 
yo creo que querían destruir al sindicato, y además tenían una muy mala 
administración. No tengo pruebas, pero si testimonios de que había un 
descontrol administrativo. Ellos quisieron encubrir su propia ineficiencia.
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Por mi experiencia en el 
sindicato pude darme cuenta de que Nestlé abusa de los 
trabajadores y trabajadoras.  | 
 
 
 
-¿Cómo te sientes tú 
personalmente?
-Muy mal, me siento mal por mí y por mis compañeros y 
compañeras de trabajo con los cuales durante tantos años dimos el todo por 
el todo para sacar a esta empresa adelante. Y así nos pagó. Yo quisiera que 
todos ustedes hubiesen estado ahí en esos momentos para ver cómo fuimos 
tratados. No hay palabras para describir lo que se siente. Para ellos 
no somos nada, no tenemos sentimientos. Es un día imborrable para todos 
nosotros.
 
-¿Qué les dirías a los 
trabajadores de Nestlé 
en todo el mundo?
-Les exhorto, como trabajadora y compañera, a darse cuenta de 
que trabajan en una empresa que es como un monstruo, porque le meten miedo 
al trabajador. Les pido que se unan todos los trabajadores y trabajadoras 
de Nestlé, 
como un sindicato sólo a nivel nacional y también internacional, para 
combatir a este monstruo. Solamente así tenemos posibilidades de ganar. Hago un llamado a los sindicatos de 
Nestlé, 
dominicanos e internacionales, a que se reúnan, se comuniquen y hagan un 
solo sindicato. Lo digo porque el nuestro era como un sindicato hijo de 
los otros de la misma empresa en República Dominicana, y si hubiésemos 
tenido más apoyo esto no nos habría pasado. Hicimos varias reuniones y 
hasta seminarios para unificar los sindicatos, ya que la empresa es una 
sola, pero eso no ocurrió, quizás por diferencias personales. Debo decir que 
no sentimos el apoyo de algunos de nuestros compañeros para unirnos, que 
siempre fue nuestra meta. Por eso lo repito, únanse, porque la 
Nestlé no es buena y no debemos 
permitir que esté por encima de la gente y de las leyes.
 
