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República Dominicana

 Con Felipe Ozuna

Nestlé:

El lobo bajo la piel de un cordero

 

Trabajó durante cinco años en la fábrica de Nestlé en Santo Domingo. Fue primer vocal en el Sindicato de Trabajadores de Helados Nestlé (SINTRANESTLED) hasta el cierre de la planta. A sus 44 años, y en un país en crisis, tiene grandes dificultades para conseguir un nuevo empleo. Siente que aún forma parte de la colectividad de los trabajadores de Nestlé, pero piensa que la transnacional debería ser expulsada del país. Este es su testimonio para Sirel.

 

 

-¿Cómo viviste el cierre de la fábrica?

-Esto que hicieron con nosotros fue una barbaridad. Llegar a tu lugar de trabajo como todos los días y encontrar eso lleno de seguridad, como una zona militarizada, fue un shock. No nos permitían siquiera retirar nuestras cosas de los casilleros. Bueno, es que no podíamos ingresar. Nunca había visto que una empresa hiciera lo que Nestlé nos hizo a nosotros. Jamás.

 

-¿Por qué ocurrió esto?

-Ellos cometieron ese abuso con nosotros porque no llegamos a realizar algo que se estaba organizando desde hacía mucho tiempo, que era la unión de los tres sindicatos de la misma empresa, correspondientes a las plantas ubicadas en San Cristóbal, San Francisco de Macorís y nosotros en Santo Domingo. Si hubiésemos logrado esa unión esto no habría ocurrido, o tal vez sí, pero no de esta forma. Por eso ahora llamo a los compañeros y compañeras de las otras dos plantas de Nestlé que quedan funcionando a que se unan rápidamente, porque si no les va a pasar lo mismo que a nosotros. Está bien claro que el objetivo de Nestlé es destruir los sindicatos.

 

-¿Tienes información de tus ex compañeros?

-Ayer mismo vino un compañero a verme. Su mujer tiene un mes para dar a luz, y él ya no sabe qué va hacer. Se está volviendo loco. No consigue otro empleo, y el dinero que le dieron por el despido no le alcanzó ni para pagar las deudas que tenía. Incluso me pidió dinero para comprarle leche a su mujer, pero yo no puedo ayudarlo porque me fui a pique. Hace dos meses y medio que estoy buscando trabajo y no consigo nada, nada, nada…

 

-¿Y cómo está viviendo tu familia?

-Tengo cuatro muchachos, mi esposa, mi madre, todos dependían de mí. Imagina que tú eres empleado de una empresa, y de repente te cancelan sin ningún aviso, sin que te digan el motivo por el que te despiden. ¿Qué come tu familia? Ya tengo una edad en la que conseguir empleo da bastante brega. Mi familia está pasando muy mal. Y aún porque a mi esposa la operaron hace un mes, y la operación costó todo lo que me pagaron en Nestlé. No sé ni cómo estamos sobreviviendo, a base de martirio, de ayuda de amigos. Y cuando uno es sindicalista le cuesta aún más conseguir trabajo, porque averiguan los antecedentes en empleos anteriores y en muchos lados te cierran las puertas.

 

-¿Qué piensas de Nestlé?

-Creo que habría que echarla del país, porque es una empresa muy ingrata con sus trabajadores y trabajadoras. Gente con diez y 15 años allí, y de pronto es como si llegara un huracán y se llevara todo, todo, de un momento para el otro. Estas cosas no se pueden hacer.

 

-¿Qué les dirías a los trabajadoras y trabajadores de Nestlé en el mundo?

-Que no tengan confianza en Nestlé, porque esa empresa tiene un nombre y una imagen bonita, pero humanamente es monstruosa, no vale la pena. Y esto que hace en República Dominicana lo puede hacer en cualquier parte del mundo. Que estén alerta y preparados. A nosotros nos botaron peor que a un perro, porque ni siquiera aun animal se le trata de esa manera. Les digo a todos los trabajadores y trabajadoras, que para mí siguen siendo mis compañeros, que se cuiden, porque de lindo Nestlé sólo tiene el nombre.

 

En Montevideo Carlos Amorín

Rel-UITA

1º de setiembre de 2008

 

 

 

 

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