La inflación según Nestlé
 
En 2009 
Perú acumuló una inflación cercana al seis por ciento y ese año, agotada 
la 
negociación colectiva, el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de Nestlé 
Perú (SUNTRANEP) tuvo que recurrir a la intervención del 
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo 
para arrancarle a la empresa un aumento salarial que en promedio llegó al 
3 por ciento. La discusión del Convenio Colectivo correspondiente al año 
en curso ya superó la etapa de trato directo y también se encuentra en la 
órbita del citado ministerio. Una de las principales causas que tiene 
trabada la negociación es la intransigente postura de la empresa de no 
otorgar aumento salarial alguno, argumentando “que la inflación es cero” y 
que “el mercado así lo exige”. Además, pretende que el nuevo Convenio tenga 
una vigencia de tres años, con cero por ciento de aumento en el presente y 
1 por ciento en cada uno de los dos siguientes.
 
Olvidemos 
momentáneamente que la empresa adeuda 3 por ciento de “recuperación” por 
inflación acumulada del convenio anterior. Descartamos, por poco serio, el 
argumento referente a las exigencias del mercado. Nos queda como argumento 
central la “inflación cero”, pero  la misma Nestlé Perú, con la 
torpeza -producto de una contumaz altanería- que caracteriza a sus jerarcas, 
se encargó de aclarar las cosas.
 
En una 
colorida “Comunicación al colaborador” (sin fecha como es costumbre) 
las gerencias de Compras y Recursos Humanos anunciaron que a 
partir del 1º de junio aumentarán las tarifas del servicio de comedor y que 
el aumento es de 7 por ciento. Entonces: ¿hay o no inflación? Si la 
inflación es cero para aumentar salarios, ¿por qué aumenta el servicio de 
comedor?
Metiéndole la mano en el bolsillo de los 
trabajadores
A todo esto 
debemos aclarar que los trabajadores abonan el 50 por ciento del costo de 
los alimentos y la empresa el otro 50 por ciento. En consecuencia, si no 
existe inflación, el aumento significa que los trabajadores, en el mejor de 
los casos, pasan a pagar el 57 por ciento y la empresa el 43.
Frente a 
estos hechos, el SUNTRANEP se dirigió al gerente general protestando 
por la decisión unilateral de aumentar los precios de los servicios del 
comedor. También reclamó por los servicios que presta la concesionaria del 
comedor (APC Corporación) en lo relativo a la atención, 
rapidez, variedad y calidad de la comida, sin obtener respuesta hasta el 
momento. 
En 
consecuencia, la decisión de la Empresa constituye una violación al convenio 
colectivo vigente, que en su cláusula trigésimo quinta, entre otras cosas, 
establece: “Así mismo ambas partes acuerdan formar comisiones en cada sede, 
las mismas que se encargarán de verificar el correcto funcionamiento del 
servicio de comedor”. Esto significa que como es lógico y natural, el 
Sindicato vigila la correcta aplicación del dinero de los trabajadores.
 
 
 
 
  
Nestlé enseña a alimentarse
En un “Hola 
Nestlé”, Carlos Velasco (gerente general) se complace en informar 
que el 30 de abril pasado la empresa y el Ministerio de Educación 
firmaron un Convenio de Cooperación Interinstitucional (sic) para promover 
la educación nutricional a nivel nacional. Y que ello “nos convierte en 
aliados estratégicos del Estado peruano en la lucha contra la malnutrición”. 
Suena bonito ¿no? Lástima que en la “Comunicación al colaborador” 
donde se anuncian los nuevos montos que los “colaboradores” pagarán por los 
servicios de alimentación encontramos:
| 
 
 
Almuerzo normal Fábrica Lima  
........................................ | 
 
 
S/  | 
 
 
3,70  | 
| 
 
 
Almuerzo económico Fábrica Lima 
 
 
................................... | 
 
 
 “  | 
 
 
2,15 | 
| 
 
 
Almuerzo normal Oficina Central 
 
 
....................................... | 
 
 
 “  | 
 
 
3,96 | 
| 
 
 
Almuerzo Especial Oficina Central  
 
 
................................... | 
 
 
 “  | 
 
 
5,05 | 
 
Es triste 
que el Estado peruano necesite de la cooperación de Nestlé 
para la promover la educación nutricional. La promoción se resumirá, según 
el ejemplo que la empresa muestra en los comedores de sus fábricas (almuerzo 
normal y almuerzo económico) en un sabio consejo: ¡coma según el dinero que 
disponga! Además es necesario que los peruanos entiendan las diferencias 
nutricionales existentes según Nestlé, entre un empleado, que por 
serlo almuerza en Oficina Central y un obrero de fábrica. ¡Lamentable!
Ahorrando en la comida del loro
 
Otra 
reciente “Comunicación al colaborador” de Recursos Humanos, da 
cuenta de la “suspensión temporal del reparto de fruta” y la explicación es 
que “en línea con las medidas de austeridad de la empresa, estamos 
renegociando (sic) precios con todos nuestros proveedores”, además de tener 
en cuenta que “en invierno el consumo de fruta disminuye”.
 
En la sede 
central de Nestlé en Vevey habrán tomado debida nota de esta 
trascendental medida, que sin duda revalorizará las acciones de la compañía. 
Pero lo que el comunicado no menciona es que el mentado reparto de fruta 
solo funcionaba en Oficina Central -otra demostración que los empleados de 
cuello blanco requieren de más proteínas- pues en las fábricas hace más de 
un año que, también por decisión unilateral, se eliminó.
 
Por nuestra 
parte imaginamos otro de los consejos de la campaña de educación nutricional 
que enorgullece a Carlos Velasco: “Señora, mientas negocia con los 
proveedores, usted y su familia dejen de comer”. 
 
Es de 
destacar la prudencia que muestra el SUNTRANEP frente a esta escalada 
de provocaciones, pero cada vez más se está llegando al límite en que la 
empresa pueda confundirla con debilidad.