Nestlé, otra vez oídos sordos
Ahora en 
Indonesia
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El sindicato 
que representa a los trabajadores de la fábrica de Nescafé en Panjang,
Indonesia, realizó un acto de protesta y continuará con las manifestaciones 
hasta lograr que sus derechos sean respetados. 
 
 
El Sindicato de trabajadores de Panjang de 
Nestlé Indonesia 
(SBNI-P), afiliado a la UITA,  ha estado 
luchando para negociar un nuevo convenio colectivo 
desde fines del 2007. En vez de negociar, la 
dirección de Nestlé procuró intimidar a la 
dirigencia sindical e impugnar la legitimidad del 
sindicato. En diciembre del año pasado, la compañía 
intentó, infructuosamente, crear un "equipo de 
negociación" designado para reemplazar al sindicato.
 
Luego de la intervención de la UITA en su 
momento, las violaciones más flagrantes cesaron. Pero los trabajadores y 
trabajadoras de Nescafé Panjang aún no tienen un nuevo convenio colectivo, 
ya que Nestlé continúa negándose a negociar de buena fe con el 
sindicato. 
 
Como en el caso de la fábrica KitKat en Perm de
Rusia, Nestlé se ha negado a negociar sobre los salarios, 
aduciendo que la fijación de niveles salariales es prerrogativa del 
empleador. Igual que lo hiciera en Perm, hasta que se vio obligada a 
retroceder, la empresa se rehusó a revelar las escalas salariales que 
pretende aplicar, aduciendo que es "secreto comercial". 
 
Como en el caso de Perm, la UITA ha 
recordado a la oficina central de Nestlé en Vevey, Suiza, que 
la negativa a negociar los salarios, así como a proporcionar la información 
necesaria para que las negociaciones sean significativas, es una violación 
de los Convenios de la OIT y coloca a Nestlé nuevamente en 
violación de las Pautas OCDE para Empresas Multinacionales. Y, como 
en ocasión de la campaña de apoyo al sindicato de Nestlé en Rusia, la
UITA estará realizando movilizaciones, en torno a este problema, 
hasta que los derechos sindicales en la planta de Panjang sean plenamente 
respetados. 
 
El conflicto sobre derechos de negociación 
colectiva en Nestlé Rusia, que comenzó en diciembre de 2007, 
finalizó con una victoria sindical en junio de 2008, con la aceptación 
formal de Nestlé de reconocer el derecho fundamental del sindicato a 
negociar los salarios.