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                      Estados Unidos 
  
  
    
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                          Elecciones 2004 Adiós a la democracia
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                    Este año, los partidos políticos 
                    han gastado más de 600 millones de dólares en propaganda. 
                    Considerando otros gastos, como alquileres de oficinas, 
                    campañas telefónicas, gastos de giras proselitistas, etc, 
                    Demócratas y Republicanos superaron en conjunto los 1.000 
                    millones de dólares.    
                    Incluso en las contiendas 
                    estatales, el costo de las mismas haría casi imposible que 
                    un ciudadano normal se presentara como candidato. Por 
                    ejemplo, la lucha por el distrito estatal 30 de California 
                    entre Nicole Parra y Dean Gardner costó más de 3 millones de 
                    dólares. Solamente con el apoyo de uno de los partidos 
                    hegemónicos se puede llegar a ser candidato. Esto implica un 
                    "filtro" al que no todos los ciudadanos están dispuestos a 
                    someterse y deja a los independientes fuera de la escena 
                    política. 
 El sistema electoral estadounidense es anticuado y absurdo. 
                    Un candidato presidencial puede ganar en voto popular pero 
                    si no obtiene suficientes votos en el Colegio Electoral, 
                    pierde. Cada uno de los 50 Estados tiene un número de 
                    electores en el Colegio Electoral, de acuerdo a su 
                    población. Por ejemplo, California, el más numeroso, tiene 
                    55. Pero, ¿a quién representan estos electores? Sólo a uno: 
                    el candidato ganador en ese Estado se los lleva todos. Por 
                    ello, la campaña presidencial se centra fundamentalmente en 
                    los Estados "pendulares" que pueden proporcionar a un 
                    candidato la cantidad necesaria de votos electorales.
 
                      
                        
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                          Como 
                          California es tradicionalmente Demócrata, Bush tenía 
                          que asegurarse varios Estados del centro y el sur para 
                          triunfar. Hace dos años otorgó subsidios agrícolas por 
                          valor de 10.000 millones de dólares a distribuir en 
                          diez años. Este apoyo a la agricultura es selectiva: 
                          se orienta a ciertos granos, como cereales y arroz, 
                          que predominan en el centro y sur del país. En cambio, 
                          no apoyó el cultivo de la uva californiana.
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 Como California es tradicionalmente Demócrata, Bush tenía 
                    que asegurarse varios Estados del centro y el sur para 
                    triunfar. Hace dos años otorgó subsidios agrícolas por valor 
                    de 10.000 millones de dólares a distribuir en diez años. 
                    Este apoyo a la agricultura es selectiva: se orienta a 
                    ciertos granos, como cereales y arroz, que predominan en el 
                    centro y sur del país. En cambio, no apoyó el cultivo de la 
                    uva californiana.
 
 En México, el Partido de la Revolución Institucional (PRI), 
                    que gobernó ese país entre 1929 y el 2000 -y que podría 
                    regresar al poder en el 2006- distribuye subsidios agrícolas 
                    y canastas alimenticias pocas semanas antes de las 
                    elecciones. Curiosamente, legisladores y periodistas 
                    estadounidenses critican la corrupción electoral mexicana 
                    sin mirarse al espejo.
 
 El sistema electoral de Estados Unidos no es proporcional, 
                    lo que significa que no hay lugar para otros partidos. Esto 
                    quiere decir que aunque se organicen diferentes sectores 
                    disconformes con la dualidad Republicanos-Demócratas, las 
                    posibilidades de ganar escaños para ejercer el derecho 
                    democrático de cuestionar las decisiones oficiales, no 
                    existe. ¿Y las organizaciones de base y los medios de 
                    comunicación? Controlados por el poder, por supuesto.
 
 Durante décadas, los conservadores atacaron incesantemente a 
                    los medios de comunicación por ser "liberales". Este acoso 
                    rindió frutos y hoy la mayoría de los medios hegemónicos 
                    pertenecen a poderosas corporaciones y expresan una 
                    tendencia mucho más derechista que hace años. Además, los 
                    conservadores disfrutan de una gran variedad de cadenas de 
                    medios que hacen propaganda abierta de sus ideas y atacan a 
                    los críticos. Entre ellas, la cadena de TV por cable Fox, 
                    propiedad del millonario Rupert Murdoch, y decenas de radios 
                    cristianas y ultraconservadoras que asumen abiertamente su 
                    activismo.
 
 Ante todo ello, los ciudadanos críticos, independientes, 
                    poco pueden hacer. Las ONG y organizaciones de base en 
                    general dependen de fundaciones y fondos oficiales para 
                    poder movilizarse, pero por ley están muy limitadas so pena 
                    de perder sus fondos. Al asumir la presidencia por primera 
                    vez, Bush decidió que organizaciones religiosas recibieran 
                    millones de dólares para "actividades caritativas". Esta 
                    resultó ser una formidable base política. El lenguaje moral 
                    comenzó a dominar más claramente las cuestiones sociales y 
                    políticas. Así, es común que predicadores y pastores de 
                    diferentes iglesias pidan a sus fieles votar por candidatos 
                    que no apoyen el aborto: una manera poco disimulada de pedir 
                    el voto para candidatos republicanos. Organizaciones, 
                    iglesias y activistas religiosos se convirtieron en la base 
                    firme, disciplinada y hasta fanática del apoyo a Bush y su 
                    partido. Por ejemplo, el voto republicano de la población 
                    negra creció del 8 al 16 por ciento gracias a la influencia 
                    religiosa.
 
 Además de mantener la Casa Blanca, los conservadores han 
                    aumentado el control del Congreso y es posible que también 
                    crezca su influencia en el Tribunal Supremo de Justicia. 
                    Sumado a la prensa y una amplia base religiosa, el dominio 
                    social conservador es casi total: una condición básica de 
                    todo imperio. Washington afirma defender valores 
                    democráticos en nombre de los cuales ataca y conquista otras 
                    naciones. O critica a personajes como Fidel Castro por 
                    llevar 40 años en el poder, cuando los Bush, Rumsfeld, 
                    Cheney y otros llevan eso y más en el poder (sea político o 
                    económico).
 
 Cuando la dictadura se consolida, el lenguaje se hace más 
                    confuso para disfrazar lo evidente.
 
 
                    Eduardo Stanley
 
                    4 de noviembre de 2004   
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