Uruguay

¿Descarriló el Presidente?

 

Tabaré Vázquez decidió que solamente él tiene derecho

 a utilizar el silbato del tren del TLC.

 

“A raíz de las controversias planteadas en el seno del Gobierno sobre el tema de las negociaciones exploratorias tendientes a un eventual acuerdo para el incremento comercial con los Estados Unidos de Norteamérica, el Presidente de la República resuelve que, a partir del día de la fecha, se constituye en el único vocero sobre dicho tema, o, en su defecto, la persona en la que él delegue”. Tal lo que expresa el primer párrafo del comunicado del Presidente uruguayo dirigido “a la opinión pública”, que recibí con una mezcla de preocupación y tristeza en la tarde del lunes 14 de agosto.

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Uruguay

11-08-2006

 

Una historia de silbatos, trenes y descarrilamientos

TLC Uruguay

Estados Unidos

 

Por

Enildo Iglesias

 

Como comentara en mi entrega anterior 1, en su discurso durante el taller denominado “Uruguay en la Economía Global” celebrado el pasado día 9, Tabaré –como siempre hemos llamado a nuestro Presidente– manifestó, en obvia referencia a la oportunidad de firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., que “el tren, algunas veces, pasa una sola vez”. En el mismo acto el canciller Reinaldo Gargano comentó a la prensa que “el tren pasa una sola vez, pero hay gente que se pone delante y se la llevan por delante”. En el artículo anterior pronosticaba el descarrilamiento del TLC o del gobierno, tengo que admitir mi equivocación: el que descarrila es el Presidente.

 

Debo reconocer que el comentario de Gargano no fue oportuno ni diplomático, especialmente si se considera que cuenta con otros escenarios para manifestar y defender sus puntos de vista. Además de ministro, es presidente del Partido Socialista, del cual también es miembro Tabaré. Tampoco puedo desconocer las verdades esgrimidas en su discurso desde la tribuna del citado taller, donde entre otras cosas argumentó: “vivimos fracaso tras fracaso de la Organización Mundial de Comercio y se persiste en la no aprobación de la eliminación de subsidios a la exportación”. Recordó además que Uruguay ya aplicó una apertura de mercado, con un precio que pagaron el país y su gente con la caída del empleo y cierre de empresas.

 

En mi opinión, seguramente compartida por gran parte de los uruguayos, los argumentos de Gargano son totalmente válidos. Refuerza sus argumentos la actitud de la propia Embajada de EE.UU. en Uruguay que censura en su página web el discurso del canciller pero publica los del Presidente y de dos ministros favorables al TLC.

 

La salida de tono de Gargano no justifica un desplante autoritario como el que nos obsequia el compañero Tabaré (a quien –aclarémoslo por las dudas– siempre acompañé con el voto). Resulta inadmisible y especialmente grave que el presidente de un gobierno calificado de progresista, reconociendo la existencia de “controversias” en su seno pretenda solucionar mediante la imposición de una sola voz –la suya– y amordazando a los discrepantes. No queda otra alternativa que condenar a quien amordaza y sentir lástima por quien se deje amordazar.

 

El segundo párrafo del comunicado es todavía más lamentable: “El Presidente de la República invitará a los partidos políticos uruguayos a una etapa de profundización del debate en el seno de los mismos y en ese sentido, en los próximos días, convocará a las máximas jerarquías del Frente Amplio, del Partido Nacional, del Partido Colorado, del Partido Independiente y de la Unión Cívica, para entregarles la información que se posee sobre este tema, elaborada por los grupos técnicos bilaterales que están trabajando al respecto”. 75 palabras que ilustran la manera de pensar –y actuar– del Presidente:

 

- Tabaré invita a los partidos políticos, incluida la coalición de partidos a la que pertenece y lo llevó a la presidencia, a profundizar el debate en el seno de cada uno de ellos. Curiosamente, la oposición (el Partido Nacional, segundo en las últimas elecciones y el Partido Colorado, tercero) son fervientes partidarios del TLC y no lograron aprobarlo en el pasado, cuando conformaban un gobierno de coalición, debido a la oposición del Frente Amplio (FA). Es verdad que existen controversias y que algunas figuras políticas pertenecientes al FA las manifiestan. Pero el Congreso, la Mesa Política y las principales autoridades de esta fuerza política se manifestaron oportunamente contra el TLC.

 

- Si bien Tabaré es el presidente de todos los uruguayos, no es menos cierto que llegó a ese cargo con el voto de ciudadanos convencidos por un programa de gobierno confeccionado y aprobado colectivamente, divulgado durante la campaña electoral y en el cual la prioridad en materia de integración se centraba en el MERCOSUR, descartando expresamente el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y por extensión un TLC con EE UU. ¿Se pretende hoy desconocer los alcances y validez de aquel programa?

 

- Por más que ocupe la presidencia de la República, el cargo no lo faculta a proponer a partidos que no son los suyos que debatan internamente sobre el TLC con EE.UU. Además, de realizarse los debates propuestos serían ejercicios intelectuales meritorios, pero inútiles, desde el momento en que no anuncia ningún mecanismo o instancia para recibir –menos aún discutir– las conclusiones a las que se arribe.

 

- Tal parece que la vocería que el Presidente reclama para sí se reduce a entregar información a los partidos políticos, a la medida que vaya siendo elaborada por los grupos de técnicos bilaterales que están trabajando en el tema. Coherente con lo manifestado en su discurso del 9 de agosto, donde afirmó que “el comercio no es asunto de ideología” él, que es un hombre de la izquierda política elegido para un cargo político, deja el tema en manos en los técnicos. No importa que la ciudadanía ignore quiénes son esos técnicos y que no los haya elegido.

 

- Por último, es necesario subrayar que el comunicado presidencial no menciona la forma en que participará la sociedad en la discusión de un tema de tanta importancia. No es un olvido menor.

 

¿Es posible que nuestro presidente-maquinista haya querido girar a la derecha con mucha velocidad y descarrilado? En poco tiempo más lo sabremos. 

Enildo Iglesias

© Rel-UITA

16 de agosto de 2006

Enildo Iglesias

 

 

 

  

1 - Una historia de silbatos, trenes y descarrilamientos, 11.8.06

 

 

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