Bolivia
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Carlos Mesa
seguirá gobernando el país
Bolivia, entre dos bloques |
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En una sesión que
apenas duró media hora, el Congreso boliviano rechazó anoche
la renuncia de Carlos Mesa. Sin embargo, el presidente y los
parlamentarios de los partidos tradicionales (MNR, MIR, ADN,
UCS y NFR) llegaron antes a un acuerdo y firmaron un
documento mediante el cual se comprometen a trabajar
conjuntamente en la solución a la crisis política y, sobre
todo, a agilizar una serie de iniciativas legislativas
respecto a los hidrocarburos y las autonomías.
En el momento de presentar su renuncia, Carlos Mesa
argumentó que se había visto obligado a tomar esa medida
debido a los conflictos sociales que vivía el país. Pero
poco a poco fue saliendo a flote la verdadera razón de
aquella decisión: su oposición a la aprobación de una ley de
hidrocarburos que afecte los contratos vigentes con las
empresas transnacionales (Repsol, Total Fine, Chaco, British
Gas, Petrobrás) que obtuvieron ventajosas condiciones de
explotación en la década de los 90 con las privatizaciones
del neoliberal Gonzalo Sánchez de Lozada.
Actualmente, estas empresas pagan como máximo un 18% de
impuestos y regalías. En el referéndum de junio de 2004, una
amplia mayoría de bolivianos se pronunció a favor de que se
suban "los impuestos y/o regalías" hasta un 50%.
Precisamente esta determinación es la que el Movimiento al
Socialismo (MAS) intenta hacer cumplir, y por ello convocó a
las movilizaciones y bloqueos.
El diputado del MAS Gustavo Torrico explicó: "El domingo
pasado, Carlos Mesa puso como argumento de su renuncia a los
conflictos sociales y a los bloqueos. Pero luego quedó claro
que el Fondo Monetario Internacional, la embajada de EEUU y,
principalmente, el poder petrolero lo han presionado para
que no acepte una ley que afecte sus intereses. Entonces, él
utilzó su renuncia como un chantaje político, quiso
conmocionar al país con su renuncia y así frenar el proceso
de aprobación de una ley que favorece a los intereses de los
bolivianos gravando a las transnacionales petroleras con una
subida de regalías de hasta el 50%, como manda el
referéndum".
Como confirmando esta aseveración, horas antes de que el
Congreso se reuniera para tratar el asunto de la renuncia
presidencial, Mesa hizo saber a través de una conferencia de
su ministro de la Presidencia que, aun cuando el Parlamento
rechazara su renuncia, estaba decidido a dejar el cargo si
los partidos tradicionales no firmaban con él un acuerdo por
el que se comprometieran a dar un nuevo tratamiento a la ley
de hidrocarburos. Inmediatamente, el ex presidente Jaime Paz
Zamora (1989-1993) declaró: "ahora sabemos que Mesa quiere
proteger el proceso de capitalización (privatización) de su
antecesor; le preocupa que las petroleras paguen más
regalías: esa es la razón de su renuncia".
En cualquier caso, Mesa y los partidos tradicionales
firmaron el acuerdo exigido minutos antes del rechazo
congresal a la renuncia, pero el principal partido de
oposición, el MAS, se negó a hacerlo. Eso deja a Bolivia
nuevamente dividida. Por un lado, el viejo sistema político
que apoya a Carlos Mesa, con un importante sector de la
población de clase media urbana a su favor; por otro, los
movimientos sociales que hoy, a las 10 de la mañana, tienen
previsto firmar un gran pacto social para frenar al gobierno
de Mesa.
Se sabe que en ese pacto social podrían estar el MAS de Evo
morales, el MIP del líder indígena Felipe Quispe, la Central
Obrera Boliviana (COB), la Coordinadora del agua y la Vida,
la Fejuve de El Alto y un grupo amplio de organizaciones
sociales y sindicatos. Entre los planes del bloque está la
continuación de las presiones callejeras y los bloqueos para
lograr que se apruebe la ley de hidrocarburos en los
términos que sostiene el MAS. Por su parte, el presidente
Carlos Mesa, en su discurso ante el Congreso, llamó a todos
sus partidarios a una gran concentración para el jueves que
llene plazas y calles para mostrar una "oposición militante
a los bloqueadores".
Aunque la continuidad de Carlos Mesa se haya resuelto, la
crisis política que vive Bolivia podría agravarse por el
enfrentamiento entre el bloque conservador que trata de
liderar el presidente y los sectores populares encabezados
por el MAS y Evo Morales.
Walter Chávez
La Insignia/Rel-UITA
9 de marzo de 2005
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