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Comerciantes y transportistas unidos a la protesta
EFE |
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Los transportistas y los comerciantes minoristas se unieron
este jueves a los actos de protesta que realizan desde el
lunes pasado los universitarios del país, todos ellos por
demandas sectoriales y en oposición a la gestión de Mesa.
La Paz amaneció sin transporte público con la excepción de
algunos taxis sin afiliación sindical, lo que obligó a la
mayoría de las escuelas a suspender las clases, al carecer
los estudiantes de medios para desplazarse a los centros
docentes.
La huelga de los minoristas ocasionó el cierre de un buen
número de plazas y puestos de venta, con algunas
excepciones, como los mercados de la zona sur, que
funcionaron con normalidad.
Pese a las medidas de presión, las entidades bancarias
abrieron sus puertas, al igual que las oficinas de las
empresas públicas y privadas, que, no obstante, trabajaron
en jornada continúa y cerraron a primeras horas de la tarde.
Además de la huelga, los sindicalistas realizaron una
manifestación multitudinaria por las principales arterias
del centro de la población, con la participación de miles de
personas, lo que obligó a las autoridades a desplegar un
fuerte dispositivo policial, especialmente en los accesos a
la Plaza Murillo, donde se hallan las sedes del Ejecutivo y
el Legislativo.
La marea humana, la ausencia de tráfico y la presencia de
curiosos en la calles dio a algunas zonas de la ciudad la
apariencia fantasmal que presentó en octubre de 2003.
Aquel mes, las protestas contra el entonces presidente
Gonzalo Sánchez de Lozada desembocaron en choques con la
Policía y el Ejército, que causaron al menos 58 muertos y la
salida del poder del mandatario, que fue sucedido
constitucionalmente por Carlos Mesa.
El actual gobernante fue criticado hoy por los manifestantes
con gritos de "Mesa, chileno, el gas no se vende", en
alusión a la firma de un contrato de venta de gas a
Argentina con carácter de emergencia que se definió el
miércoles en Buenos Aires.
Pese a que el acuerdo contiene cláusulas para impedir una
triangulación, los sectores en conflicto y algunos partidos
políticos temen que el gas enviado a Argentina sea desviado
a Chile, a causa de la necesidad de los argentinos de
cumplir un contrato de provisión energética con los
chilenos.
Al margen de La Paz, las protestas lograron paralizar las
actividades en Santa Cruz, Cochabamba, Oruro, Sucre y
Potosí, aunque con diferente intensidad.
Las protestas contra el Gobierno, que se radicalizarán a
principios de mayo con un bloqueo de carreteras convocado
por los campesinos, unidas a los insistentes rumores sobre
la existencia de planes golpistas colocan por primera vez
contra las cuerdas al presidente Mesa, solo seis meses
después de que asumiera el poder.
