Colombia

 

Colombia después de Bush

La visita del emperador y su semilla del diablo

 

 A la misma hora en que un grupo de jóvenes -que como la gran mayoría de los colombianos, se resisten a que nos roben el futuro- disputaba una valla de seguridad con la policía, las armas de la Guardia de Honor –réplicas de la fusilería del Ejército Libertador- que simbólica y protocolarmente defienden la institucionalidad, la soberanía e independencia del Estado, eran vulgarmente manoseadas y requisadas “para revisión” por unos gorilas con gafas oscuras del cuerpo de seguridad del presidente imperial. Los integrantes de la guardia son cadetes novatos que estaban apostados a los lados de la alfombra roja extendida para la visita, y el objetivo de la humillación era “impedir infiltraciones musulmanas terroristas”, según justificó el ridículo Ministro de Defensa colombiano, que a diferencia de los  televidentes, fue testigo presencial del grotesco y vulgar menosprecio a una representación simbólica de la nación anfitriona.

 

La actitud silente y complaciente de nuestros gobernantes confirma su condición subalterna y el poco o ningún respeto por la majestad de una patria que, a partir de los símbolos que la identifican, debe ser celosamente resguardada. Pero si contra el protocolo para recibir al señor Bush llovían irrespetos, en el organizado para la primera dama gringa no ocurría menos: le prepararon una visita a la Fundación que lleva el nombre del escritor de fábulas infantiles Rafael Pombo. La decoración del salón incluyó las obras del escritor, afiches de los personajes de las fábulas, y un grupo de niños con cara recién lavada, por primera vez desayunados a tiempo y traídos desde los Altos de Cazucá -un barrio de pobreza absoluta en la periferia de Bogotá- preparados para repetir como loritos:

 

-Hello, mucho gusto- cuando apareciera la señora Bush.

 

La avanzada de seguridad compuesta por más gorilas monos, vestidos de negro y con gafas de Rambo incursionó en el recinto. El gorila mayor -1,95 metros de estatura- gritó: “Los periodistas se callan y nada de preguntas”, y “ustedes, los disfrazados, se retiran al salón contiguo”. La Gata Candonga, Simón El Bobito y Rin Rin Renacuajo salieron como desdichados sin poder encarnar tres de los personajes de las fábulas de Pombo.

9-3-2007   América Latina

La historia rechaza al señor Bush

¿Cuáles son los objetivos que se plantea el señor Bush en su gira por América Latina?

Por Guillermo Chifflet

 

Todo ocurrió diez minutos antes de la llegada de las dos primeras damas para esa “tarea cultural”, pues no tenían nada que hacer en la mesa en donde los ministros colombianos, encabezados por el presidente Uribe, en la antesala del Congreso de la Lengua Española a realizarse en Cartagena, presentaban sus tareas en inglés, imploraban la ratificación del TLC y ofrecían 6 millones de hectáreas de tierra para transgénicos y cultivos con destino a la producción de etanol, además, de las reiteradas mutuas zalamerías por el apoyo a sus dos mutuas guerras: la interna en Colombia y la de Estados Unidos en Irak.

 

Dejando atrás el indignante espectáculo al que fuimos sometidos los colombianos en los aspectos protocolares de la visita, centrémonos ahora en la semilla del diablo que dejó para sembrar el gobierno de Bush y que pasó desapercibida bajo el espectáculo montado alrededor de su visita.

 

El pasado 10 de marzo, tres días antes de la llegada de Bush, el diario El Tiempo informó que “Se sembrará maíz transgénico. Las compañías Monsanto y Du Pont recibieron el aval del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA)”, y agregaba que “el ICA autorizó las siembras comerciales de algodón con la tecnología Roundup Readyy Bollgard”. Las variedades aprobadas para la siembra de maíz son las llamadas Yielgard y RR, que exigen zonas especiales y controladas para evitar la contaminación genética con otras especies no genéticamente modificadas, según el Protocolo de Bioseguridad.

 

Esta aterradora realidad no es otra cosa que el bautismo de la definitiva desgracia y exterminio del campesinado; en la misma noticia de El Tiempo se explica que a los campesinos  les quedará prohibido guardar la cosecha para su uso como material de siembra, teniendo en cuenta que Monsanto podría enjuiciarlos por uso de semilla pirata, pues el aval que le dio el gobierno colombiano así lo permite, según las supuestas leyes de “derechos de obtenedor”, o sea las patentes de corso que han obtenido estas transnacionales.

 

Pues bien, si a los campesinos les anuncian la desgracia total, no es menor la catástrofe para el medio ambiente y la biodiversidad colombiana, que por estar ubicada en la zona ecuatorial y amazónica es de las más ricas del planeta. Para tener una ilustración sustentada científicamente sólo véase el libro de Jorge Riechmann, profesor de Filosofía Moral de la Universidad de Barcelona, responsable de biotecnologías en el Departamento Confederal del Medio Ambiente de CC.OO, entre otras responsabilidades científicas. En el libro “Cultivos y Alimentos Transgénicos” Riechmann relaciona, entre otros riesgos,  los siguientes:

 

“Efectos tóxicos o alergénicos debido a productos transgénicos o productos de interacciones a genes huéspedes”

 

-Propagación de transgenes a especies silvestres cercanas por hibridación sexual, por ejemplo transgenes de resistencia a herbicidas, creando por hibridación malas hierbas con resistencia a los herbicidas.

 

-Incremento de la contaminación química  del agua y los alimentos (ya que el 60 por ciento de la investigación biotecnológica en el sector agrícola se encamina a crear plantas resistentes a determinados herbicidas). Aumento de las enfermedades relacionadas con biocidas entre los trabajadores y trabajadoras del campo.

 

-Concentración de los insectos normales (no resistentes) sobre los cultivos no transgénicos, sometiéndolos a daños acrecentados.

 

-Alimentos manipulados para que tengan buen aspecto, con independencia de su valor real para la nutrición.

 

Como se puede constatar, mas allá de las consideraciones económicas e industriales supuestamente benévolas para el sector agrícola, lo que existe es una simple entrega de la soberanía nacional a partir de la pérdida de la autonomía alimentaría de los pueblos, para entregar ese control a las transnacionales de químicos y alimentos. Un pueblo que es controlado por el suministro y calidad de alimentos, que es expuesto al exterminio de su soberanía alimentaria ancestral y cuya biodiversidad es puesta a la orden de los laboratorios de las transnacionales en franco servilismo capitalista, es un pueblo sometido y esclavizado. Por esta razón, ya existe en el Congreso una denuncia por traición a la patria contra el presidente Álvaro Uribe Vélez. Muy justificada, pues se debe sumar el agravante del funesto y nada bienvenido TLC, que se propone imponer con sus mayorías cuestionadas, ética moral y políticamente por el escándalo para-político que contaminó al Congreso y deslegitimizó la elección de la gran mayoría de los actuales parlamentarios.

 

No logramos detener la visita imperial, ni su funesta conclusión, pero la naturaleza a través de la Cordillera de los Andes, en donde se encuentra ubicada Bogotá, se solidarizó y afectó de soroche (mal de las alturas que produce mareos) al señor Bush y su numerosa comitiva de funcionarios y gorilas.

En Bogotá, Luís Alejandro Pedraza

© Rel-UITA

16 de marzo de 2007

 

 

 

 FOTO: bbc.co.uk

Volver a Portada

 

   UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905