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El pasado 
viernes entrevistamos al Presidente Lugo, depuesto en su cargo a través de un 
sutil mecanismo constitucional y un grosero proceso que se asemeja a lo ocurrido 
en Honduras en junio de 2009, lo que pone en estado de alerta a toda la región. 
  
  
-La intención es confundir a la 
opinión pública nacional e internacional, pero lo que sucedió aquí fue un golpe 
de Estado… 
-¡Sin lugar a dudas! Los medios de 
comunicación privados que responden a ciertos intereses, quieren dar la 
impresión de que aquí no ha pasado nada, que hubo una sucesión natural de cambio 
de Presidente de la República.  
  
Al mismo tiempo no dan a conocer los 
más de 40 espacios y lugares de resistencia activos, y la solidaridad 
internacional que sí confirman que aquí ha pasado algo.  
  
Aquí hubo una ruptura del orden 
democrático, aquí hubo un juicio político sin razón de ser, se efectuó un golpe 
parlamentario. Hay varios nombres: golpe express; Cristina 
Kirchner 
mencionó que se trata de un
golpe 
suave. 
El laboratorio de todo esto fue 
Honduras 
hace tres años, y aquí en 
Paraguay 
fue perfeccionado.  
  
-Llegué anoche, y me llamó la atención la ausencia de la resistencia al golpe. 
¿Esa situación tiene que ver con su pronunciamiento de efectuar una resistencia 
en paz? 
-Sí, 
una resistencia pacífica. En los 40 piquetes que se han realizado no ha habido 
violencia. Hoy, el puente que nos une con 
Brasil 
fue 
cerrado por dos horas, con gente de 
Paraguay 
y brasilera. El puente que nos une con 
Argentina, 
en Encarnación, también fue cerrado. La gente está expresando su descontento, su 
indignación. Hay una sana y pacífica indignación ciudadana. Pero estas 
manifestaciones no aparecen en la prensa.  
	
		
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			Estamos 
			recurriendo a la Corte Suprema de Justicia y a las instancias 
			internacionales competentes, como a la Corte Interamericana de 
			Derechos Humanos, porque creemos que esto fue injusto y se violentó 
			la voluntad popular y las garantías del justo proceso.  | 
		 
	  
  
Nosotros hacemos hincapié en convocar a manifestaciones pacíficas, uso de la 
fuerza sí, pero sin violencia y, al mismo tiempo, no salirse del orden jurídico 
nacional. Las manifestaciones son permitidas y creo que la ciudadanía está 
despertando a una gran conciencia cívica en todo el país. En siete departamentos 
se han producido fuertes expresiones de rechazo al golpe, y esto continuará, 
porque creemos que la voluntad popular expresada el 20 de abril de 2008 fue 
quebrantada con este juicio político o golpe parlamentario. 
  
-Usted dice no salirse del orden jurídico nacional, los golpistas afirman 
también que no violentaron ese orden… 
-Se 
respetó, se le dio un viso legal, pero como dijo el presidente 
Juan Manuel Santos 
(Colombia), 
ese viso legal fue violentado, fue forzado.  
Aquí 
no se respetó el debido proceso y tampoco el derecho a la defensa. Cualquier 
muchacho que tenga un accidente con una moto tiene derecho a dos, tres, cuatro, 
hasta 18 días para preparar su defensa, yo tuve sólo 17 horas y dos horas para 
exponerla. En el juicio al presidente 
José P.
Guggiari 
(1928-1932),
él 
tuvo tres meses para preparar su defensa y otros tuvieron semanas, a mí me 
dieron 17 horas.  
  
En 
menos de 24 horas no se puede deponer a un Presidente electo por las mayorías 
populares. Por eso nosotros estamos recurriendo a la Corte Suprema de Justicia y 
a las instancias internacionales competentes, como a la Corte Interamericana de 
Derechos Humanos, porque creemos que esto fue injusto y se violentó la voluntad 
popular y las garantías del justo proceso.  
  
-¿Quién está detrás del golpe? 
-Grupos que nunca muestran los rostros. Grupos económicos, también la clase 
política tradicional, que no acepta que en este país pueda haber prácticas 
políticas diferentes, prácticas políticas que no se basan en el clientelismo ni 
el prebendarismo, que son comunes de los partidos tradicionales que ahora se 
unieron en el golpe por primera vez en la historia.  
  
-¿Cuál es vuestra agenda ahora? 
-Vamos a salir por todo el país explicando a la ciudadanía lo que pasó. El 
próximo martes vamos a estar en Caazapá, el jueves vamos a estar en las 
barriadas de Asunción, y así iremos recorriendo todo el país. Y como lo 
mencioné, vamos a insistir ante la Corte Suprema de Justicia y ante los 
organismos internacionales competentes.  
  
-¿Cómo evalúa la solidaridad 
manifestada por los gobiernos de la región? 
-Me da una garantía, confirma que lo 
que sucedido aquí en Paraguay preocupa porque se trató de una ruptura del 
orden democrático, y los países hermanos han manifestado su solidaridad de 
manera ferviente. Siempre dijimos que como país mediterráneo no podíamos estar 
aislados ni económica ni políticamente, lamentablemente esto ha ocurrido con el 
golpe.  
  
  
  
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