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ECONOMÍA │CRISIS

La crisis internacional y los trabajadores latinoamericanos

 

 

 

El origen

en 2008

 

Las manifestaciones

de la crisis

La crisis empezó en los Estados Unidos, cuando un número creciente de familias no pudieron pagar las cuotas de las hipotecas sobre sus casas.

 

Eran familias que siempre tuvieron una baja capacidad de endeudamiento, pero algunos bancos y numerosos comisionistas igual los exhortaron a endeudarse. Se les llamaba hipotecas “subprime” que significa de baja calidad.

 

Un grupo de estas hipotecas se juntaban y se vendían como títulos de deuda. Las compraban bancos de los Estados Unidos y de la Unión Europea, que creían que era un buen negocio tener una colocación a largo plazo y que suponían que el precio de las casas seguiría aumentando.

 

Estas hipotecas se vendían cada vez más caras y crearon lo que se llamó una “burbuja”. Cuando los deudores no pudieron pagar en 2008 la “burbuja” explotó, los títulos perdieron valor, algunos bancos quebraron y otros tuvieron grandes pérdidas, los gobiernos los apoyaron con miles de millones de dólares.

 

Fue un fracaso de las instituciones financieras y de los controles de los gobiernos, luego de más de una década de liberalización y desregulación.

 

Las políticas implementadas

 

En los Estados Unidos, la Reserva Federal inyectó dinero para apoyar a los bancos y aumentó el déficit del gobierno, por un mayor gasto que no era acompañado por mayores ingresos; en España pasó lo mismo.

   

En un primer momento el G-20, estuvo de acuerdo en impulsar varios cambios como, por ejemplo, aumentar los controles sobre las operaciones bancarias; pero poco tiempo después, salvadas  las instituciones financieras, no se avanzó en las reformas del sistema financiero internacional.

 
   

China por su parte expandió el crédito interno y aceptó un aumento de la inflación para mantener el crecimiento.

 

Los países de Europa y Estados Unidos tuvieron la necesidad de coordinar una política de expansión monetaria, básicamente para salvar al sistema financiero.

 

En un primer momento el G-20, Grupo de los 20 países con economías de mayor tamaño, estuvo de acuerdo en impulsar varios cambios como, por ejemplo, aumentar los controles sobre las operaciones bancarias; pero poco tiempo después, salvadas  las instituciones financieras, no se avanzó en las reformas del sistema financiero internacional.

 

Las grandes potencias optaron por recuperar la confianza de los mercados para atraer capitales, pero no se dieron cuenta de que fue demasiado temprano para sacar los estímulos fiscales.

 

La demanda privada no se disparó, como muchos creían y esperaban; sin demanda, no hubo inversión. La impresión de varios economistas es que los movimientos bursátiles fueron una reacción del poder financiero frente al poder político1.

 

Los impactos de la crisis

 

En los Estados Unidos el nivel de actividad económica medido por el PBI comenzó a caer en el último trimestre de 2008 y en 2009 acumuló un 2,7 por ciento, el déficit fiscal alcanzó a 10,6 por ciento del PBI, y el desempleo aumentó de 5,8 por ciento en 2008 a 9,3 por ciento en 2009. 

 

Las principales repercusiones en América Latina fueron la caída de las exportaciones, del nivel de actividad y del empleo. El comercio internacional disminuyó cerca del 10 por ciento.

 

De acuerdo a la información de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), los impactos fueron peores para los países con mayores vínculos comerciales con los Estados Unidos; los más afectados fueron México y los centroamericanos, que dirigen la mayor parte de sus exportaciones con ese destino.

 

En América del Sur durante 2009, el PBI en Chile cayó un 2 por ciento, el déficit fiscal fue un 4,6 por ciento del PBI, la tasa de ocupación bajó un 1 por ciento y el desempleo aumentó de 7,9 a 10 por ciento.

 

Brasil tuvo una caída del PBI de 0,6 por ciento en 2009 y se recuperó con un aumento de 7,5 por ciento en 2010. Argentina bajó su tasa de crecimiento que había sido de 6,8 por ciento en 2008 a 0,9 al año siguiente, pero un año después creció al 9,2 por ciento.

 

Los países latinoamericanos y en particular los de América del Sur, aprendieron la lección y se encuentran mucho mejor preparados para enfrentar la crisis de 2011.

 

 

 

En Montevideo, Jorge Notaro

Rel-UITA

5 de septiembre de 2011

 

 

 

 

1- Sebastián Premici La hora de las reformas estructurales.

    Diario Página 12 de Buenos Aires,  15/08/11

 

 

 

Jorge Notaro es Contador Público – Economista, egresado de la Universidad de la República Oriental del Uruguay (UDELAR). Actualmente es investigador del Sistema Nacional de Investigadores y coordinador del Taller de Economía Nacional y Popular, un programa del Centro Artiguista de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CADESYC) y la Fundación Vivian Trías.

 

Se ha desempañado como asesor económico, como consultor y como docente. Es autor de numerosos artículos y libros vinculados a la economía y el trabajo y participado en decenas de conferencias y entrevistas.

 

En esta oportunidad, elaboró para la Rel-UITA una serie de tres artículos con relación a la crisis financiera internacional.

 

En la primera entrega, se analiza el origen de la crisis en el año 2008, detonada por la incapacidad de pago de los deudores de hipotecas en los Estados Unidos, su efecto en los países de la Unión Europea y las repercusiones en América Latina.

 

La segunda nota estará referida al rebrote ocurrido en julio de 2011, donde se destaca que mientras en 2008 el origen fueron los bancos privados, en 2011 el problema está en los gobiernos.

 

En la tercera nota se considerará las perspectivas y los impactos de la crisis sobre los trabajadores de los países de América Latina.

 

Para la Rel-UITA es un orgullo contar con Jorge Notaro entre sus colaboradores y le damos la más cálida y fraternal bienvenida. Estamos seguros que sus aportes contribuirán a la información y al análisis de nuestras organizaciones afiliadas.

 

Rel-UITA

 

 

 

 

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