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Varias 
organizaciones civiles y religiosas conmemoraron el 
tercer aniversario del asesinato de la religiosa 
estadounidense Dorothy Stang, una defensora de la 
Amazonía y de los campesinos, muerta por pistoleros 
contratados por terratenientes y madereros. 
  
En las ciudades de Belém y Anapú, en el estado 
amazónico de Pará, en el norte del país, unas 
600 personas se reunieron para recordar a la 
misionera católica, en actos que se convirtieron en 
una petición de justicia y denuncias de impunidad. 
  
Stang, 
nacida en 1931, trabajó durante décadas en 
comunidades olvidadas de Pará hasta ser 
acribillada en una emboscada el 12 de febrero de 
2005 en un camino vecinal del municipio de Anapú. 
  
La misionera fue asesinada porque defendía el establecimiento 
de asentamientos de trabajadores rurales en tierras 
públicas que eran reclamadas y ocupadas ilegalmente 
por hacendados e industriales de la madera, según la 
Fiscalía, que ha procesado a cinco personas, de las 
cuales ha condenado a dos sicarios y dos autores 
intelectuales del crimen. 
  
En Belém, capital del estado de Pará, tuvo 
lugar una concentración que según la estatal 
Agencia Brasil reunió a unas 600 personas frente 
al Tribunal de Justicia, donde también fueron 
recordados otros crímenes que permanecen impunes. 
  
En la manifestación, patrocinada por la Conferencia 
Episcopal, participaron sindicatos, estudiantes, 
organizaciones de defensa de los derechos humanos y 
representantes de las iglesias católicas, 
evangélicas, anglicana y metodista. 
  
Los asistentes pidieron “más rigor y agilidad de la 
justicia”, en vista de que uno de los acusados de 
ser autor intelectual del crimen, el hacendado 
Regivaldo Galvao, todavía no ha sido juzgado. 
  
“Queremos reivindicar el juicio y la prisión de Regivaldo
Galvao, que es uno de los principales autores 
intelectuales”, dijo la monja Margarida Pantoja, 
coordinadora de los “Comité Dorothy” a la Agencia 
Brasil.  
  
Galvao 
presentó un recurso de apelación ante el Supremo 
Tribunal Federal en Brasilia, lo que ha 
paralizado el proceso hasta que se falle. “Eso se ha 
prolongado mucho, ya son tres años”, dijo Pantoja. 
  
Hasta hora han sido juzgados y condenados por el asesinato de
Stang los peones Rayfran das Neves Sales 
y Clodoaldo Batista, como ejecutores; 
Amair Feijoli da Cunha, como el intermediario 
que contrató a los pistoleros, y el hacendado 
Vitalmiro Bastos de Moura, como uno de los 
autores intelectuales. 
  
Pero tanto Neves Sales como Bastos de Moura 
tienen derecho a un nuevo juicio, posiblemente este 
año; Neves porque recibió una pena mayor a 20 
años de cárcel, y el Bastos porque el juicio 
fue anulado, pues según sus abogados, se limitó su 
derecho a la defensa. 
  
www.terra.es 
25 
de febrero de 2008 
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