Brasil

 

XXIII Premio Derechos Humanos del Periodismo

Con Gerardo Brandy, de Cuatro Cabezas

Creatividad, desenfado

y rigurosidad periodística

 

El programa de televisión La Liga ganó el primer premio en la categoría especial de la Rel-UITA “Plantaciones de eucaliptos y plantas de celulosa. ¿Cuál es el costo-beneficio para las próximas generaciones?”. Fue seleccionado por el jurado del prestigioso concurso organizado cada año por el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Rio Grande do Sul, Brasil, y es una creación de la productora independiente argentina Cuatro Cabezas. Brandy, gerente de producción de esa empresa, fue uno de los enviados por Cuatro Cabezas a Porto Alegre donde el pasado viernes 8 se celebró la entrega de premios.

 

 

-¿Qué es Cuatro Cabezas y cómo empezó?

-Es una productora de televisión independiente que comenzó a trabajar hace unos doce años, y ahora se ha convertido en una empresa multimedios: tiene una radio FM (X4), una empresa de branding* para internet, otra que produce comerciales publicitarios -4K Films- y tiene filiales en España y en Chile. Con el paso de los años se ha convertido en una generadora de contenidos para todos estos espacios. Cuando empezó, en 1995, éramos diez personas; ahora somos cerca de 250 empleados.

 

-Es una historia que se destaca en la región como una experiencia independiente exitosa y, por eso, rara.

-En la Argentina de los años 90 ocurrió que los canales de televisión empezaron a tercerizar su producción para bajar costos, pero también para introducir más agilidad y creatividad en su programación. Eso dio lugar a un fenómeno único en Latinoamérica, porque no existe algo similar en México o en Brasil, que son los otros dos mercados fuertes para la televisión. Algunas empresas crecieron en ese contexto, y ahora en Argentina hay no menos de cinco o seis productoras entre medianas y grandes, y entre diez y veinte pequeñas. Todas tienen trabajo y algunas hasta son contratadas desde el exterior para generar contenidos a pedido.

 

-¿Cuál es tu papel en Cuatro Cabezas?

-Empecé en 1995 como asistente de producción, después fui productor, coordinador de producción, luego productor ejecutivo y ahora soy gerente de producción, esto es, soy quien organiza los equipos para cada uno de los programas y también me involucro con alguna parte de los contenidos.

 

-¿Cuáles son esos contenidos?

-Cuatro Cabezas siempre ha sido una productora periodística y de entretenimiento, nunca hizo ficción. Trabajamos sobre dos sectores: producciones para la televisión argentina y otras para los cables estadounidenses y de otros países. A veces generamos programas que nosotros les ofrecemos a los canales, y en ocasiones son ellos quienes nos piden un producto concreto y definido o con una idea básica general. Podemos hacer desde programas como La Liga o Punto Doc –precursor del primero-, que son periodísticos comprometidos, hasta el Diario de Viaje de una conejita de Play Boy. Entre estos extremos el rango de cosas que podemos hacer es casi infinito: un reality show, una competencia de estudiantes para hacer un cortometraje, la cobertura de una competencia deportiva en la que se atraviesa la montaña desde Argentina hacia Chile, documentales para History Channel o para Discovery.

 

-Cuatro Cabezas, sin embargo, está asociada a una imagen iconoclasta, provocadora, innovadora.

-Esa fue la imagen con la cual comenzó la empresa, generando dos productos que -aunque suene arrogante debo decirlo porque es cierto- cambiaron la manera de ver la televisión en Argentina. Empezó con El Rayo, que fue estéticamente muy innovador, cuya edición, se dijo, se parecía a la de un videoclip. Hoy, doce años después, todo en la televisión está hecho de esa forma. El otro producto que cimentó esa imagen fue Caiga Quien Caiga (CQC), que desafiaba frontalmente al modelo periodístico y estético dominante y se burlaba de él. Desde entonces la empresa tiene esa imagen que vos describís, y es cómodo estar en un lugar donde se es siempre joven y políticamente incorrecto.

 

-Otros de los productos que mencionaste son bien distintos de éstos. ¿Se están “aburguesando”?

-No, para nada. Lo que ocurre es que los operadores de los canales acuden a nosotros para que le demos un toque políticamente incorrecto y ágil a sus propias ideas. En definitiva esa es la frutilla de la empresa: un know how sobre la manera de contar las cosas, las historias, los hechos, la información.

 

-Ese sello irreverente pero a la vez de rigurosidad periodística de Cuatro Cabezas, ¿transforma sus productos en más creíbles para la audiencia? ¿La gente está harta de ciertos formatos acartonados y la preferencia se basa esencialmente en un placer estético?

-Depende un poco de los productos. La Liga, por ejemplo, cuenta temas ya trillados, por decirlo así, pero lo hace de una manera novedosa, amena, comprensible, y conseguir eso es para nosotros un verdadero hallazgo. Otras veces History Channel nos solicita un producto y ahí trabajamos en un molde de televisión estándar. También se da que nos pidan algún producto renovador dentro de los parámetros generales que ya tiene un canal, y ahí sale, por ejemplo, Historias Secretas, que lo hacemos para History Channel y donde combinamos lo clásico con lo nuestro, obteniendo un resultado entretenido.

 

-¿Cuatro Cabezas surge de una individualidad especialmente genial o tiene que ver con la formación institucional de los/as comunicadores/as en Argentina?

-Creo que la peculiaridad de la productora se debe al talento de uno de sus dueños que es Diego Guebel, que supo ver un nicho vacante y ocuparlo, y esto se reprodujo en España, en Chile, y probablemente se siga expandiendo. De hecho se están vendiendo formatos a Italia, Estados Unidos, Israel; CQC ya se hace en siete países. Cuatro Cabezas es el resultado de la visión de este hombre. La escuela es la propia empresa. El 95 por ciento de quienes trabajamos en Cuatro Cabezas nos formamos allí. El método de trabajo es totalmente casero, es el nuestro y el que nos gusta aplicar, y cuando debemos elegir a alguien para que ocupe un cargo de responsabilidad, nos sentimos mucho más tranquilos si se trata de una persona que “creció” con nosotros.

 

-¿Cómo valoras recibir este Premio Derechos Humanos de Periodismo?

-Es muy excepcional poder venir a Brasil a recibir un premio, ya que esta es una plaza muy auto referenciada, a veces hasta cerrada a lo que venga de afuera. De hecho, estamos buscando asociaciones posibles con productoras independientes de Brasil, pero aún no consolidamos nada. Este premio es un incentivo para seguir contando estas cosas, estos procesos sociales que no son habitualmente colocadas en las pantallas de televisión, entre otras cosas porque son esfuerzos de producción muy fuertes. Para el programa premiado hicimos rodajes en varias localidades de Argentina, en Uruguay y en España. Los presupuestos siempre ponen límites, y estos enfoques y temas no son precisamente los más rentables. A veces invertimos meses de trabajo de un equipo pluridisciplinario para obtener 40 minutos de programa. Los obstáculos son muchos y hay que saber y poder sortearlos. No siempre lo logramos. Casi siempre tocamos muy fuertes intereses económicos, y eso ahuyenta a algunos auspiciantes. Nos defendemos aportando el máximo de creatividad. En ese marco, este premio es un verdadero estímulo.

 

Carlos Amorín

© Rel-UITA

15 de diciembre de 2006

Carlos Amorín

 

 

 

 *La palabra branding proviene de la expresión “brand”, que en inglés significa marca, y es —a grandes rasgos— una serie de estrategias de mercadotecnia y publicidad orientada a aumentar el valor percibido de una marca y diferenciarla de la competencia.

 

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