La presidenta de la subcomisión de 
Derechos Humanos del Parlamento Europeo, 
Hélne Flautre, y el de la delegación 
para las relaciones con Centroamérica, 
Raimon Obiols, pidieron hoy al 
presidente de Guatemala, Álvaro Colom, 
que mantenga la moratoria a la pena de 
muerte. 
 
La adopción por el Congreso Guatemalteco 
de una Ley que concede al Presidente 
discrecionalidad para perdonar o 
conmutar las sentencias de los 
condenados a muerte llena un vacío legal 
y permite desbloquear las ejecuciones, 
alertaron los diputados en un 
comunicado.
 
“Esto, junto con las declaraciones del 
Presidente de Guatemala, Sr. Álvaro 
Colom, en las que expresa que él 
no perdonará a los condenados a muerte, 
ha llevado a los principales grupos de 
defensa de los derechos humanos a temer 
la inminente ejecución de los 21 
condenados a muerte en Guatemala”, 
añaden.
 
De confirmarse, la decisión “iría 
contra la tendencia global mundial hacia 
la abolición y, lo que es más grave, 
contraviene los propios compromisos de 
Guatemala de consolidar la moratoria con 
una total abolición y no reintroducir 
así la pena capital”, afirmó 
Flautre.
 
La francesa, del grupo Los Verdes, 
recordó asimismo que Guatemala
votó hace dos meses en favor de la 
resolución de la Asamblea General de las 
Naciones Unidas que sostiene que la pena 
de muerte mina la dignidad humana y 
viola el derecho a la vida.
 
Por su parte, el socialista español 
Obiols afirmó que “la pena 
capital de hecho perpetua el clima de 
violencia” y recordó que así se ha 
pronunciado el Parlamento Europeo en una 
resolución.
 
“Como muestra la experiencia en el 
continente europeo, no hay evidencia de 
que la pena de muerte tenga un efecto 
disuasorio cualquier error judicial o 
fallo de la justicia en la 
implementación de la pena de muerte es 
irreversible e irreparable”, indicó.
 
Flautre y Obiols instaron a Colom “a reafirmar la 
adhesión de Guatemala a los 
derechos humanos y a los propios 
compromisos contraídos por el país, y 
por lo tanto a mantener la moratoria de 
la pena de muerte e impedir cualquier 
ejecución que pudiera marcar el 
principio de su mandato con sangre, 
injusticia y violencia”.
 
 
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Tomado de 
www.albedrío.com
22 de febrero de 2008