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Con Maria Joelma da Costa

 

El campo todavía no tiene paz

Continuaremos luchando, defendiendo la vida, queriendo vivir

La pasada semana, cuando se cumplieron once años del asesinato del dirigente sindical José Dutra da Costa, Dezinho, la Confederación Nacional de Trabajadores en la Agricultura (CONTAG), junto a otras entidades sociales, realizó una gran movilización en la ciudad de Rondón do Pará, en el estado de Pará, donde cayó Dezinho. Sirel dialogó con su viuda, Joelma, quien a la muerte de su esposo asumió la conducción del Sindicato de Trabajadores Rurales local. Su lucha por la justicia y la reforma agraria ha conmovido a todo Brasil.

 

-¿Cuál es tu balance de la reciente movilización en Rondón do Pará?

-Nuestra movilización duró dos días y una vez más recordamos a mi esposo, Dezinho, su vida y su lucha, pero también fue un acto para denunciar la impunidad que ha hecho que aún nadie esté preso por su asesinato, como sucede también con todos los homicidios vinculados a conflictos sociales en Pará.

 

Además, quisimos reafirmar el proyecto de los trabajadores, ya que Dezinho cayó luchando por esto hace once años, pero el trabajo continúa con el Sindicato, con la Federación (FETAGRI-PA), con la CONTAG, para lograr una mejor calidad de vida en la agricultura familiar.

   
 

En estos días le hicieron llegar una nota a una de mis hijas, en la cual me enviaban el mensaje de que “pagaría muy caro” haber organizado esta movilización

   

 

También hubo expresiones muy sentidas de apoyo hacia mi persona, a mi familia, a  los compañeros y compañeras de los Sindicatos de la región. Incluso tuvimos la presencia del compañero Alberto Broch, presidente de la CONTAG, de Carmen Foro, responsable de la Secretaría Nacional de la Mujer, de representantes de la CUT nacional, de la Comisión Pastoral da Terra (CPT), y de varias ONG que acompañan nuestra tarea, lo que para nosotros fue muy importante y le dio mucha visibilidad a la movilización.

 

Quedó claro que, a pesar de que han pasado once años del asesinato de Dezinho, la lucha todavía continúa, incluso aunque el caso permanece impune. Continuaremos luchando para que haya justicia verdadera. Los mandantes, los intermediarios y los pistoleros deben estar presos.

 

-¿Dirías que en lo referido a la violencia en el campo, la situación ha mejorado en estos últimos años?

-No podemos decir que la situación ha mejorado, no. Este año ha sido muy cruento, con varios asesinatos, muchas amenazas de muerte, a pesar de que las autoridades del Estado dicen no percibir la gravedad de la situación, la realidad es que el campo todavía no tiene paz. La violencia continúa estando muy presente en nuestra vida.

 

-¿Aún eres la presidenta del Sindicato de Trabajadores Rurales de Rondón do Pará?

-Ya no. Ahora me encargo de la coordinación de los sindicatos regionales de la FETAGRI-PA. Igualmente, participo activamente en la vida del Sindicato.

 

-¿Igualmente continúas estando amenazada?

-Sí, todavía estoy siendo amenazada, pero sigo en la batalla. Incluso en estos días le hicieron llegar una nota a una de mis hijas, en la cual me enviaban el mensaje de que “pagaría muy caro” haber organizado esta movilización. 

 

-¿Por qué el gobierno federal no se compromete más en la lucha contra la violencia rural?

-Está faltando voluntad política. El Estado brasileño no se ocupa realmente del problema de la violencia en el campo. A pesar de que yo cuento con protección de dos policías armados que me acompañan las 24 horas, eso no es suficiente. Las amenazas deben ser investigadas y se debe juzgar y castigar a quienes las hacen para que esto no llegue a producir muertes

   
 

Continuaremos la lucha, hasta que el gobierno brasilero cumpla su papel de hacer la reforma agraria para los trabajadores y trabajadoras del campo y de la floresta

   

 

A ello hay que agregarle que falta voluntad política del gobierno para concretar la reforma agraria; instrumentarla sería un cambio muy grande que, con certeza, disminuiría mucho la violencia en el campo. Las actuales políticas agrarias no contemplan de manera suficiente a los trabajadores y trabajadoras.

 

-¿Qué mensaje enviarías a los trabajadores y trabajadoras de América Latina?

-Es un gran placer poder enviar un mensaje a los trabajadores y trabajadoras de América Latina por intermedio de la UITA, que nos acompaña desde hace mucho tiempo.

 

Quiero decirles que aquí en Pará continuamos la lucha, hasta que el gobierno brasilero cumpla su papel de hacer la reforma agraria para los trabajadores y trabajadoras del campo y de la floresta.

 

Estamos trabajando en nuestra plataforma 2012 para entregársela a la presidenta Dilma. En ella dejaremos testimonio del tamaño de nuestro compromiso con el campo, pero también marcaremos la responsabilidad que el gobierno debe asumir.

 

Estaremos retomando la campaña “¡Basta de violencia en el campo. Corte este mal por la raíz!”. Pero esta lucha no sólo debe darse aquí en Pará; si unimos nuestras fuerzas estoy segura que en 2012 contaremos una historia de lucha y de victoria.

 

Les mando a todas y todos un gran abrazo, deseándoles una Feliz Navidad y un Año Nuevo con prosperidad. Tengan la certeza de que acá continuaremos en la lucha, defendiendo la vida, queriendo vivir.

 

 

 

En Montevideo, Carlos Amorín

Rel-UITA

5 de diciembre de 2011

 

 

 

 

 

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