Brasil

¡Basta de violencia en el campo!

     
Violencia cero en Pará

Nota de Rel-UITA

a la Presidenta de Brasil

 

Ante el Asesinato de José Cláudio Ribeiro da Silva

(Zé Cláudio) y Maria do Espírito Santo Silva

 

 

 

Regional Latinoamericana
Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación,
Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (Rel-UITA)


   

Comité
Ejecutivo
Latinoamericano:


Presidente
Argentino Geneiro
UTHGRA
Argentina

Vicepresidenta
Neuza Barbosa
CNTA
Brasil

Carolina Llanos
UATRE
Argentina

Héctor Ponce
ATILRA
Argentina

Silvia Villaverde
FAOPCHPYA
Argentina

Alberto Broch
CONTAG
Brasil

Siderlei de Oliveira
CONTAC
Brasil

Luis A. Pedraza
UNAC
Colombia

Guillermo Rivera
SINTRAINAGRO
Colombia

Edwin Ranchos
FESTRAS
Guatemala

Gerardo Iglesias
Secretario Regional

 

Presidenta de la República Federativa del Brasil

Señora Dilma Rousseff

Palacio de Planalto

Brasilia

 

 

Estimada Presidenta:

 

Nos dirigimos a usted en nombre de nuestras 374 organizaciones afiliadas en 119 países, para expresarle nuestra profunda consternación por el asesinato el pasado martes 24 de mayo en Pará, de una pareja de campesinos extractivistas, militantes sindicales y ambientales que desde hace años luchaban contra la deforestación y la usurpación de tierra.

 

José Cláudio Ribeiro da Silva (Zé Cláudio) y Maria do Espírito Santo Silva fueron fríamente ejecutados, y parte de sus orejas fueron cortadas por los asesinos como promesa de más terror y muerte para quienes continúen la lucha.

 

Este acto bárbaro, salvaje, sería certeramente calificado en cualquier parte del mundo como “terrorismo”, ya que se trata de un crimen planificado, organizado, ejecutado por personas especializadas de manera premeditada sobre personas inocentes y desarmadas, y con un fin político, social y económico.

 

Se trata de “muertes instrumentales”, meras herramientas para incidir en un conflicto que no es privado sino público.

 

Fueron ellos, pero podrían haber sido otros, cualquiera de esos 300 nombres que integran la siniestra lista de los “marcados para morir” por una articulación político-empresarial cuyo fin es el lucro y el poder como medio para aumentar sus riquezas.

 

La violencia rural en el Brasil actual ya no es una mera práctica ancestral con base en relaciones seudofeudales, provocada por los antiguos coroneles y los barones del latifundio en una tierra sin ley y hasta sin dios.

 

Los asesinos de hoy, los que mandan matar, tienen computadores con conexión a Internet, tienen celulares 4G, manejan la tecnología más moderna disponible para cuidar sus inversiones en el campo, conocer las previsiones climáticas, consultar los precios de exportación, cerrar negocios a distancia, gestionar estocs, mover cuentas bancarias, etcétera.

 

Eso sí, igual que los de antes, siguen deforestando, continúan sirviéndose de una mano de obra barata, a veces incluso esclava, contratando asesinos a sueldo y beneficiándose de un esquema de impunidad asegurado ilegalmente por complicidades vocacionales o interesadas en los estamentos públicos estaduales, lo que transforma a esta violencia en paraestatal.

 

Es una verdadera organización creada para matar, robar, mentir, manipular, o sea, lo que comúnmente se llama “crimen organizado” o mafia. En ninguna parte del mundo estos grupos mafiosos pudieron ser derrotados sin una acción simétricamente especializada, poderosa y comandada con la voluntad política desde el propio Estado, ese que hoy deja el campo libre a los facinerosos y en la mayor orfandad a la población rural local.

 

En una reciente entrevista publicada hace apenas 15 días en nuestra página web, integrantes de nuestra organización afiliada, la Confederación Nacional de Trabajadores en la Agricultura (CONTAG), habían anticipado el recrudecimiento de la violencia en Pará, posiblemente favorecido por el reciente cambio en la gobernación del estado.

 

A todos nos duele extraordinariamente que esa previsión haya resultado acertada. Este terrorismo privado con apoyos públicos debe cesar para que Brasil pueda poner proa definitivamente hacia la democracia moderna que ya ha conquistado en otros aspectos esenciales.

 

Por eso nos unimos a todos y todas quienes condenan y rechazan estos asesinatos repugnantes, y reclamamos junto a la enorme mayoría del pueblo brasileño que se instrumenten las acciones necesarias para enfrentar de forma definitiva, sostenida y sin excepciones a estas organizaciones mafiosas y criminales que tanto daño le vienen haciendo al Brasil.

 

En este ámbito, como en otros, esperamos verdad, justicia y castigo a los culpables. Esperamos el fin de la impunidad. Para que sea verdad que todos somos iguales antes la ley. Para que sea verdad que todos tenemos derecho a la vida y a defender nuestros ideales.

 

 

 

Gerardo Iglesias

Secretario Regional UITA

 

 

 

Montevideo, 30 de mayo de 2011

 

 

c/c CONTAG, UITA Ginebra, OIT, GPTA UITA, CSA, CSI, Amnistía Internacional, Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, Centrales Sindicales Brasil y Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas

 

  

Wilson Ferreira Aldunate 1229 Ofic. 201, Montevideo, Uruguay

Tel: (5982) 9007473 - 9021048 / Fax: 9030905  -  uita@rel-uita.org

   

 

 Más Información

 

Volver a Portada

 

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905