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             Estados 
            Unidos 
  
  
    
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            Día del bracero 
            
            Los 
            indicadores se asoman a la realidad
            
             
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      Fresno (EEUU) 
      - El 29 de septiembre de 1942 llegaron a Stockton (California) los 
      primeros 1.500 braceros del programa firmado entre los gobiernos de México 
      y Estados Unidos. Desde hace dos años, el gobierno de California reconoce 
      así el 29 de septiembre como Día del Bracero. 
        
      Este 
      programa permitió a trabajadores mexicanos trabajar durante tres meses al 
      año en Estados Unidos en el ferrocarril y en labores agrícolas. Cumplido 
      ese tiempo, los trabajadores debían regresar a México pero podían volver 
      al año siguiente. 
        
      Los 
      trabajadores no acumulaban derechos para obtener residencia en EEUU, no 
      podían llevar a sus familias y se les retenía el 10 por ciento del 
      salario, que se les debía entregar al llegar a sus hogares. Esto se 
      convertiría en tema de discordia hasta nuestros días; decenas de miles de 
      braceros aseguran que jamás recibieron ese dinero, que totalizaría unos 
      500 millones de dólares, y ahora los tribunales buscan resolver el largo y 
      difícil tema. 
        
      La 
      problemática de los braceros se ha convertido en una causa para activistas 
      a ambos lados de la frontera, que han logrado varias victorias parciales 
      en esta lucha. “Nuestros braceros 
      están muy viejos, queremos que reciban justicia, que se les restituya el 
      dinero que se les debe”, dice Ventura Gutiérrez, coordinador 
      de la Alianza Braceros, residente en Coachella. Gutiérrez explica que 
      además de numerosas marchas y protestas, la Alianza ha establecido 
      contactos a alto nivel con los gobiernos de ambos partidos. 
        
      “Respecto 
      al dinero, el caso está en los tribunales. Un juez dictaminó que no 
      procede la demanda contra México, pero sí contra Estados Unidos. Algo es 
      algo”, 
      dice con confianza Gutiérrez. Además, añade que están negociando con el 
      gobierno tres puntos para los braceros: visas humanitarias, beneficios 
      económicos y seguro social. A tal efecto, la Alianza está realizando un 
      censo de braceros a ambos lados de la frontera, mismo que debe estar 
      terminado el próximo 15 de octubre. 
        
      El tema de 
      los braceros cobra actualidad cada vez que congresistas estadounidenses 
      proponen una reforma a la ley de inmigración y mencionan el tema de 
      “trabajadores huéspedes”, que para muchos activistas es un programa de 
      braceros con otro nombre. Según Gutiérrez, hay mucha confusión al 
      respecto. “El programa de braceros 
      terminó oficialmente en 1964 porque ambos gobiernos así lo determinaron, 
      pero continuó un programa de trabajadores huéspedes auspiciado por la 
      industria privada”, comenta Gutiérrez, quien también afirma 
      que alrededor de 50 mil trabajadores vienen al año desde México a trabajar 
      en estados como Kentucky y Tennese. 
        
      Los 
      activistas de la Alianza Braceros buscan cerrar el caso de aquellos que 
      llegaron hasta 1964 y lograr que se haga justicia con ellos, pero también 
      saben que no podrán evitar participar en las polémicas sobre las 
      propuestas de trabajadores huéspedes. Según Gutiérrez, parte de este 
      programa recluta aproximadamente 6.000 mujeres al año de estados mexicanos 
      como Sinaloa, para trabajar en Carolina del Norte y otros estados. 
      “Vienen en condiciones más lamentables, 
      hasta les quitan sus pasaportes”. Para Gutiérrez, lo más 
      importante es entender que ya existe un programa de trabajadores huéspedes 
      y que es necesario monitorear las condiciones laborales y de vida de estos 
      trabajadores. 
        
      
      Finalmente, Gutiérrez aclaró que el gobierno mexicano ha demostrado buenas 
      intenciones sobre el tema, pero se necesita más que eso. Alianza Braceros 
      busca impulsar una ley en México que reconozca el aporte económico y 
      social de estos sacrificados trabajadores y se les otorgue los beneficios 
      solicitados. Mientras tanto, unos 50 ex braceros disfrutaron de música, 
      comida y amigos en el parque de la ciudad, donde el año pasado se inauguró 
      un monumento en su honor. No es poco para quienes fueron olvidados e 
      ignorados durante décadas. 
        
        
      Eduardo 
      Stanley 
      La 
      Insignia 
      
      3 de octubre de 2003   |