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                    Estados Unidos 
  
  
    
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                          Miles 
                          de inmigrantes trabajan como esclavos |  
                    
                    Pese a 
                    que la esclavitud fue abolida en el siglo XIX en Estados 
                    Unidos, más de 10.000 personas trabajan contra su voluntad y 
                    bajo amenazas en este país, según el informe “Esclavos 
                    encubiertos: labor forzada en EEUU” del Centro de Derechos 
                    Humanos de la Universidad de Berkeley. "La esclavitud 
                    todavía existe. Este es un problema que se piensa que se 
                    solucionó hace mucho tiempo, pero continúa vivo. Simplemente 
                    tiene una nueva forma", ha señalado Laurel Fletcher, 
                    profesora de derecho en Berkeley y coautora del estudio, que 
                    se ha elaborado a partir de los datos de 49 instituciones de 
                    servicios sociales, entrevistas con funcionarios y abogados, 
                    y material publicado en los medios. 
                        
                    El informe señala que en sectores poco regulados y que 
                    requieren de mano de obra barata son más proclives a esta 
                    situación, como la prostitución (con un 50% de los casos); 
                    los empleados domésticos; la agricultura, las fábricas 
                    textiles y la hostelería. La mayoría de las víctimas son 
                    inmigrantes, tanto legales como ilegales, que llegan a EEUU 
                    con promesas de buenos trabajos, pero que una vez allí 
                    quedan atrapados en una realidad totalmente distinta. 
                     
                      
                    El problema, aunque extendido, es más grave donde hay más 
                    inmigrantes, como California, Florida, Nueva York y Tejas. 
                    En cuanto a las víctimas, muchas son menores de edad y 
                    vienen de distintos países, con China, México y Vietnam a la 
                    cabeza.  
                      
                    Estos esclavos modernos caen en la trampa porque no hablan 
                    inglés, no tienen recursos y son completamente dependientes 
                    de sus captores, según ha denunciado Fletcher. La falta de 
                    conciencia pública sobre esta situación hace que el informe 
                    sea particularmente importante ya que "la gente está 
                    literalmente viviendo al lado de esclavos sin saberlo".
                     
                      
                    Entre los casos documentados está el de un empresario que 
                    esclavizó a jóvenes para que se dedicasen al sexo y 
                    trabajasen en su restaurante; el de un hacendado que forzó a 
                    centenares de centroamericanos a recoger fruta, o el de dos 
                    parejas que esclavizaron a adolescentes de Camerún con la 
                    falsa promesa de una educación. Los investigadores han 
                    criticado la respuesta de las autoridades, ya que creen que 
                    las leyes son insuficientes. "Tenemos que hacer saber a los 
                    legisladores, al Gobierno y a los ciudadanos que tenemos un 
                    problema", ha indicado Kathleen Kim, del Comité de Abogados 
                    de para los Derechos Humanos.  
                      
                    Por su parte, Jamie Zuieback, portavoz del servicio de 
                    inmigración de EEUU, ha señalado que "todo el mundo reconoce 
                    que éste es un problema muy real y trabajamos duro para 
                    resolverlo".  
                      
                      
                    UGT 
                    29 de 
                    setiembre de 2004 
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