Ecuador
Primer Foro Social de las Américas
Quito, un hito en el camino global |
Luego de la
fantochada del concurso de Miss Universo, de la
perruna reunión de cancilleres de la OEA y de la
inocua cumbre de presidentes andinos, Quito, por fin,
será sede de un encuentro con perspectivas
internacionales. Si bien es una reunión hemisférica,
por su trascendencia y convocatoria tendrá repercusión
global. Del 24 al 30 de julio se celebrará el primer
Foro Social de las Américas, reunión incómoda al
poder, en la que participarán miles de personas de
diversas partes del planeta en 300 conferencias y
mesas de trabajo de diversa índole, la gran mayoría
autoconvocadas y autogestionadas.
Este foro se inscribe en la lógica del Foro Social
Mundial, realizado en cuatro ocasiones. Reproduce en suelo
americano lo que ya se hizo dos veces en Europa, una en Asia
y otra en África. Será un hito más en la construcción de una
globalización diferente, anclada en las dinámicas que impone
la sociedad, a contrapelo de las demandas del capital, que
son determinantes en la mundialización financiera y
comercial.
Este Foro es una reunión para grupos y movimientos de
la «sociedad civil» opuestos a toda forma de exclusión,
dominación e imperialismo. Es un espacio para plantear cómo
superar el neoliberalismo y para fortalecer los vínculos
entre los pueblos afectados por la creciente militarización
de las relaciones internacionales. Servirá para intercambiar
experiencias que enriquezcan los procesos de resistencia y
construcción. Podría incluso ser visto como un esfuerzo
constituyente de una sociedad planetaria diferente, que no
sólo busque cambiar lo que es posible cambiar en la
actualidad, lo alternativo, sino que proyecte con fuerza el
diseño y la cristalización de una visión utópica de futuro.
No es una organización. Es un proceso abierto, plural,
diverso, no confesional, no gubernamental, ni partidista.
La globalización del capital, responsable de la
abolición de la nacionalidad y de la exclusión creciente de
enormes masas de habitantes que ni siquiera tienen el
"privilegio" de ser explotados, convoca a respuestas
globales para constituir, por ejemplo, un Tribunal
Internacional de Arbitraje de Deudas Soberanas que permita
desarmar la deuda externa en tanto instrumento de extorsión
y dominación, o para alentar a nivel mundial el impuesto
Tobin a las transacciones financieras especulativas,
aprobado hace pocos días por el Parlamento belga (sin perder
de vista proyectos específicos sustentados en
potencialidades local-regionales). Aquí se podría entender
el significado de protestas y propuestas globales como
manifestación de una sociedad que, rescatando la ciudadanía
como elemento transformador, da pelea a la globalización del
capital que la excluye.
¿No será acaso que en estos foros comienzan a
fraguarse –en plural y democráticamente– otros consensos o
al menos a plantearse nuevas preguntas que hagan imposible
la configuración de aquellas certezas que luego se
transforman en fanatismos? Éste es quizás el mayor reto de
la cita quiteña: transformarse en una oportunidad para soñar
en otro mundo, cerrando la puerta a todo tipo de «gerentes
propietarios», que pretendan monopolizar las acciones, así
como a aquellos «comisarios políticos» que quieran
dictaminar cuál debe ser el pensamiento correcto.
Alberto Acosta
Convenio La Insignia / Rel-UITA
14 de julio de 2004
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