Francia
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Sucesión de huelgas en sector
público por demandas laborales |
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Una
sucesión de huelgas por reivindicaciones laborales diversas
en correos, ferrocarriles, electricidad y gas, educación y
sanidad marcará la semana en Francia.
Los sindicatos anuncian que estas movilizaciones y paros
laborales serán un retorno de la presión social sobre el
Gobierno conservador, que, por su parte, quiere mantenerse
firme y continuar sus reformas.
El baile de paros se abre mañana en correos, donde los seis
sindicatos de la empresa estatal La Poste han convocado una
huelga de 24 horas coincidiendo con el inicio del debate en
la Cámara de los diputados sobre un proyecto de ley de
reforma del sector.
Este texto, que se sustenta en dos directivas europeas y
prevé liberalizar inmediatamente los envíos de más de 100
gramos y desde 2006 los de más de 50, contempla también la
separación de los servicios bancarios que ahora ofrece La
Poste en una entidad autónoma, que los sindicatos temen sea
un primer paso hacia su privatización y la reducción de
plantillas.
También mañana, pero por la tarde, a las 20.00 locales, se
inicia un paro de 36 horas convocado por seis centrales
sindicales de la compañía de ferrocarriles SNCF, mientras
que la séptima (SUD-Rail) parte de una postura más radical y
ha pedido a sus seguidores que la huelga tenga carácter
indefinido.
El objetivo es que la dirección dé marcha atrás en su
proyecto de presupuesto para este año, que contempla la
supresión de 3.590 empleos (mediante la no sustitución de
personas que se jubilan) de una plantilla total de 168.300,
tras más de 2.500 en 2004.
La SNCF, que sostiene que ese recorte está concentrado en el
tráfico de mercancías para atajar la sangría del déficit, ya
ha advertido a sus clientes de que habrá "probablemente
importantes perturbaciones del tráfico" y que intentará por
primera vez informar con antelación de los trenes anulados y
en funcionamiento.
Gracias al acuerdo sobre la "continuidad del servicio
público" firmado con los sindicatos el 28 de octubre, que
contempla un mecanismo de consulta en caso de conflictos, la
SNCF afirma que ofrecerá información "en tiempo real", y de
entrada ya ha señalado que circularán uno de cada tres
trenes de largo recorrido.
También el miércoles los sindicatos de los dos grandes
grupos energéticos Electricite de France (EDF) y Gaz de
France (GDF) han convocado protestas mientras se celebra un
consejo de administración de la primera que tratará de los
preparativos para su futura privatización parcial y la
reforma del estatuto de sus empleados.
Ese día, asimismo, diversos colectivos de los hospitales, y
en particular los cirujanos, están llamados a movilizarse
para reclamar subidas de salarios y mejores retribuciones
para las guardias.
Los salarios son también el tema central de la huelga de
funcionarios que organizan el jueves seis grandes
sindicatos, que quieren presionar al Gobierno para que ceda
en su decisión de no aumentar más que un 1 por ciento las
retribuciones este año.
Las centrales reclaman para los 5,2 millones de funcionarios
una subida del 5 por ciento para compensar la pérdida de
poder adquisitivo que aseguran acumular desde 2000, mientras
que el ministro de la Función Pública, Renaud Dutreil,
aseguró que no se moverá del 1 por ciento, y advirtió de que
los que hagan huelga no cobrarán el sueldo de ese día como
ocurría en el pasado.
El primer sindicato del país, la Confederación General del
Trabajo (CGT), destacó que esta semana "va a representar el
primer gran movimiento reivindicativo de 2005", y que ante
las "campañas contra el servicio público y ataques
inaceptables dirigidos a veces por los mismos ministros, es
legítimo que los funcionarios y los empleados de empresas
públicas reaccionen".
La CGT añadió que la protesta "tendrá su prolongación en la
movilización interprofesional del 5 de febrero, que debe
reunir masivamente a asalariados de los sectores público y
privado para la defensa de sus reivindicaciones comunes:
tiempo de trabajo, salarios, protección de convenios y de
estatutos".
Según una encuesta del instituto demoscópico CSA, un 65 por
ciento de los franceses apoyan los paros de esta semana.
Pero el portavoz del Ejecutivo, Jean-Francois Copé, aseguró
que la situación no es comparable a la de las protestas
masivas del invierno de 1995, que condujeron a frenar las
reformas.
Copé, que escucha "con enorme atención" las demandas de los
sindicatos, añadió que también hay que tener en cuenta a
"los que no se manifiestan, la llamada mayoría silenciosa".
EFE
17 de enero de
2005
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