Las primeras declaraciones de los ministros, sencillos e 
						informales casi todos, dejaron en claro que el 
						presidente Evo Morales está decidido por encaminar su 
						país a un cambio histórico orientado a la eliminación 
						del neoliberalismo y al imperio de la equidad.
						
						El canciller, David Choquehuanca, indígena autodidacta 
						nacido en una comunidad ribereña del Lago Titicaca y que 
						saludó al nuevo gabinete con vivas en aymara, dijo que 
						la política exterior se ceñirá al programa electoral del 
						Movimiento al Socialismo (MAS). Ese documento plantea la 
						universalidad de las relaciones de Bolivia y reivindica 
						el respeto a la soberanía y la autodeterminación de los 
						pueblos. Acuerdos de cooperación con Cuba y Venezuela y 
						gestos deferentes de amistad hacia esos países, se 
						destacan entre las primeras acciones del presidente 
						Morales.
						
						En la designación de Juan Ramón Quintana, ex mayor del 
						Ejército con sólida formación intelectual y experto en 
						temas de seguridad y defensa, como ministro de la 
						Presidencia y virtual jefe de gobierno, evidencia las 
						preocupaciones del mandatario en esos temas.
						
						El nuevo ministro de Defensa, el jurista Walker San 
						Miguel, adelantó en sus primeras declaraciones que tiene 
						la misión de dignificar a las Fuerzas Armadas, 
						rechazando cualquier intromisión extranjera en las 
						mismas, en alusión a la injerencia estadounidense. En 
						ese aspecto, está pendiente el esclarecimiento de la 
						entrega a Estados Unidos de 28 misiles tierra-aire de 
						las Fuerzas Armadas, bajo el anterior gobierno de 
						Eduardo Rodríguez, contra quien el MAS ha pedido un 
						juicio por el tema.
						
						En la cartera de Gobierno (Interior) fue designada 
						Alicia Muñoz, veterana luchadora social y ex dirigente 
						minera, conocedora de la clandestinidad bajo las 
						dictaduras; antropóloga y catedrática universitaria y 
						hasta hace poco senadora del MAS. La designación tiene 
						el simbolismo de la decisión del MAS de no reprimir a la 
						ciudadanía, y a ello se agrega la creación, en el 
						Ministerio de la Presidencia, de un viceministerio de 
						coordinación con las organizaciones sociales y la 
						sociedad civil. Muñoz adelantó que velará por la 
						seguridad del Estado -área en la que el nuevo gobierno 
						se propone erradicar también la injerencia del espionaje 
						estadounidense- sin recurrir a los fondos secretos, 
						instrumento de corrupción que la población repudia.
						
						Un viejo luchador contra las transnacionales y el 
						neoliberalismo, Andrés Soliz, tiene el encargo de tratar 
						a esas empresas para que firmen contratos acordes con la 
						nueva ley de hidrocarburos, para restablecer el 
						ejercicio de la propiedad estatal de los hidrocarburos. 
						Soliz, también veterano periodista, fue calificado por 
						fuentes de la Cámara de Hidrocarburos -que reúne a las 
						transnacionales- de “agresivo y explosivo”, y 
						recientemente acusó de acciones ilícitas a la 
						transnacional Repsol. Adelantó que se propone 
						fortalecer a la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos 
						Fiscales Bolivianos (YPFB), en el marco de una necesaria 
						política general de reconstitución del Estado, 
						debilitado por el neoliberalismo.
						
						Otro luchador anti-neoliberal, Abel Mamani, dirigente de 
						las juntas vecinales del cercano municipio de El Alto, 
						fue nombrado al frente de la cartera del Agua, un tema 
						que le es cercano. Mamani encabezó varias movilizaciones 
						populares por la expulsión de la empresa francesa 
						Suez, concesionaria del servicio de agua potable de 
						la capital. Las protestas obligaron hace un año al 
						entonces presidente Carlos Mesa, a rescindir el contrato 
						de la compañía por cobrar tarifas altas y marginar a los 
						barrios más pobres. Tras jurar como ministro, Mamani 
						dijo que la empresa debe irse, para lo cual quedan 
						pendientes algunos trámites.
						
						Carlos Villegas, un economista que combatió al 
						neoliberalismo desde el campo académico y participó en 
						la campaña del MAS, es el nuevo ministro de 
						Planificación del Desarrollo, cuyo restablecimiento 
						responde a la decisión gubernamental de dar otra vez al 
						Estado un rol decisivo en la economía. 
						
						Restablecer la estabilidad laboral eliminada en 1985 por 
						el neoliberalismo, es el principal afán del dirigente de 
						la Confederación de Obreros Fabriles y flamante ministro 
						de Trabajo, Alex Galvez.
						
						El hasta ayer presidente de la Federación de 
						Cooperativas Mineras, Walter Villarroel, ex obrero de la 
						empresa estatal del rubro y despedido por la aplicación 
						de la política neoliberal, estará al frente de Minería. 
						Villarroel prometió concertar con todas las 
						organizaciones del rubro, incluyendo a los sindicatos, 
						que desconfían de las cooperativas por considerar que 
						debe fortalecerse a la minería estatal.
						
						"Desnutrición cero" en cinco años, ampliación de la 
						cobertura de salud, atención en las zonas rurales y 
						residenciado médico comunitario, son las medidas que 
						adelantó la nueva ministra de Salud, Nila Heredia, 
						médico cirujano. Heredia es catedrática universitaria, 
						preside la Federación Latinoamericana de Asociaciones de 
						Familiares de Desaparecidos y ha sido dirigente del 
						gremio médico.
						
						 El nuevo ministro de Educación, Félix Patzi, tiene el 
						aymara como lengua materna. Es sociólogo especializado 
						en Desarrollo Rural, Culturas e Identidades, y tiene una 
						amplia carrera académica. Patzi se propone descolonizar 
						la educación pública y estructurar un modelo educativo 
						con identidad nacional, para formar ciudadanos y 
						especializarlos para la producción; erradicar el 
						analfabetismo (con apoyo de Cuba y Venezuela) y revisar 
						la reforma educativa.
						
						Un abogado y luchador social desde su juventud, Hugo 
						Salvatierra, jefe del MAS en la oriental ciudad de Santa 
						Cruz, la plaza de mayor fuerza derechista, dirigirá la 
						cartera de Desarrollo Rural y Agropecuario. Adelantó que 
						su principal preocupación será la tenencia de la tierra, 
						ha denunciado reiteradamente el acaparamiento de predios 
						por terratenientes y dijo que el tema es delicado y 
						motiva miles de conflictos. Precisó que trabajará para 
						dotar de títulos de propiedad a campesinos e indígenas, 
						así como de tierras que otros poseen y trabajan 
						legalmente, proceso que cuestionan neolatifundistas de 
						Santa Cruz. Según la legislación vigente, las tierras 
						ociosas o carentes de títulos legales deben ser 
						repartidas entre los campesinos pobres y otros 
						necesitados.
						
						Como ministra de Producción y Microempresas fue 
						designada Celinda Sosa, dirigente de los productores 
						informales de la sureña región de Tarija.
						
						La nómina se completa con el nombramiento como ministro 
						de Servicios y Obras Públicas, del empresario Salvador 
						Ric, quien anunció que su propósito será construir 
						viviendas, caminos y otros proyectos para los más 
						pobres. Ric es un importante hombre de negocios de Santa 
						Cruz, que saltó a la notoriedad política en octubre 
						pasado, al declarar públicamente su apoyo al MAS y a la 
						necesidad de un cambio profundo, desafiando la 
						avasalladora hegemonía de la élite 
						empresarial-derechista de esa urbe.
						
						La ministra de Justicia es Casimira Rodríguez Romero, 
						indígena, luchadora social representante de las 
						trabajadoras domésticas. 
						
						 
						
						El ministro de Hacienda 
						es el economista Luis Alberto Arce.
 
						
						Las designaciones de 
						ministros de nuevo cuño se complementan con una 
						reestructuración del Poder Ejecutivo mediante una 
						legislación que estará entre los primeros temas a tratar 
						por el Parlamento, donde el MAS tiene mayoría.
						
						La legislación convertirá la actual cartera de 
						Desarrollo Sostenible en Ministerio de Planificación del 
						Desarrollo; y a la de Desarrollo Económico en Ministerio 
						de Producción y Microempresas. También eliminará al 
						Ministerio de Asuntos Campesinos, Indígenas y 
						Agropecuarios -el presidente Morales se niega a que haya 
						ministros para sectores, pues debe gobernar para todos-, 
						que también será absorbido por el de Producción y 
						Microempresas.
						
						En la nueva estructura del ejecutivo, se crearán 
						igualmente los ministerios del Agua y de Justicia.
						
						 
						Argrenpress