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Ante el recrudecimiento 
de 
la violencia en Honduras   
  
El Comité 
Uruguayo de Solidaridad con el Pueblo de Honduras, está 
recibiendo con profunda indignación y legítima alarma una serie de 
noticias en las que se evidencia un recrudecimiento de la violencia 
y la represión en Honduras.   
A modo de 
ejemplo, el pasado 18 de marzo, en una brutal represión contra 
manifestantes magisteriales, fue asesinada una profesora integrante 
del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos (COFDEH). 
Simultáneamente el gobierno, además de intervenir al Instituto de 
Prevención Magisterial (INPREMA) emitió un decreto de emergencia 
mediante el cual se autoriza el despido de maestros y permite anular 
la personería jurídica de sus sindicatos.    
Poco antes, 
dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la 
Bebida y Similares (STIBYS), denunciaron el atentado contra el 
vicepresidente de la seccional de San Pedro Sula, 
Eduardo Argueta Santos. 
A estos hechos se suma la situación de terror existente en el Bajo 
Aguán, provocada tanto por las fuerzas regulares como por 
paramilitares al servicio de los terratenientes de la zona, donde se 
registraron 23 asesinatos de campesinos, entre enero de 2010 y 
febrero 2011. 
  
Asimismo, y en el 
marco del año internacional de los afrodescendientes fue detenida 
hace unos días Miriam Miranda, defensora de los derechos del pueblo 
garífuna y coordinadora de la Organización Fraternal Negra Hondureña 
(OFRANEH), vinculada a la lucha que se viene dando en Honduras por 
la restitución de la democracia y la férrea defensa del territorio 
ancestral del pueblo garífuna contra los megaproyectos turísticos 
que se están apoderando de sus tierras a orillas del Mar Caribe.   
Cada 
día y cada noche se vive en Honduras con el miedo a morir asesinado 
o a desaparecer.   
Pese a todo, el 
pueblo hondureño continúa resistiendo heroicamente, organizándose, 
reclamando justicia y el fin de la impunidad y luchando por 
democracia y libertad.   
En 
este marco, destacamos que el gobierno de nuestro país mantiene la 
posición de no reconocer al régimen de Porfirio Lobo. El canciller 
uruguayo, Luis Almagro, 
rechazó la 
presión de los Estados Unidos para cambiar de actitud ante el 
gobierno hondureño y a su juicio no reconocer al gobierno de 
Honduras después del golpe de Estado que destituyó a Zelaya, es "un 
elemento de extrema importancia en el contexto institucional 
latinoamericano".   
Frente a toda 
esta situación 
  
  
Exigimos: 
Al gobierno ilegítimo de Porfirio Lobo el cese inmediato de la 
represión y el derramamiento de sangre.
Al gobierno 
de los Estados Unidos una investigación sobre la participación 
del Departamento de Defensa y de la Agencia Central de 
Inteligencia (CIA) en el golpe del 28 de junio de 2009 y hacer 
público el resultado de la misma.
A la comunidad internacional, en especial a la Organización de 
las Naciones Unidas (ONU) y a los países de Europa, la adopción 
de medidas efectivas y concretas tendientes a restituir la 
vigencia de los Derechos Humanos en Honduras.  
  
Montevideo, 30 de 
marzo de 2011   |