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Uruguay - Honduras

Todos a organizar el boicot

contra la dictadura militar-empresarial

 Llamamiento del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado en Honduras a la Clase Obrera Mundial

 

 

Frente de Resistencia Popular

 

 

Todos a organizar el boicot

contra la dictadura

militar-empresarial

 

 

El 28 de junio del presente año, cuando la población hondureña se preparaba a participar en la Encuesta Popular sobre la instalación de una Cuarta Urna, en la cual se decidiría si se convoca o no a una Asamblea Constituyente, miles de efectivos militares secuestraron al Presidente Constitucional de la República, Manuel Zelaya Rosales, y lo expulsaron hacia la vecina Costa Rica; ocuparon la Casa Presidencial, clausuraron violentamente todas las estaciones de radio y televisión independientes, persiguieron a los funcionarios del gobierno e implantaron un Estado de Sitio en todo el país.

 

De esa forma se hizo efectivo un golpe de Estado que horas más tarde fue “legalizado” por el Congreso Nacional (Asamblea Legislativa), colocando en la Presidencia a Roberto Micheletti Bain, dirigente del mismo Partido político que el presidente Zelaya, mediante ridículos argumentos de que el gobernante depuesto había “renunciado”.

 

Esa versión fue desmentida por el mismo presidente Zelaya, además de que el Congreso Nacional no tiene atribuciones constitucionales para separarlo de su cargo. Asimismo, se argumentó la existencia de una orden de captura sin que el Presidente fuera sometido a un juicio en el cual pudiera defenderse de las acusaciones que se le hacían.

 

Detrás del golpe se encuentran la cúpula empresarial, los cuatro partidos políticos de la burguesía (Partido Liberal, Partido Nacional, Partido Demócrata Cristiano y Partido Innovación y Unidad Socialdemócrata), las cúpulas de las iglesias católica y evangélica, así como los dueños de los principales medios de comunicación.

 

Todos ellos hicieron una alianza contrarrevolucionaria temiendo que la consulta popular del 28 de junio diera poder al pueblo y, en especial, a la clase obrera y al campesinado pobre, para iniciar la construcción de una nueva sociedad, donde los privilegios de clase de la burguesía y de los terratenientes fueran eliminados.

 

También es necesario decir que detrás de ese golpe de Estado, está la mano del imperialismo estadounidense y de la ultraderecha latinoamericana, quienes lo ven como una oportunidad de frenar los avances de la izquierda en la región centroamericana y la influencia de la revolución venezolana, tras los recientes triunfos electorales del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en El Salvador, y del Frente Sandinista en Nicaragua.

 

Sin embargo, la respuesta del pueblo hondureño no se hizo esperar. Desde la primera hora del golpe las masas populares se lanzaron a las calles, a conquistar las plazas públicas y a protestar ante la Casa Presidencial (edificio sede del gobierno) frente a miles de efectivos militares, armados con tanquetas, helicópteros, aviones y artillería pesada.

 

Desde entonces, hace más de un mes, las masas populares salen TODOS LOS DIAS a la calle a protestar, a ejecutar medidas de presión para derrocar al gobierno usurpador, realizando masivas movilizaciones, cortes de carreteras, toma de edificios públicos, etc. haciendo uso del Articulo 3 de nuestra Constitución Política que da derecho a la insurrección popular en caso de imposición de un gobierno por la fuerza de las armas.

 

Aunque esta lucha ha costado la vida de varios hondureños, asesinados por los militares, gracias a ella el gobierno usurpador no ha logrado controlar la situación ni derrotar a las masas, y por tanto no ha logrado consolidarse como gobierno.

 

La máxima expresión organizativa de la resistencia popular es el “Frente Nacional Contra el Golpe de Estado” que unifica a todas las expresiones sociales y políticas del movimiento popular y conduce el movimiento nacional hacia el derrocamiento de la dictadura. Este frente está constituido por organizaciones obreras, campesinas y populares en general, así como por los partidos y movimientos políticos de izquierda y centro que se han declarado en contra del golpe de Estado.

 

La reacción internacional fue contundente desde el punto de vista diplomático: salvo el régimen sionista de Israel, ningún otro país del mundo se atrevió a reconocer a la dictadura militar-empresarial impuesta en Honduras. Tanto la Organización de Estados Americanos (OEA), la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el Grupo de Río, los países asociados al ALBA, entre otros, condenaron el golpe de Estado, porque correctamente interpretan que se trata de un primer golpe a las de por sí limitadas democracias burguesas existentes en Latinoamérica, y que, de consolidarse, sentaría un precedente funesto para hacer retroceder las conquistas sociales y las libertades democráticas de los pueblos y trabajadores, y proclive a ser imitado por las fuerzas más reaccionarias en otros países de la región y del mundo.

 

Sin embargo, esta reacción no ha pasado aún de declaraciones diplomáticas que, si bien son útiles, no son suficientes para golpear a la dictadura ni en lo económico, ni en lo militar.

 

El único gobierno que tuvo siempre una política ambigua respecto al gobierno usurpador fue el liderado por Barack Obama. Mientras declaraba reconocer al gobierno del presidente Manuel Zelaya como único legal, dio visa a los emisarios de los golpistas para que estos ingresaran a territorio estadounidense a hacer lobby a favor del golpe; no ha suspendido los principales programas de apoyo económico y militar en Honduras; no aplica el boicot comercial como en cambio sí ha hecho contra Cuba , y se niega a declarar que se trata de un “golpe de Estado”.

 

Más bien ha promovido una negociación entre el legítimo presidente de los hondureños, Manuel Zelaya, con el dictador Roberto Micheletti, a través de un mediador: el presidente de Costa Rica, Oscar Arias.

 

Para el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, la mediación del presidente Arias es una estrategia del Departamento de Estado de Estados Unidos para lograr cierto reconocimiento internacional al dictador Micheletti, dilatar en el tiempo la salida al conflicto para que el movimiento de resistencia se desgaste y someter al presidente Zelaya a condicionamientos inaceptables ante su eventual reinstalación en el poder, a fin de que abandone las reivindicaciones políticas que han motivado la movilización popular, como son la lucha por una Asamblea Constituyente y por el castigo a los culpables del golpe.

 

Por consiguiente, el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado sólo acepta una reinstalación inmediata, segura e incondicional del presidente Zelaya a su cargo.

 

La clase obrera hondureña, que desde el principio respondió activamente en la resistencia popular, organizó para la tercera semana una movilización unificada con sus propios métodos de lucha: la huelga general y la toma de los centros de trabajo, comenzando con un paro general de 48 horas de las tres centrales sindicales del país (CUTH, CGT y CTH) los pasados 23 y 24 de julio, que se ha repetido el 30 y el 31 del mismo mes.

 

En solidaridad, los compañeros de organizaciones populares de El Salvador y Nicaragua hicieron cortes en las aduanas para impedir el ingreso y salida de mercadería a Honduras.

 

Inmediatamente, las asociaciones empresariales de Honduras y Centroamérica, que son solidarias con los usurpadores, pusieron el grito en el cielo porque dicho boicot implica pérdidas millonarias para sus empresas. Eso significa que la huelga y el boicot comercial son armas efectivas para desgastar las bases económicas de los golpistas, más que las declaraciones formales.

 

Por todo lo anterior, el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado hace un llamamiento a las organizaciones representativas de la clase obrera mundial para que organicen y ejecuten una acción de solidaridad militante con la clase obrera y con el pueblo de Honduras, realizando acciones de boicot a todos los productos que entran y salen a puertos hondureños, a fin de asfixiar económicamente a la dictadura; a hacer manifestaciones de repudio a la dictadura frente de las embajadas de Honduras y de Estados Unidos; a hacer actos político culturales en solidaridad con la lucha del pueblo hondureño, y en general a ejecutar cuanta acción fortalezca la lucha del pueblo hondureño y su clase obrera para sacudirnos este régimen opresor y alcanzar una nueva sociedad.

 

 

¡SÓLO LA UNIDAD MUNDIAL DE LA CLASE OBRERA

DERROTARÁ AL EXPERIMENTO FASCISTA EN HONDURAS!

 

 

Tegucigalpa M.D.C. 31 de julio de 2009

 

 

FRENTE NACIONAL CONTRA EL GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS
Tegucigalpa, M.D.C. 8 de julio de 2009

 

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