Llegarán remesas por 24 mil millones de dólares, reflejo del desempleo

El valor de las remesas familiares rebasará este año 24 mil millones de dólares, cifra que implicará un incremento de 20 por ciento respecto al ingreso de divisas al país por este concepto en 2005, anticipó Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México (BdeM). Aseguró que el creciente monto de estos recursos es "el reflejo de un problema en el país", que es la escasa generación de fuentes de empleo. "Lo peor que le puede pasar a México es que se siga yendo la gente", afirmó.

Con esa proyección, el valor de las remesas entre 2001 y 2006, periodo que comprende la administración del presidente Vicente Fox Quesada, alcanzará 92 mil 753.67 millones de dólares, de acuerdo con datos del propio banco central, una cantidad superior en 72.67 por ciento al saldo de la deuda externa del gobierno federal, que en marzo pasado se situó en 53 mil 715.2 millones de dólares.

La relevancia de las remesas para la estabilidad y el crecimiento de la economía del país se pone en evidencia al compararlas con la inversión extranjera directa en México, que entre 2001 y 2005 sumó 93 mil 322.7 millones de dólares, cantidad que incluye dos grandes operaciones: la venta de Banamex a Citigroup y la de Bancomer a BBVA, ambas por unos 22 mil 500 millones de dólares.

De acuerdo con las cifras ofrecidas por el gobernador Ortiz Martínez, el monto de remesas esperado para el año en curso resultará equivalente a cuatro puntos porcentuales del gasto en consumo privado en el país, un dato que también pone en perspectiva la importancia de estos recursos en el crecimiento de la actividad productiva.

Cerca de desplazar a India

Con la proyección dada por el gobernador del banco central, quien estuvo en un acto organizado por el Grupo Financiero Mifel y la Universidad Hebrea de Jerusalén, México estará a un paso de desplazar a India como el principal receptor de remesas en el mundo.

En 2005, India recibió remesas familiares por 21 mil 700 millones de dólares, una cantidad superior en 32 por ciento a la de 2004. En cambio, el año pasado México captó 20 mil 34.90 millones de dólares, un incremento anual de 20.59 por ciento.

Los residentes en Estados Unidos de origen mexicano o nacidos en México suman 20 millones y son la casi exclusiva fuente de las remesas que ingresan al país. En tanto, la diáspora india está conformada por unos 22 millones de personas, que laboran principalmente en las naciones petroleras del Golfo Pérsico.

En su intervención, Guillermo Ortiz destacó la importancia que para el ingreso de las familias de menor capacidad de compra han tenido las remesas en los últimos años.

"Si suponemos que estos 20 mil millones de dólares de 2005 o los 24 mil millones de dólares esperados para 2006 llegan a 25 por ciento de los hogares de menor ingreso en el país, eso significaría que cada hogar de este 25 por ciento de menores ingresos, si estuviera distribuido uniformemente, tendría dos salarios mínimos por mes", planteó.

En ese sentido, aseguró que esa es la importancia para el ingreso familiar, el soporte de las familias de menores ingresos por el tema de las remesas.

"Las remesas son el reflejo de un problema en el país y el problema es justamente la generación de oportunidades de trabajo suficientes para retener a la gente. Lo peor que le puede pasar a México es que se siga yendo la gente", añadió.

"En el último censo de población, resultó que somos 103 millones en lugar de 108 que eran las proyecciones, los otros cinco se fueron y si bien estamos contribuyendo a la prosperidad de Estados Unidos e indirectamente ayuda el tema de las remesas, ciertamente en el largo y en el mediano plazo esto no es lo que a México le conviene", puntualizó.

El gobernador Ortiz Martínez también se refirió al tema de los ingresos petroleros que ha recibido el gobierno federal en monto mayor al previsto por el alza en el precio mundial del energético, un tema sobre el que anteriormente ha llamado la atención por la forma en que se han gastado.

En esta ocasión dijo que la economía mexicana se ha desenvuelto en los últimos años en "condiciones externas muy favorables", que se han reflejado en bajas tasas de interés a nivel internacional, diferenciales de la deuda en rangos mínimos y en el caso particular de México, en altos precios del petróleo.
 

Sin embargo estos altos precios del petróleo se han reflejado también en un incremento, en una dependencia mayor desde el punto de vista de finanzas públicas del hidrocarburo, planteó.

"En los últimos cinco años, el gobierno ha tenido márgenes de maniobra por dos puntos del producto, casi un punto ha sido por petróleo, casi un punto ha sido por menores pagos de interés, por la menor inflación. Pero si examinamos lo que hemos hecho con los excedentes petroleros, bueno la realidad es que no los hemos invertido de la manera más productiva posible, entonces el petróleo en México siempre ha sido una bendición dudosa, por así llamarle".

En este sentido, consideró necesario que en el país se tomen medidas para reducir esa dependencia que tiene el gobierno federal de los ingresos petroleros "porque además como sabemos bien los yacimientos petrolíferos más importantes del país están tendiendo a declinar, por lo tanto es fundamental que haya una inversión mucho más importante por el lado de Pemex y para eso se necesita que los propios ingresos petroleros se reciclen sobre todo en Pemex con el fin de incrementar las reservas probadas y tratar de abaratar las tarifas de la energía eléctrica".