La adopción de las
perspectivas financieras 2007-2013 de la Unión Europea
sigue bloqueada, traduciendo así la falta de ambición
política de los responsables políticos europeos y
nacionales. La Confederación Europea de Sindicatos (CES)
denuncia enérgicamente esta pusilanimidad que pone en
peligro la construcción europea, la aplicación de la
estrategia de Lisboa renovada y el necesario
fortalecimiento de la política de la cohesión económica
y social. Las últimas propuestas de la Presidencia
Británica de reducir el presupuesto europeo son
escandalosas cuando además lo que se impone, al
contrario, es un aumento del presupuesto para garantizar
la continuación de la ampliación y asegurar el papel de
la Unión europea como actor mundial.
La CES considera que es
contradictorio querer, por una parte, más Europa y por
otra, reducir el presupuesto comunitario. Esta decisión
desembocaría en un debilitamiento de la Unión europea en
un momento en que su fortalecimiento es más que nunca
indispensable, incluyendo la necesidad de influir en el
contexto mundial.
La Unión europea tiene un reto
importante: construir bases sólidas que permitan reducir
las diferencias que se han agrandado después de la
ampliación. Debe, igualmente, integrar los nuevos
Estados miembros, y aprovechar el potencial de la
ampliación para incrementar la prosperidad y la calidad
de vida de los ciudadanos europeos. Afrontar este reto
se traduce primeramente en un esfuerzo financiero
considerable para cofinanciar las políticas europeas
basadas en el principio de solidaridad en los Estados en
retraso de desarrollo. En este contexto, la propuesta de
la Presidencia británica de conceder menos recursos a
los nuevos Estados miembros es totalmente inconsecuente.
Otro reto importante es el de
modificar las políticas, y dotarlas de medios
financieros indispensables con el fin de alcanzar los
objetivos de la estrategia de Lisboa, en particular en
lo que se refiere al empleo y a la política social, la
cohesión social y la calidad de vida y el desarrollo
sostenible. En este marco, la política social es un
pilar de la construcción europea que debe verse dotado
de recursos financieros suficientes con el fin de
mantener y reforzar el modelo social europeo.
Una limitación de los recursos
propios obligaría a realizar cortes en todas las
políticas actuales y a abandonar los compromisos
anteriores. Además es evidente que reducir el
presupuesto de las políticas estructurales no es la
mejor estrategia cuando se cuestiona Europa y cuando los
ciudadanos se preocupan por el futuro. En vista de estas
observaciones, la CES considera que es fundamental
replantearse tanto las propuestas de los países que han
pedido la limitación del presupuesto comunitario al 1%
del Producto Interior Bruto (PIB) de la UE, como las de
la Comisión y del Parlamento Europeo. La CES pide con
fuerza un aumento de los recursos propios del
presupuesto comunitario para el período 2007-2013,
llevándolos más allá del marco presupuestario en vigor
que los limita al nivel máximo del 1.24% del PIB. Un
aumento del presupuesto europeo es necesario pero la UE
debe velar igualmente por la calidad de las inversiones
realizadas, por su impacto real y por su carácter
sostenible.
Los responsables políticos
europeos y nacionales deben mostrar una ambición mayor
para la Unión europea dándole los medios de existir, de
hacerse más fuerte y de progresar tanto a nivel europeo
como internacional