Mitad de los guatemaltecos vive por debajo de la línea
de pobreza

 

Pobreza extrema, falta de servicios públicos e ineficiencia de las autoridades gubernamentales. La conjunción de estos problemas da como resultado un país en el cual la violencia y la falta de respeto de los derechos humanos dirigen el juego.

 

 

El Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), organización de derechos humanos guatemalteca, divulgó ayer un Informe sobre la situación de los derechos humanos y verificó que "las condiciones de vida de los habitantes se deterioran día a día".

 

Los resultados preliminares de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2006 (ENCOVI) revelan que la mitad de los 13 millones de guatemaltecos vive por debajo de la línea de pobreza. De cada diez habitantes del país, 1,5 sobreviven con sólo 8,77 quetzales (aproximadamente 1,15 dólares) por día y la población indígena es la más vulnerable. Según el mismo informe, la pobreza en el país, diminuyó en los últimos seis años, pasando a afectar del 56 al 51% de la población.

 

La organización señala además el desempleo, el aumento del precio de la canasta básica, la fuerte presencia de grupos armados y del crimen organizado como factores que dejan a la población en estado de vulnerabilidad. En agosto, la canasta básica aumentó cerca de 40 quetzales (aproximadamente 5 dólares). Los productos que más contribuyeron al alza fueron el pan, la leche y el maíz. Este último influenciado por la demanda del grano para la elaboración de biocombustibles. Entre enero y agosto, el precio de la arroba (15 kg) de maíz subió 50 quetzales (aproximadamente 6,5 dólares), según datos del Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Alimentación (MAGA).

 

Hay en Guatemala "un Estado incapaz de reaccionar ante las demandas de la población e incapaz de garantizar el bienestar de sus ciudadanos, un Estado sumido en la corrupción, en la impunidad y entregado a obscuros intereses de las compañías transnacionales que traen destrucción y ponen en riesgo la ya precaria existencia de las comunidades", dijo el GAM. Y agregó que la actual administración no permitió el aumento del salario mínimo, a pesar de que la inflación ha afectado el poder de compra en por lo menos un 8%.

 

La tierra que debería estar en manos campesinas, está conformando los extensos territorios en manos de las transnacionales mineras. En San Marcos, se reportan los efectos de las consecuencias nefastas que traen la actividad minera, como viviendas danificadas, animales muertos, pozos secos, personas enfermas (sobre todo los niños), lo que generó el repudio de las comunidades hacia esta actividad, ya que se siguen deteriorando las condiciones de vida, con el consiguiente impacto sobre el medio ambiente.

 

El proyecto minero Marlin le deja al pueblo de Ixtahuacán deforestación, polución, contaminación del agua, pozos secos, problemas con el almacenamiento de los desechos de la mina. Los beneficios que fueron prometidos no se concretizan en la realidad de los hechos. Alcaldes de nueve ciudades del Estado de Huehuetenango, después de la presión popular, se comprometieron a no entregar licencias de explotación, pero el gobierno federal, a través del Ministerio de Energía y Minas (MEM) dijo que no hay impedimentos para que el Estado entregue licencias de explotación.

 

Violaciones

 

La violencia afectó, solamente en agosto, a 257 hombres, 31 mujeres y 12 niños. En cada uno de los meses de 2007 hubo más de 250 casos de violación de los derechos humanos, el mes de abril tuvo el peor índice con 372. Las vísperas de las elecciones -realizadas el último domingo- la violencia contra activistas de partidos políticos fue intensificada y dejó 5 muertos; fueron 20 los muertos en todo el año.

 

Entre enero y agosto, 97 hombres, 11 mujeres y 3 niños fueron ejecutados extrajudicialmente. El número de asesinatos llegó a 100 hombres, seis mujeres y siete niños; las muertes violentas fueron 30. Seis personas, incluyendo un niño, fueron masacrados y hubo un linchamiento.

  

Adital

13 de setiembre de 2007

  

 

 

 

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