Brasil

Estamos creando una senzala*

laboral en Brasil

 

En esta entrevista, el baiano Carlos Pessoa dos Santos, vicepresidente de relaciones laborales y sindicales de la Asociación Brasileña de Recursos Humanos (ABRH Nacional), explica cómo la tercerización está afectando las relaciones laborales en Brasil

 

-¿Cómo el proceso de tercerización está impactando

 las relaciones laborales en Brasil?

-La tercerización es un camino sin retorno y tiende a difundirse cada vez más. El problema es que, en Brasil, ese proceso está creando un nuevo tipo de exclusión, que es la exclusión laboral. Quien terceriza servicios, aquí, son las grandes empresas, son aquellas empresas que tienen una buena gestión de personal, que ofrecen los mejores beneficios para sus funcionarios, con participación en los lucros, servicios de salud y odontológicos, ticket transporte, etc. Esas garantías, sin embargo, no son dadas a los trabajadores tercerizados. Muy por el contrario, éstos no reciben ninguna garantía. Es como si no fueran personas.

Como si fuera poco el hecho que ganan mucho menos que los funcionarios de la empresa que tercerizó los servicios, ellos también están perdiendo beneficios mínimos. En la medida que la práctica de la tercerización se difunde, ese problema se vuelve cada vez más grave. Estamos creando una senzala laboral en Brasil.

 

-¿Por qué sucede eso?

-La razón es muy sencilla. Las empresas que prestan servicios sufren una presión muy grande para reducir los costos. Esa presión resulta justa, pues al final, las empresas tercerizan servicios exactamente para reducir costos. Ocurre que las prestadoras de servicios ya no tienen mucho margen para reducir costos a no ser con la mano de obra. Tecnología, equipamiento, mantenimiento, insumos, todas esas cosas tienen un precio. La mano de obra no lo tiene. Y es justamente ahí que las empresas están reduciendo. Petrobrás por ejemplo: tiene una función o tarea en la empresa a la que paga 2.500 reales por mes, con todos los beneficios, pero si observas esa misma función en una tercerizada de Petrobrás ¿qué es lo que tienes? Un salario de 700 reales, punto final.

Para ganar la licitación, ganar una competencia, el tercerizado termina “jugando” todo lo que puede con la mano de obra, de lo contrario no puede “ingresar en el cliente”. El Congreso debería crear garantías mínimas para los empleados tercerizados.

 

-¿Entonces la solución es política?

-La solución pasa por la esfera política, pero no se agota ahí. Las propias empresas que tercerizan sus servicios tienen que cambiar. Actualmente, para la mayoría de esas empresas, la tercerización es responsabilidad del departamento de suministro o de contratos. El departamento de Recursos Humanos debería estar integrado a ese proceso. Quien terceriza debe monitorear las prácticas laborales de sus tercerizados, debe incluir el precio de los beneficios en sus contratos o exigirlos explícitamente en las licitaciones. Actualmente en Brasil, son pocas las empresas que realizan mínimas exigencias de garantías laborales en sus contratos. El punto es que no puede haber un margen tan grande entre las prácticas del área de Recursos Humanos adoptada por la empresa que toma y la que brinda el servicio. La selección y el entrenamiento, por ejemplo, deben ser, mínimamente idénticos. De lo contrario se pierde calidad en el servicio que está delegando al tercero. Infelizmente, muchas empresas actúan como si el trabajador tercerizado fuese un funcionario de tercera categoría. Cierta vez, hubo un accidente, con víctima fatal en una empresa de Bahía. Llamé por teléfono al gerente de Recursos Humanos para solidarizarme y el me contestó: “Pudo haber sido peor, gracias a dios, la víctima fue un empleado de la contratista”. O sea: el trabajador tercerizado es siempre problema de “los demás”.

 

-¿Cuáles son los riesgos que ese tipo de postura implica?

-Actualmente, los trabajadores tercerizados están empezando a buscar compensaciones por vía de la Justicia Laboral. Están moviendo causas no solo contra su empleador formal, la contratista, sino también contra la empresa que contrata los servicios. El riesgo es mayor en los casos en que hay una diferencia muy grande en los beneficios ofrecidos a los trabajadores de la contratista y de la que contrata. La idea de que un ambiente adecuado y agradable de trabajo impulsa la productividad está siendo dejada de lado. Las empresas tercerizan sus servicios y olvidan eso, porque desde el punto de vista de la reducción de costos, el efecto de ese olvido es interesante. El departamento de Recursos Humanos debe inferir más en ese contexto, levantar cuestiones laborales, identificar posibles problemas y, de ser necesario, intervenir. Si es cierto que una empresa está hecha de personas, entonces las personas necesitan recibir atención siempre, principalmente si ellas prestan servicios esenciales para el desarrollo del negocio. Un último análisis, eso influye directamente en la calidad del producto o servicio ofrecido al cliente final.

 

Andreas Müller

Tomado de AMANHÃ

 

 

 

NdT:

Senzala: Barraca destinada al alojamiento de los esclavos de los Ingenios azucareros y haciendas en Brasil, su equivalente en Latinoamérica es Quilombo, vocablo que preferimos no utilizar por su segunda acepción, muy arraigada en el Río de la Plata: prostíbulo, casa de citas.

 

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