Nicaragua

Con Ariane Grau Crespo de Aseprola

Campaña centroamericana:

¡No a la flexibilidad laboral!

 

 

Managua ha sido anfitriona de la reunión de las organizaciones que en sus respectivos países son enlaces de la Campaña Regional contra la Flexibilidad Laboral.

 

Más de 50 organizaciones se han sumado a este proyecto que se perfila como un esfuerzo multisectorial, contando con la participación de sindicatos, organizaciones de derechos humanos, ambientalistas, asociaciones de mujeres, de estudiantes, organizaciones campesinas, como expresión de la realidad de cada país.

La Campaña arrancó en 2005 y en cada uno de los países, desde Guatemala hasta Panamá, se han venido haciendo diferentes actividades.

 

SIREL ha conversado con Ariane Grau Crespo, de la Asociación de Servicios de Promoción Laboral (ASEPROLA), organización que coordina la Campaña a nivel regional, para conocer el contexto en que se desarrolla la flexibilidad laboral en Centroamérica y cuáles son los objetivos de la Campaña para el 2007.

 

-¿Cuál es la dimensión del fenómeno de la flexibilidad laboral en Centroamérica?

-El fenómeno de la flexibilidad laboral en Centroamérica ha asumido una dimensión preocupante y se expresa principalmente en la práctica. Muchas veces se tiende a relacionar solamente con aspectos legales, como cambios que se dan en el Código del Trabajo. Tenemos dos ejemplos en la región: la Reforma que se hizo en Panamá en 1995, que fue una reforma flexibilizadora que cercenó muchos derechos, y la reforma al Código del Trabajo que se intentó aprobar en Costa Rica hace tres años. En ese segundo caso se logró desechar el proyecto de ley, con la contribución también de la Campaña. No hay otras experiencias directas a nivel legal.

Así que la propuesta de flexibilización de parte de los empresarios no viene a través de las leyes, sino que con la imposición, con los hechos. Aunque haya un Código del Trabajo protector de los derechos, en todos los países, en la práctica no se cumplen y hay una violación sistemática y permanente de los derechos laborales en aras de la flexibilidad.

 

-¿Qué tipo de derechos se violan?

-Prácticamente todos. Hay tendencias que son más visibles, como por ejemplo la modalidad de la jornada laboral. La jornada laboral de ocho horas es un derecho que está totalmente flexibilizado y esto a pesar de que todos los países lo tienen protegido a través del Código del Trabajo. Las modalidades con que se viola ese derecho son innumerables, como jornadas de hasta diez o doce horas de trabajo, la eliminación de la diferencia entre jornada diurna, nocturna y mixta y los derechos relacionados, donde por ejemplo se le paga igual al trabajador porque ya no hay diferencia. Hay también la eliminación del derecho a recibir pago extra por trabajar horas extras, entre otros. Otra forma de flexibilizar son los contratos. Los contratos estables e indefinidos son cada vez menos existentes en toda la región y en todos los sectores. Se utilizan formas de subcontrataciones y recontrataciones cada tantos meses. Contratan por tiempos cortos, para que al trabajador no se le acumulen los derechos y la patronal no se comprometa a pagar ciertas condiciones y después te recontratan. De esa manera la patronal mantiene a los trabajadores en una situación de inestabilidad e inseguridad laboral, como una forma de afianzar el poder de la empresa sobre los trabajadores. El trabajador sabe que si en ese tiempo intenta exigir algún derecho, muy difícilmente va a ser recontratado por otro período. Otra forma tiene que ver con el derecho al salario. Hay nuevas modalidades de pago que se han venido imponiendo que no son reconocidas como salario y esto va en detrimento de los ingresos de los trabajadores. Se les paga, por ejemplo, en bonos o por incentivos. Las que practican esta forma de pago son sobre todo las empresas transnacionales. En el momento el trabajador lo ve como un aumento del salario, pero no son considerados salarios porque no se contempla cuando el trabajador sale de vacaciones, en el aguinaldo, no aportan al seguro y no se acumulan para la pensión. Es un ingreso más, pero al no considerarse salario, es una forma de flexibilizar y reducir los costos de la empresa en deterioro de los ingresos de los trabajadores.

 

-¿Hay también formas de violaciones a los derechos sindicales?

-Todo esto está cobijado por la violación a otro derecho que es la libertad de organización sindical. Hay persecución sindical y prácticamente es imposible constituir sindicatos en estas empresas. Cuando los trabajadores quieren organizarse la respuesta es casi siempre el despido y tienen diferentes estrategias para evitar que se formen sindicatos. Ese conjunto de acciones de flexibilización e inseguridad laboral vuelve más difícil la defensa de sus propios derechos y de su organización. La posibilidad de originar organización para luchar y defender los derechos que se están violando se hace cada día más difícil por las mismas prácticas y es un proceso que se encierra en sí mismo, a favor de la empresa y en detrimento de los trabajadores.

 

-¿Hay sectores donde está más concentrada la práctica de la flexibilización?

-Podemos decir que hay dos sectores principales donde se da esta práctica de manera permanente: el sector de la maquila y el sector de la agroindustria para la exportación (banano, caña de azúcar, piña, café, tabaco, algodón, etc.). Cuando hablamos de maquila no nos referimos sólo al sector textil, sino también al sector electrónico o a lo que se le llama “maquila tecnológica”. También el sector de los servicios está totalmente flexibilizado. Hay sectores que se han ido incorporando más, como el sector bancario, el de turismo y hay nuevos empleos que se han generado con la globalización, como por ejemplo los call center, que son el extremo total de la flexibilización y donde no existe ningún tipo de derecho.

 

-Frente a estos cambios en el mundo del trabajo ¿Qué tipo de estrategias deben adoptar las organizaciones que luchan por la defensa de los derechos humanos, laborales y sindicales?

-Me parece que algunos cambios ya se están dando, como por ejemplo el surgimiento de sindicatos de industria y no sólo de fábrica o los sindicatos de oficios varios, que permiten mantener una continuidad de la organización independientemente del lugar donde está trabajando la persona. Las organizaciones tienen que pensar en cuáles son las nuevas formas para defender los derechos de los trabajadores en estas nuevas condiciones. Creo, por ejemplo, que cada vez más sea necesaria la organización a nivel internacional, porque estas tendencias y muchas políticas flexibilizadoras no se definen a nivel nacional, sino que se expresan de forma internacional. Son políticas de las grandes transnacionales y de instancias supranacionales, como el FMI, el Banco Mundial o la OMC. Hay instancias supranacionales donde se está definiendo como se va a recomponer el mundo del trabajo y esta recomposición ya plantea el concepto de cuáles son las condiciones del trabajo. Si los sindicatos y las demás organizaciones van a seguir pensando que el mecanismo de presión o el ejercicio de los derechos se hacen nada más que a nivel local, al final no van a poder llegar donde se están definiendo las políticas globales.

 

-¿Es en ese marco que se ha pensado y desarrollado la Campaña?

-Es exactamente por eso que se ha pensado en una campaña regional, para ver como se crea esta tendencia y dónde están sus orígenes, cómo podemos juntar esfuerzos para enfrentarla de manera articulada. Además de la organización local, es importante la articulación regional e internacional y también una articulación con otros sectores organizados, como por ejemplo los movimientos de derechos humanos, ambientales, de mujeres, entre otros. Esto es otro reto para los sindicatos, porque representa una movilización a partir de otra lógica y otra perspectiva y puede ayudar mucho en la lucha.

 

-¿Cuáles son los contenidos de la Campaña?

-La Campaña arrancó en 2005 y en los primeros dos años ha habido más que todo un trabajo de información a lo interno de las organizaciones, de capacitación sobre el tema de la flexibilidad laboral, de cuales son las estrategias con las cuales se implementa ese fenómeno y cuales son los principales derechos que afecta.

Durante el año pasado se estuvo trabajando en la realización de un video-documental sobre la flexibilidad laboral en Centroamérica – “Empresa transnacional busca: flexibilidad laboral en CA” – y entre febrero y marzo se va a hacer el lanzamiento público en todos los países de la región. Va a ser una macroactividad regional y en cada país se va a organizar un foro-debate y se va a presentar el video. Actualmente hay un total de 52 organizaciones que participan en la campaña y en cada país hay una coordinación de las organizaciones y una de ellas trabaja de enlace a nivel regional1.

Estamos trabajando también en la recopilación de casos, de denuncias y tenemos previsto un foro de carácter internacional para el mes de octubre.

En Managua, Giorgio Trucchi

© Rel-UITA

8 de febrero de 2007

 

 

 

 

1 - En Nicaragua las organizaciones que se han sumado a la Campaña Regional contra la Flexibilidad Laboral son el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), el Centro de Estudios y Promoción Social (CEPS), la Mesa Laboral de Sindicatos de la Maquila (MLSM) y la Central Sindical de los Trabajadores “José Benito Escobar” (CST-JBE)

 

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