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Casi 200.000 campesinas 
trabajan sin ninguna prestación social. El Gobierno de la nación prepara un 
decreto sobre la cotitularidad.   
El campo es uno de los sectores donde más se hace 
esperar la igualdad entre hombres y mujeres. En Andalucía hay en la actualidad 
unas 188.000 mujeres que trabajan en el campo sin ningún tipo de prestación 
económica o social. En octubre de 2005, los ministerios de Trabajo y Agricultura 
firmaron un convenio con las organizaciones agrarias para, a través de diversos 
incentivos, intentar acabar con la invisibilidad de la mujer rural y avanzar 
hacia la cotitularidad de las explotaciones agrarias. 
  
A través de ese convenio, en Andalucía se otorga 
una bonificación del 30 por ciento durante los tres primeros años en las cuotas 
a la Seguridad Social para aquellas mujeres que se incorporen como cotitulares 
en las explotaciones familiares agrarias y que no superen, a su vez, los 40 
años. 
  
Sin embargo, tres años después, en Andalucía sólo 
344 mujeres se han acogido a ese convenio, una cifra tan exigua que las 
asociaciones de mujeres achacan al bajo porcentaje de las bonificaciones y, 
sobre todo, a que las beneficiarias no pueden superar los 40 años, una edad que 
rebasan ampliamente las mujeres que se dedican a la agricultura en esa 
localidad. 
  
"En Andalucía, el grueso principal de mujeres que 
se dedican a la agricultura tienen más de 40 años, por lo que el límite de edad 
entendemos que es el principal obstáculo que explica un número tan pequeño de 
mujeres acogidas a la normativa actual", explica Montserrat Moyano, 
presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de Andalucía (Fademur). 
  
Fademur 
se ha reunido con la viceconsejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez
Aguayo, y con la viceconsejera de Agricultura y Pesca, Eva Cano Pérez, 
a quienes ha planteado que la Junta modifique los criterios que ahora se exigen 
en Andalucía (cada comunidad tiene su propia normativa). 
  
Así, Fademur pide que la bonificación 
aumente un 20 por ciento, hasta alcanzar un beneficio del 50%, y reivindica, del 
mismo modo, que el tramo de edad beneficiario de esta línea de ayudas aumente 
hasta los 55 años. 
  
Montserrat Moyano 
cree que Andalucía, que ha sido pionera en muchos campos relacionados con la 
igualdad (también lo fue en contar con un gobierno paritario), "tiene una 
asignatura pendiente en el mundo rural", pues al menos hay tres comunidades 
autónomas, Galicia, Castilla-La Mancha y Murcia donde las bonificaciones son del 
50 por ciento y el tramo de edad exigido se amplía hasta los 45 años. 
  
El Gobierno andaluz estudia la propuesta de 
Fademur, que podría cerrarse en las próximas semanas y materializarse con un 
aumento en los presupuestos de 2009. 
  
Mientras tanto, el Gobierno de la nación prepara 
un decreto que regulará el régimen jurídico para la cotitularidad compartida de 
las explotaciones agrarias. El borrador del documento ha sido elaborado por tres 
ministerios, el de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, el de Trabajo y el de 
Igualdad, y en la actualidad está pendiente de recibir el informe del Consejo de 
Estado. El decreto pretende hacer visible el trabajo de la mujer rural y hacerla 
partícipe de las gestiones y los beneficios que de ello se deriven. 
  
En Andalucía viven unas 800.000 mujeres en el 
medio rural. De éstas, algo más del 60 por ciento (unas 480.000) son 
agricultoras, pero sólo el 15 por ciento (72.000) están dadas de alta como 
titulares de la explotación agraria. Este número de agricultoras por cuenta 
propia se unen a otras 220.000, que es la media de mujeres que en los últimos 
años han sido perceptoras del subsidio agrario, es decir, agricultoras por 
cuenta ajena. El resultado es que unas 188.000 mujeres, el 39,1 por ciento, 
trabajan en la agricultura sin ningún tipo de prestación o derecho social y 
engordando las cifras de la economía sumergida. Se calcula que de las 48.000 
explotaciones familiares inscritas en el Régimen Especial Agrario de la 
Seguridad Social y en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, únicamente 
en el 10 por ciento aparecen mujeres inscritas, unas 5.000 en Andalucía, que 
pueden optar a prestaciones sociales. 
  
Tradicionalmente, una de las principales vías 
para poder optar al subsidio agrario ha sido el antiguo Plan de Empleo Rural (PER), 
ahora denominado Aepsa (Acuerdo para el Empleo y la Protección Social 
Agraria), pero ese sistema ha primado tradicionalmente al hombre. La falta de 
cotización de muchas mujeres en el medio rural les cierra también la puerta para 
su incorporación a la renta agraria que, desde el año 2003, ha sustituido al 
antiguo subsidio de desempleo agrario. 
  
Las cifras 
  
-800.000mujeres viven en el medio rural en 
Andalucía, de las cuales 480.000 son agricultoras. Sólo 72.000 (15 por ciento) 
están dadas de alta. 
  
-De las 48.000 explotaciones familiares inscritas 
en el régimen agrario de la Seguridad Social, únicamente en el 10 por ciento hay 
mujeres registradas. 
  
-Las bonificaciones en Andalucía son del 30 por 
ciento, en otras autonomías, del 50 por ciento. 
  
Ginés Donaire 
Tomado de Comfia 
4 de diciembre 
de 2008   
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