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Tras seis meses de 
descanso en algún lugar de la Cámara de Senadores, el 13 de mayo último, el 
proyecto de Ley de Defensa del Derecho a la Salud Sexual y Reproductiva -que 
entre otros aspectos despenaliza el aborto realizado antes de las 12 semanas de 
gestación- comenzó a ser tratado por la Comisión de Salud de la Cámara de 
Diputados.  
  
No obstante, antes de su decisión final, los integrantes de 
esa Comisión se pronunciaron a favor de recibir a toda persona que quisiera 
opinar al respecto. Tal postura fue interpretada como una "dilación 
inexplicable" por parte de diversas organizaciones de la sociedad civil que 
-para demostrarlo- recopilaron proyectos, actas, versiones taquigráficas, las 
sistematizaron y las entregaron el 17 de junio último a los diputados que 
iniciaron la revisión del proyecto, según informó el periódico La República 
de las Mujeres.  
  
El objetivo de la medida fue simplificar el trabajo de 
legisladores y legisladoras, "pero sobre todo para impulsarlos a que definan, de 
una buena vez, si están en condiciones o no de saldar la deuda que mantienen con 
las uruguayas", agregó ese suplemento dominical del diario La República.
 
  
Desde que fue presentado el primer proyecto de esa normativa, 
el 12 de junio de 1985, "el Poder Legislativo uruguayo invirtió 208 horas de 
trabajo en debates sobre la despenalización del aborto, equivalentes a ocho días 
completos de sesiones de comisiones o plenarios (...) En los 23 años se 
recibieron las opiniones plurales de 116 personas (66 a favor de la 
despenalización, 46 en contra y cuatro indecisas), se produjeron 82 actas y 
versiones taquigráficas que contienen 1.422 páginas, 12.010 párrafos, 59.282 
líneas, 754.724 palabras", reseñó la publicación.  
  
El ex legislador Rafael Sanseviero, integrante de la 
Red Uruguaya de Autonomías -que junto a las ONG Cotidiano Mujer, Comité 
Latinoamericano por la Defensa de los Derechos de las Mujeres e Instituto Mujer 
y Sociedad visitaron al Parlamento el 17 de junio- recordó que durante estos 23 
años documentados, si el aborto hubiese sido legal, no hubieran ocurrido tantas 
muertes evitables.  
  
Se estima que en Uruguay se realizan unos 33.000 
abortos anuales. La ley que penaliza el aborto en Uruguay data de 1938.
Los y las representantes de las organizaciones que 
visitaron el Parlamento entienden que están dadas las condiciones para que la 
Cámara de Diputados retome y apruebe el proyecto actual, que ya cuenta con media 
sanción del Senado.  
  
De no hacerlo, subrayó Sanseviero -autor de uno de los 
cinco proyectos de despenalización del aborto que naufragaron en el Parlamento 
en los últimos 23 años-, "sería bueno que todos sepamos que la decisión de 
infligir pena y castigo a la mujer que aborta es la voluntad de los legisladores 
de 1938, reafirmada explícitamente por las y los legisladores de 2008". 
 
  
Cristina Canoura 
SEMlac 
8 de julio de 2008 
  
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