Informe de la OIT
destaca cómo combatir la mortalidad
materna desde el
mundo del trabajo
Cada minuto una
mujer muere durante el embarazo o el parto. En 2006, alrededor de 60
por ciento de las mujeres en edad de procrear formaban parte de la
fuerza laboral en el mundo. Un nuevo informe de la OIT,
analiza los progresos y prioridades que se registran en el mundo del
trabajo con el objetivo de garantizar los derechos de la mujer a una
maternidad segura
Salissa
trabaja como horticultora en Loumbila, una pequeña aldea en las
afueras de Ouagadougou, la capital de Burkina Faso.
Hace poco tuvo su
segundo hijo. Sólo diez días después del parto, regresó al trabajo,
con jornadas de diez horas en la horticultura para poder alimentar a
su familia.
“En muchos países
en desarrollo, el permiso de maternidad es un lujo que disfruta sólo
una pequeña minoría de mujeres empleadas y con cobertura de seguro
social. En los países pobres las condiciones económicas imponen a
muchas mujeres trabajar hasta la fecha del parto, poniendo en
peligro su salud y la de su hijo”, explicó Naomi Cassirer,
autora del nuevo informe de la OIT sobre Maternidad segura y
el mundo del trabajo.
Pero también hay
señales esperanzadoras. En la misma Burkina Faso, se lleva a
cabo una campaña para sindicalizar a los trabajadores de la economía
informal con el objetivo de apoyar a las futuras madres. La idea es
ayudarlas a beneficiarse del nuevo permiso remunerado de maternidad
creado por el Fondo de Prevención Social de los Trabajadores de la
Economía Informal (MUPRESSI), con el apoyo de la OIT y
DANIDA la agencia danesa de desarrollo, para extender la
cobertura social de asistencia médica y enfermedades profesionales.
En Jordania,
la OIT trabajó conjuntamente con el gobierno y las
organizaciones de empleadores y trabajadores para ofrecer
orientación sobre la factibilidad de un sistema de protección a la
maternidad justo y asequible. En Camboya, donde la
desnutrición, la discriminación de las mujeres embarazadas en el
empleo, y la inexistencia de condiciones para amamantar en el lugar
de trabajo debilitan la salud de las madres y de sus hijos, los
propietarios de las industrias del vestido trabajan con la OIT
y sus socios para mejorar la protección de la maternidad y emprender
campañas educativas para promover embarazos más saludables.
El
mundo del trabajo:
punto
de partida de una maternidad segura
Según el informe,
el mundo del trabajo es un buen punto de partida para incrementar
las medidas que tienen como objetivo mejorar la salud y la
protección durante la maternidad, a pesar de la situación
desalentadora que muchas mujeres enfrentan en el mundo al quedar
fuera del sistema de protección legal y social y estar expuestas al
riesgo de discriminación y despido a causa de embarazo o maternidad.
La discriminación y
las consecuencias de potenciales peligros que enfrentan las
trabajadoras durante el embarazo y después del nacimiento del hijo
pueden ser atenuadas con medidas sociales y legales.
El informe destaca
la necesidad de mejorar las condiciones de los trabajadores pobres:
agentes químicos, pesticidas, y trabajo pesado constituyen el
principal peligro para la salud de las mujeres embarazadas y en
lactancia.
“Es necesario
aumentar la conciencia sobre los riesgos y necesidades de las
mujeres embarazadas en el trabajo. Las campañas educativas en el
mundo del trabajo pueden dar buenos resultados”, dijo Cassirer.
El informe hace
también un llamado a la extensión de la protección social para
todos, para hacer frente a las barreras económicas que obstaculizan
la atención médica y que impiden en la actualidad a muchas mujeres a
buscar la atención obstétrica que necesitan. Y destaca la necesidad
de abordar la crisis global que enfrenta la fuerza laboral del
sector de la salud.
“En muchos países
en desarrollo, la calidad de la atención médica es insuficiente
mientras que la salud de los trabajadores peligra debido a déficit
de personal, reducción de gastos, aumento de la migración, y en
algunos países, por el VIH/SIDA. Invertir en trabajo decente
para la salud de los trabajadores es también una inversión en la
salud de la maternidad”, dijo la experta de la OIT.
Las normas
internacionales del trabajo de la OIT ofrecen orientación
para la legislación nacional y su puesta en práctica. El Convenio de
la OIT sobre la protección de la maternidad, 2000 (No. 183)
establece los requisitos básicos de la protección de la maternidad
en el trabajo, e incluye el permiso de maternidad antes y después
del parto, beneficios económicos y médicos, protección de la salud
en el trabajo, derecho a pausas para amamantar, y protección del
empleo y no discriminación.
Mientras que 62
países ratificaron al menos uno de los tres Convenios sobre
protección a la maternidad, 166 de los 181 países miembros de la
OIT analizados tienen disposiciones legislativas para la
protección de la maternidad, dice el estudio. Cerca de la mitad
contemplan permiso de maternidad de al menos 14 semanas, mientras
que sólo 35 por ciento reúne los criterios del Convenio No. 183 que
garantiza al menos dos tercios de los ingresos durante el permiso de
maternidad. Es necesario hacer mucho más para establecer un vínculo
entre los principios del Convenio y los hechos.
El informe destaca
además otras áreas de actividad de la OIT, como la lucha
contra el VIH/SIDA en el lugar de trabajo, que puede
contribuir a ampliar los esfuerzos para una maternidad segura,
incluyendo la meta del Objetivo de Desarrollo del Milenio de las
Naciones Unidas de reducir la mortalidad derivada de la maternidad
de 75 por ciento para 2015.
“Garantizar que el
trabajo no atenta contra la salud de la maternidad y la maternidad
no pone en peligro la salud económica de las mujeres, extender la
protección social a todos los que no la tienen, y encontrar
respuestas eficaces a nivel nacional e internacional a la crisis de
la fuerza laboral en el sector de la salud, son inversiones
fundamentales en la vida y la salud de las mujeres y sus hijos”,
concluyó Assane Diop, Director Ejecutivo del Sector de
Protección Social.
Noticias
Gremiales
1 de noviembre de
2007
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