Desafíos

5 de junio día mundial del ambiente

 

 

 Las ciudades y los ojos

Después de andar siete días a través de bosques, el que va a Baucis no consigue verla y ha llegado. Los finos zancos que se alzan del suelo a gran distancia uno de otro y se pierden entre las nubes, sostienen la ciudad. Se sube por escalerillas. Los habitantes rara vez se muestran en tierra: tienen arriba todo lo necesario y prefieren no bajar. Nada de la ciudad toca el suelo salvo las largas patas de flamenco en que se apoya, y en los días luminosos, una sombra calada y angulosa se dibuja en el follaje. 

Tres hipótesis circulan sobre los habitantes de Baucis:

  • que odian la tierra;

  • que la respetan al punto de evitar todo contacto;

  • que la aman tal como era antes de ellos, y con catalejos y telescopios apuntando hacia abajo no se cansan de pasarle revista, hoja por hoja, piedra por piedra, hormiga por hormiga, contemplando fascinados su propia ausencia.

 

Italo Calvino, 1990. En Las ciudades Invisibles

Tal vez sea necesario plantearse sí una gestión cuidadosa del ambiente significa seguir el ejemplo de los habitantes de Baucis. Esto es si el objetivo es preservarlo intacto, buscar y aislar fragmentos intactos dónde poder fascinarse de la propia ausencia.

Si consideramos al ambiente como el resultado de la evolución conjunta entre la sociedad y la naturaleza, parecería que contemplar desde fuera es definitivamente imposible. El hombre y su capacidad de transformación de la naturaleza circundante son una componente más de nuestro ambiente actual.

Si como plantean algunos autores 1 esta enorme capacidad de transformación se basa en la capacidad de transmitir el aprendizaje –conjunto de conocimientos y habilidades adquiridos– a generaciones futuras un elemento clave a abordar son los contenidos de ese aprendizaje: que se aprende, quien lo aprende, para que lo aprende.

La idea no es aprehender al ambiente como objeto de conocimiento en su totalidad, sino aprender un nuevo saber acerca del ambiente. Exige un permanente diálogo entre las ciencias naturales y sociales 2. Entre otras cosas porque el conflicto entre sociedad y naturaleza siempre surgen de un conflicto al interior de la sociedad. La forma en que los conflictos sociales se resuelven y cómo esta resolución impacta sobre los grupos humanos en conflicto y sobre la naturaleza es una de las claves de la gestión ambiental.

La valorización de la diferencia y el respeto a la diversidad de la naturaleza y de la sociedad, así como de los modos específicos en que se relacionan, en diferentes momentos y lugares, parece ser un buen punto de partida. Contrapuesto a la razón hegemónica, esta nueva concepción tiene consecuencias políticas evidentes. Para dentro del campo ambiental, esta postura no se orienta al consenso y la dilusión de los conflictos socio-ambientales sino a explicitarlos y abordarlos a través de una gestión participativa, democrática y plural, es decir involucrando en ella a todos los actores sociales. Esta gestión sin duda requiere nuevas formas de generar conocimientos, de articular saberes. Y probablemente amar la naturaleza tal y como puede ser con una sociedad más justa y más armoniosa.

 

Patricia Acosta Cassinelli

Departamento de Agroecología Rel-UITA

NOTAS


1   Foladori G. 1999. Los Límites del Desarrollo Sustentable.

2   Leff E. 2001. Epistemología ambiental.

 

 

 

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