“Demos a la Tierra

una Oportunidad”

 

 

Comunicado de Foro EMAUS

El Día Mundial del Medio Ambiente, proclamado treinta años atrás por la Organización de las Naciones Unidas y que se conmemora cada 5 de junio, estimula la sensibilización mundial referente a todo nuestro entorno.  Bajo el título, "Demos a la Tierra una Oportunidad", este día nos llama a intensificar nuestra atención hacia a los problemas ambientales y a tomar las acciones necesarias para asegurar un ambiente justo y saludable.   "El título llama a cada uno y cada una de nosotros a contribuir en la cura del planeta enfermo", explica el Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

             En Costa Rica tenemos que tomar este día con toda seriedad, porque nuestro ambiente está enfermo.  A pesar del excelente Sistema de Parques Nacionales, interesantes esfuerzos del ecoturismo y mucho discurso oficial sobre el desarrollo sostenible, la realidad es que el entorno costarricense sufre un serio deterioro: 

  • la agricultura contamina los suelos y las aguas con agroquímicos de alta toxicidad; en muchos casos causa problemas inmediatos y en todo caso a largo plazo mediante los contaminantes orgánicos persistentes (COPs) y los disruptores hormonales;

  • la tala de los bosques naturales sigue fuera de control; se daña serveramente la biodiversidad y se pone en peligro la sobrevivencia de varias especies de animales, entre ellas algunas aves;

  • los suelos se erosionan y se acaba su capacidad productiva; se llena los ríos con sedimentos, que a su vez afectan tanto a las playas como los arrecifes, especialmente los caribeños, como también a los humedales como la Reserva de Caño Negro;

  • se permite la construcción de grandes hoteles sobre las orillas de algunas de las playas más hermosas del país; se destruye los manglares y se acapara fuentes acuíferas para el uso de los turistas y no para los lugareños; 

  • no se controla debidamente el depósito de basuras y se corre el gran riesgo de la contaminación de suelos y aguas con metales pesados;

  • cuencas, como la del Río Tárcoles, han sido convertidas en simples alcantarillas de aguas usadas y eso provoca la contaminación severa del Golfo de Nicoya y otros lugares;

  • se permiten megaproyectos hidroeléctricos como en Boruca, sin tomar en cuenta la devastación de la biodiversidad, los derechos de las comunidades indígenas y otros aspectos.  

  • se dan concesiones para la minería de oro a cielo abierto en el norte del país dentro de una zona ya seriamente afectada por la deforestación y a pocos kilómetros del Río San Juan, vía fluvial que afecta dos países que desembocan en el Mar Caribe. 

            Obviamente esta triste realidad no sólo afecta a "la Naturaleza", sino también a la comunidad humana.  Frecuentes son las intoxicaciones de los obreros bananeros y campesinos por peligrosos plaguicidas. Los canales y ríos de toda la Vertiente del Caribe llevan carga de agrotoxicos usados en las bananeras y otras agroindustrias. La industria pesquera se encuentra gravemente afectada, en especial en el Pacífico.  La contaminación química de aguas subterráneas tanto en la región atlántica como en la zona helechera de Alajuela y Heredia,  pone en peligro la salud humana.  La deforestación permanente afecta a los ciclos hidrológicos y aún el clima mismo, realidades de las que nadie se escapa.

            Es urgente que Costa Rica dé a la tierra "una oportunidad".   En este sentido, se ve con mucha satisfacción la reciente prohibición por parte de SETENA/MINAE de la exploración petrolera frente a Moín en Limón.  Claramente significa "una oportunidad" para la Tierra.  Pero es necesario también que se prohíba la minería en el norte del país; que se frene el proyecto hidroeléctrico en Boruca; que se controle y, en algunos casos prohiba, el uso de agroquímicos y otras sustancias tóxicas; y que el control forestal pase del puro discurso a acciones eficaces para frenar la deforestación y la contaminación.

            El medio ambiente--entorno total--es nuestra "casa".  En ella vivimos juntos con nuestros semejantes, como también con otros seres vivos, tanto animales como plantas.  Todos juntos somos una sola comunidad, una convivencia que posibilita la vida.  Ella es sumamente valiosa y debemos apreciarla y cuidarla con todo el esfuerzo necesario.  Dar a la Tierra una oportunidad, es, realmente, dar a nosotros mismos una oportunidad, y a las generaciones venideras.  Esperamos que este Día Mundial del Medio Ambiente nos promueva a convertirnos en agentes activos del desarrollo sostenible y equilibrado que, a su vez, permita el disfrute de un futuro saludable, justo y próspero para todos los habitantes de "nuestra casa", el medio ambiente.

FORO EMAUS

3-6-02

 

 

 

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